Día del Burro: curiosidades que no sabías de este animal
- Cada 8 de mayo se celebra el Día Internacional del Burro para resaltar la importancia de esta especie
- ¿Por qué se nos pone la piel de gallina ante el frío o sentir emociones? Descubre los motivos
Cada 8 de mayo se celebra el Día Internacional del Burro, con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de proteger y conservar esta especie animal. En Ahora o Nunca, el magacín de La 1 de RTVE presentado por Mónica López, han desvelado algunas curiosidades de este animal, que llevan mucho tiempo conviviendo con nosotros y que, probablemente, no sabías. ¡Sigue leyendo para descubrirlas!
El burro proviene del asno salvaje africano. Se piensa que fueron domesticados en África hace 7.000 años, es decir, 3.000 años antes de la domesticación de los caballos. Desde entonces, se han utilizado como animales de carga y de trabajo en culturas a lo largo de todo el mundo. Por ejemplo, los romanos criaban burros gigantes para usarlos en el ejército. Se cree que en este momento de la historia medían unas 10 pulgadas, o sea, 25 centímetros más altos que los burros actuales.
Los burros suelen ser más pequeños que los caballos, pero proporcionalmente son más fuertes. Al ser más ligeros, pueden llevar cargas por terrenos muy accidentados. Lo mismo pasa con los mulos, que son las crías de burros machos y de yeguas. Las crías de caballos machos y burras se llaman burdéganos.
El rebuzno del burro se puede escuchar a 3 km de distancia
Hay burros tan grandes como el mamut americano, que supera 1,70 centímetros. También son grandes el asno zamorano-leonés y el ruc catalá, los cuales pueden llegar a medir 1,60 centímetros. En tamaño pequeño tenemos al Asno de las Encartaciones, que no llega a 1,20 centímetros.
La voz del burro es el rebuzno, suele durar unos 20 segundos y se puede escuchar a 3 kilómetros de distancia, lo que les viene muy bien cuando viven en zonas desérticas. Sus orejas les permiten oír muy bien. Además, pueden moverlas para apuntar en distintas direcciones y, tienen otra función: disipar el calor corporal.
No, los burros no son tontos, más bien todo lo contrario
Los burros pueden vivir 40 años y tienen una excelente memoria. Además, son nobles, carismáticos y muy peculiares. Ante el mito o creencia infundada de que “los burros son tontos”, cabe contextualizar que es más bien todo lo contrario: “Son bastante inteligentes, lo que pasa es que también tienen un gran sentido de la conservación. Por eso, a veces, no hacen caso a las órdenes y se muestran tercos, porque no se fían”, explica Mónica López.