Un viaje por los espacios asociados a los escritores Rosalía de Castro, Álvaro Cunqueiro y Eduardo Blanco Amor

• Desde la Casa Museo de Rosalía de Castro o los escenarios urbanos de Eduardo Blanco Amor
• El Día das Letras Galegas, que se celebrará el próximo 17 de mayo, rendirá homenaje a Luisa Villalta

Rosalía de Castro y Álvaro Cunqueiro EFE

El Día das Letras Galegas es una celebración muy importante en Galicia, donde se rinde homenaje a un escritor gallego destacado. Esta festividad se lleva a cabo el 17 de mayo de cada año y tiene como objetivo promover y difundir la literatura en gallego, así como honrar la figura del autor homenajeado. Este año, La Real Academia Galega (RAG) dedicará el Día das Letras Galegas 2024 a Luisa Villalta. 

El gallo que no cesa - Tierra sin límites: Las Letras Gallegas en tres escritores - Escuchar ahora

Para conmemorar esta festividad, Paula Mayoral hace un recorrido por los espacios asociados a los escritores Rosalía de Castro, Álvaro Cunqueiro y Eduardo Blanco Amor que nos permite sumergirnos en sus vidas y obras, así como en la historia y la tradición de Galicia. Desde la Casa Museo de Rosalía de Castro en Padrón hasta la casa natal de Álvaro Cunqueiro en Mondoñedo y los escenarios urbanos de Eduardo Blanco Amor en Ourense, cada lugar nos ofrece la oportunidad de conocer más de cerca a estos grandes autores y su impacto en la literatura gallega.

Padrón junto a Rosalía de Castro 

“Para mí Rosalía Castro es un emblema. Una especie de bandera que tiene Galicia para el mundo. Es una figura que nos representa, pero también que nos une”, así define Anxo Angueira, miembro de la Real Academia Gallega y presidente de la Fundación Rosalía de Castro, a la precursora del Rexurdimento o renacimiento cultural gallego. De hecho, el 17 de mayo se conmemora el Día de las Letras gallegas en su honor, porque en 1863, ese mismo día, se publicó Cantares Gallegos.

La escritora se ha convertido en una de las figuras más importantes de la literatura gallega y entre sus perfiles “está el de escritora feminista, una mujer que defiende la igualdad de las mujeres, sobre todo las mujeres humildes de su patria. Es la patria humilde, como ella dice, y también de las mujeres escritoras, que es un ámbito dominado absolutamente por hombres”, destaca. 

Para rememorar a la escritora, se ha puesto en marcha la Ruta Rosaliana que recorre los escenarios de su vida por Galicia, pasa por los ayuntamientos de Santiago, Ames, Brión, Dodro o Padrón. Precisamente, en este último punto está la casa museo. “La Casa Rosalía es un epicentro cultural de Galicia y su historia es la historia de un esfuerzo colectivo por conseguir para Rosalía de Castro una casa y un museo”.

Y este inmueble fue donde pasó los últimos años de su vida hasta que falleció en 1885, por lo que “son espacios en los que en los que recreamos la vida de Rosalía de Castro, pero también son espacios que aprovechamos para hablar de los grandes perfiles de su obra”

Mondoñeo con Álvaro Cunqueiro 

Reconocido como un maestro de la narrativa fantástica, este autor del siglo XX está considerado como uno de los grandes escritores de la literatura gallega. Además de destacar por “su capacidad para lo humorístico, para lo imaginativo y para plasmar todo eso en múltiples formas genéricas”, indica Armando Requeixo Cuba, profesor de universidad, crítico literario, director de Actividades culturales de la Casa Museo de Álvaro Cunqueiro y autor de la guía Cunqueiro e Mondoñedo. 

Un autor polifacético que destacó en distintos géneros literarios y con títulos como Mar ao Norde, Poemas do si e non, Crónicas del Sochantre o Un hombre que se parecía a Orestes y Merlín e familia, su obra más icónica. “En Merlín está toda una galería de personajes, una colección de temas nacidos, todos ellos o arrancados, de la tradición fantástica oral de mi país gallego”, así definía la obra el propio Álvaro Cunqueiro en el programa Fondo de Televisión Española. 

Un escritor que nació, habitó y escribió sobre Mondoñedo. En consecuencia, la localidad lucense y Cunqueiro son un "binomio sinónimico porque no se entiende Mondoñedo sin Cunqueiro ni Cunqueiro sin Mondoñedo, ya que son ambas son la misma realidad”, argumenta el experto. 

En sus calles se puede sentir su influencia, especialmente en la plaza de la Catedral de Mondoñedo, donde se ubica la casa museo del escritor, lugar donde residió y creó sus obras desde 1947 hasta 1961. “Él escribió lo más granado de su obra o la columna vertebral del Cunqueiro que hoy leemos y reconocemos”, subraya. También, a escasos metros de este lugar de interés turístico, nos vamos a encontrar el inmueble donde nació.

Ourense con Eduardo Blanco Amor 

Blanco Amor fue uno de los grandes escritores del siglo XX en Galicia. Sin embargo, pasó gran parte de su vida en el exilio y sufrió la censura de la dictadura. De hecho, A Esmorga fue publicada en Buenos Aires (Argentina) ante la negativa del régimen franquista de permitir que circulase libremente las fechorías de Cibrán, o Bocas e o Milhomes en una noche de fiesta por los alrededores de Auria, la ciudad literaria con la que Eduardo Blanco Amor reelaboró desde la distancia su lugar natal, Ourense.

“Él siempre fue un poco a contracorriente y lo que hizo fue mostrar una novela de tipo urbano, cuando lo que se llevaba, hasta entonces, era más de tipo rural. Y además mostró otro tipo de sociedad que no solía aparecer en las novelas”, argumenta José Ramón Gómez, técnico de turismo de la oficina de Ourense.

¿Cuál es el argumento de esta novela? “Son tres personajes. Y uno de ellos de camino al trabajo se encuentra con los otros dos, que ya venían de esmorga, y lo convencen para tomar algo. Pero, ese tomar algo va a ser una constante huida de todas las situaciones en las que se van metiendo. Acaba con un final trágico después de 24 horas de continua esmorga”, explica el técnico. 

Con el fin de fomentar y aumentar la lectura, de una de las obras cumbre de la literatura gallega, el Club Alexandre Bóveda en colaboración con el Concello de Ourense, realizó un itinerario por los escenarios urbanos de la novela y las cerámicas de Manolo Figueras anuncian cada lugar emblemático. “Son unas placas que recuerdan ocho de esas estaciones y van desde a taberna de la Tía Esquilacha hasta la última referencia que es el Alameda”, expone.