David Uclés firma una novela sobre la Guerra Civil en clave de realismo mágico
- El escritor David Uclés (Úbeda, 1990) recorrió en diez meses 25.000 km de la península ibérica
- Publica La península de las casas vacías (Siruela), una novela coral ambientada en la Guerra Civil española
El escritor David Uclés (Úbeda, 1990) nunca tuvo un plan; no se sentó un día y se dijo: escribiré sobre la Guerra Civil. Era un tema recurrente en las conversaciones con su abuelo, y le pareció tan interesante lo que este le contaba que fue tomando notas e investigando. Con el tiempo acumuló muchas historias de personas diferentes y, por eso, La península de las casas vacías (Siruela) es una historia coral, que solo se entiende en perspectiva de comunidad.
En las 700 páginas del libro y los 25.000 km de península recorridos, un 'tour de force' para el autor, quedan reflejados los tiempos de maduración del texto; cada dos años iba cambiando su forma y dirección, y agradece no haberlo publicado antes, apresurado por las ganas. Con 34 años y más experiencia literaria, Uclés ha contado exactamente lo que quería. Una novela en clave de realismo mágico, tierna, cruda a ratos, narrada con humor y honestidad.
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La ecología en el mundo rural
En La península de las casas vacías la naturaleza es protagonista. Los ríos, los árboles, las tierras agrícolas, los animales. La familia de Uclés vive y trabaja en el campo, y desde pequeño se le inculcó la importancia del respeto, la observación atenta, la sensibilidad. En Jaén, cuenta en 'Página Dos', están muy conectados con el campo, porque les da comer. Su compromiso ecologista nace de modo implícito, es el único modo sensato de relacionarse con la realidad.
“Miguel Hernández es el poeta del pueblo“
Al principio del libro aparece una emocionante dedicatoria de Uclés a toda su familia, con origen en el mismo pueblo, Quesada. En la novela, Quesada se llama Jándula. Explica Uclés al respecto: «De todos los escritores a los que pongo voz, Miguel Hernández es el que más me ha emocionado.» Y añade: «Para mí, es el poeta del pueblo. Su pareja, Josefina Manresa, era de Quesada.»
En esa dedicatoria del prólogo, David Uclés menciona «a mi tatarabuelo Jorge, que traía el correo y el pescado al pueblo en serones. A mi bisabuelo José, que vivió bajo el mismo techo que el pintor Rafael Zabaleta. A mi abuela Che, que sigue llamándome 'lucero'. A mi abuelo Francisco, que luchó en la campiña cordobesa y volvió asqueado.» Y a Luis, el abuelo que le contó sus vivencias de la Guerra Civil e hizo nacer la chispa de la novela.