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3 cosas que provocan la rapidez y las prisas que seguro que no sabías

  • La sociedad de las prisas impide la reflexión y las personas se dejan llevar por deseos impulsivos
  • En 'Para Todos La 2', el psicólogo Carlos Javier González cuenta tres cosas que debes saber sobre el ritmo de vida frenético que llevas

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Para Todos La 2 - Las prisas no nos dejan pensar

La sociedad actual lo hace todo con prisas y el ritmo de vida de la gente es frenético. En este contexto, algo tan valioso como la reflexión y el pensamiento crítico tienen cada vez menos cabida en la mente de las personas. La necesidad de ir deprisa nos genera la idea erróneamente preconcebida de que no tenemos tiempo para pensar detenidamente. El filósofo Carlos Javier González explica tres cosas que debes saber sobre la inmediatez en 'Para Todos La 2'.

1. La rapidez disminuye tu capacidad de pensamiento

Cuánto más rápido pretendas hacer las cosas, menos capacidad de reflexión tendrás. Los niños que se malacostumbran a tener todo lo que quieren al momento, en el futuro se convertirán en adultos emocionalmente dependientes con poca capacidad de atención y de concentración. El resultado de todo ello será la frustración cuando no les salgan las cosas como quieren.

Una de las consecuencias de la incapacidad de reflexionar es la frustración.

Mujer grita por frustración.

2. Construyen y manipulan tus deseos

No depende de ti desear algo. Sin embargo, sí puedes decidir qué hacer con los antojos que la sociedad de la urgencia introduce en tu mente. La velocidad vertiginosa a la que funciona el mundo no te permite prestar atención a las cosas y, por tanto, te impide pensar libremente. En cambio, la reflexión sosegada te llevará a dedicar todo tu interés y esmero en lo verdaderamente importante. Así que razona detenidamente para descifrar qué es lo que realmente quieres.

3. La celeridad beneficia los dogmatismos

Te has mentalizado de que no tienes tiempo para reflexionar y no dedicas la atención que merecen las actividades que llevas a cabo. En este sentido, eres una marioneta que se deja llevar por los estímulos de esta sociedad de la prisa. Una buena educación basada en el pensamiento crítico y en los conocimientos te permitirá plantearte a quien permitir que se adueñe de tu atención y así evitar que esta sea monopolizada o moldeada. Así que ya sabes, si no quieres que te dominen, piensa lentamente.