'Felices dieciséis': Martin Compston era futbolista y Ken Loach le hizo actor con la dura historia de Liam
- Ken Loach ganó la Espiga de Oro en la Seminci con esta crítica social, ácida y dura
- En este enlace puedes ver Felices dieciséis, ya disponible en RTVE Play
Liam está a punto de cumplir 16 años, pero lo que más ilusión le hace es ese día su madre ya habrá salido de la cárcel y estará con él. Su vida, ahora, es muy dura. Vive cerca Glasgow, en un lugar humilde y castigado por la crisis de los astilleros. Su círculo cercano lo forman su hermana Chantelle, que es madre soltera, su padrastro Stan y su abuelo. Stan le obliga a llevar heroína a su madre, que ha estado enganchada a las drogas, para que esta la venda a las otras reclusas. Pero él se niega y recibe una tremenda paliza. Pero no será la única. Liam lo aguanta todo mientras prepara una nueva vida para cuando su madre salga de prisión. Necesita dinero para conseguir un lugar en el que vivan juntos y no duda en entrar en contacto con un grupo de traficantes. Cuando su madre deja la cárcel, las cosas no salen como Liam había planeado.
Cuando Ken Loach hizo Felices dieciséis ya había rodado una veintena de películas. Sus películas recogen las historias de la clase obrera, remarcando las injusticias que sufren los marginados sociales a la vez que apela a la conciencia del espectador. En esta película posa su mirada en una familia desestructurada y pobre, y centra el foco en el protagonista, un niño que sufre violencia física y un desarraigo emocional. Loach nos cuenta la historia de Liam, pero también habla de la delincuencia juvenil y el tráfico de drogas que tanto afecta a los más vulnerables.
Censura por las palabrotas
Buscando dar veracidad y credibilidad a la cinta, Ken Loach y el guionista, Paul Laverty, visitaron casas de acogida y reformatorios, y trasladaron la forma de ser y expresarse de los jóvenes con los que hablaron al guion. Esto se tradujo en un texto repleto de palabras malsonantes -la palabra fuck y todas sus variaciones se dice 313 veces- y el debate traspasó los límites del cine. La British Board of Film Classification (Junta Británica de Clasificación Cinematográfica), otorga un número para certificar las películas: 15 (para mayores de 15 años) si se usa constantemente la palabra joder y 18 (para adultos) si se utiliza "con agresividad" palabras que suenan peor. Las quejas no se hicieron esperar, alegando que el 18 impediría ver la película a una parte del público que, precisamente, eran quienes se podrían identificar con Liam. También se apeló a la libertad de expresión y a que en Inverclyde, la zona en la que se ambienta la historia, esta forma de hablar es muy común. Los expertos en cine remarcaron que el guion está en sintonía el tono de la película tiene el estilo que caracteriza el cine de Ken Loach, un cine realista, de compromiso social y alejado siempre de lo normativo y convencional. Las autoridades de Inverclyde, donde se rodó la película, presionaron y la BBFC la otorgó un certificado 15, pero solo restringido a su zona.
Un tándem de éxito
Ken Loach y Paul Laverty empezaron a trabajar juntos a mediados de los años 90. El director es veinte años mayor que el guionista, pero entre ellos hay muy buena sintonía y Loach valora su visión más joven y rebelde. Su primera película juntos fue La canción de Carla, estrenada en 1996, y desde entonces han hecho 15 películas juntos. Con Felices dieciséis lograron lograron el premio al mejor guion en Cannes, festival que años más tarde concedió premió con la Palma de Oro a El viento que agita la cebada y Yo, Daniel Blake.
Martin Compston, del fútbol al cine
Felices dieciséis se rodó en Greenock, situada en Inverclyde, Glasgow. La dura realidad de la gente que vive allí es la misma que vemos en la película. En esas zonas hay un altísimo porcentaje de abandono escolar y gente que busca trabajo sin cualificación, lo que lleva a trabajos precarios, sueldos muy bajos, problemas para encontrar vivienda... Allí se creció Martin Compston, el niño que interpreta a Liam. Cuando le descubrieron era un adolescente escocés que soñaba con ser futbolista mientras jugaba en el Greenock Morton.
Esta película cambio su vida y cambió el fútbol por la interpretación. Ha hecho cine y televisión, medio en el que ha logrado mucha popularidad, sobre todo con el detective inspector Steve Arnott de la serie Line of Duty. "Yo había visto Mi nombre es Joe cuando tenía 14 años y me abrió los ojos a personajes que nunca había visto en el cine, gente con la que podía identificarme. Por eso no dudé en coger un tren e ir a Glasgow para conocer a ese hombrecito con gafas que encontré detrás de un escritorio". Loach, a quien le gusta trabajar con trabajar con actores profesionales y gente que no lo es, contó con Annmarie Fulton y Michelle Abercromby, que interpretan a la hermana y la madre de Liam; Gary McCormack, que se mete en la piel d Stan, el padrastro; Tommy McKee, que interpreta al abuelo; y William Ruane, que es el amigo de Liam.
Un viejo amigo de la Seminci
Felices dieciséis, en la que algunos ven ecos de Los cuatrocientos golpes de François Truffaut, fue aclamada por la crítica y además del premio al mejor guion de Cannes se llevó otros galardones, dos de ellos en la Seminci: Espiga de oro para la película y premio a la mejor fotografía para Barry Ackroyd, un habitual del cine de Loach. En el festival de cine de Valladolid siempre han disfrutado con el trabajo del director británico: le otorgaron la Espiga de Plata en 1991 con Riff-Raff, la Espiga de Oro en 1997 con Mi nombre es Joe y en 1992 le rindieron un homenaje con un ciclo dedicado a sus películas y un libro que recogía su carrera profesional, iniciada en 1967 con Poor Cow.
Felices dieciséis ya está disponible en RTVE Play, que amplía su oferta con títulos como El laberinto del fauno, Felices 140, Minari: historia de mi familia....