El puerto romano más importante de Hispania estaba en Zaragoza. Sí, has leído bien
- ¿Un puerto en Zaragoza? Sí. Los romanos lo hicieron y era así
- Fue la primera ciudad del imperio romano bautizada con el nombre de un emperador
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Quizá su nombre fue un autorregalo de César Augusto, ya que Caesaraugusta se fundó en la fecha del quincuagésimo cumpleaños del emperador.
No es casualidad que la ciudad predilecta del emperador estuviera emplazada junto al río Ebro, uno de los más caudalosos de España y navegable en tiempos romanos. De hecho fue la corriente de entrada y salida de mercancías lo que impulsó el gran desarrollo de la urbe.
La ciudad se convierte en un punto estratégico en las rutas oceánicas y para los romanos será un lugar fundamental para las comunicaciones con su imperio.
La ruta oceánica de Zaragoza a Roma
Caesaraugusta, la actual Zaragoza, llegó a contar con uno de los puertos más importantes del Imperio romano. Su longitud y volumen permitían el transporte fluvial de mercancías desde Logroño hasta el Mediterráneo y de ahí… ¡A Roma!
El agua marcaba el ritmo de la ciudad y este ajetreo portuario dio lugar al acercamiento del foro a la orilla del río. Algo excepcional porque lo habitual era que este espacio se situará en el centro por tratarse de un espacio político, administrativo y económico.
Además, otros focos de la vida social de Caesaraugusta, como las termas o el teatro, también buscaron la proximidad con el puerto.
Una red de cloacas que en línea recta sumarían quince kilómetros de longitud
En Caesaraugusta se ensaya un complejo sistema de cloacas cuyo trazado sigue el patrón de la cloaca máxima de Roma. Las vías Cardo y Decumano vertebraban la ciudad y eran las guías de todo un sistema de cloacas en el subsuelo de más de 15 kilómetros de longitud.
Aún se conservan unos 600 metros en 37 tramos descubiertos y el tramo considerado como la red de principal desagüe de la ciudad, conservado actualmente, era de casi 100 metros. En la cloaca mayor vertían sus aguas grandes edificios públicos como el teatro, las termas y el resto de las cloacas, a las que llegaban, incluso, los vertidos de las casas particulares.
El ejército romano, temible en el campo de batalla y brillante en el campo de la arquitectura
Las tropas romanas estaban compuestas por miles de soldados, hombres fuertes, disciplinados, organizados y eficaces, que al dejar sus espadas podían ganarse el pan trabajando en la construcción. Los miembros del ejército en tiempos de paz fueron los constructores de las importantes infraestructuras romanas.
El tamaño de las cloacas impresiona con sus casi tres metros de altura y dos de anchura, y es que la excelente calidad constructiva con hormigón romano y las bóvedas de cañón, han hecho posible que esta obra arquitectónica escondida en el subsuelo haya llegado hasta nuestros días casi como las conocieron los romanos.
Caesaraugusta es el ejemplo perfecto de cómo los romanos levantaron infraestructuras que dieron estabilidad al Imperio durante la 'pax romana' y aún quedan zonas arqueológicas en las que se sigue trabajando. Lo que demuestra que las entrañas de la ciudad aún tienen mucho que contar.