MasterChef 12 | Gonzalo "sufre" la maldición del pin de la inmunidad: "Ya me está hablando"
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Hace unas semanas, Pilar y Ángela optaron a llevarse el pin de la inmunidad de MasterChef 12. En un primer cocinado las dos aspirantes superaron a sus compañeros y entre ellas se jugarían el pin. Pero los jueces sorprendieron una vez más y María Lo también participaría en el reto. La ganadora de MasterChef 10 venció la prueba y el pin de la inmunidad quedó sin dueña. Ahora, en el octavo programa, Pepe volvió a poner el pin dorado en juego. Y fue Gonzalo quien se llevó el ansiado premio. Pero pronto se dio cuenta de que el pin tiene un poder oculto: "El pin me habla".
La lasaña de bogavante de Gonzalo en el primer cocinado de la noche conquistó el paladar de los jueces. El respeto al producto principal y la armonía de todos los ingredientes dieron un merecido premio al aspirante: el pin de la inmunidad. "Estoy contentísimo. Mi hija está muy orgullosa de mí", expresó Gonzalo. Pero en medio de la alegría y de la euforia, los jueces le trasladaron un importante mensaje: "Cuidalo. Hemos visto cómo ese pin cambiaba para mal a algún aspirante". Gonzalo entendería estas palabras más adelante.
¿Relajación?
En la prueba por equipos, Gonzalo formó parte del equipo azul, acompañado por Pilar, Jose, David y Samya. Y el resultado fue muy mejorable. Los jueces detectaron diferentes fallos tanto en la organización como en las elaboraciones y anunciaron que el equipo rojo, liderado por Pulga, era el ganador. En la valoración, con Gonzalo admitiendo que era justo el resultado, los jueces lanzaron una pregunta al capitán azul: ¿Te has relajado con el pin? Gonzalo negó de manera rotunda: "He trabajado como si no tuviera el pin?
Con el delantal negro bien ajustado, Gonzalo llegó al reto de eliminación y parecía directo a entregar el pin. "¡Que poco te ha durado el pin!", gritaron desde la galería sus compañeros. Entonces, Gonzalo, más indeciso que nunca, retrocedió y dijo: "Cocino. Con dos h****". Lo que no sabía es que minutos después, esta decisión no le parecería tan acertada.
El reto de expulsión fue la ya famosa prueba de las batallas. Y según avanzaban los diferentes cocinados, Gonzalo se veía más cerca del abismo. Hasta llegar al último, donde compartía cocinas con David y Jose. En este punto, Jordi anunció que habría doble expulsión. Y la cara de Gonzalo cambió por completo. Los nervios le atenazaron. Y por si no fuera suficiente, la prueba sería replicar un plato de Oriol Castro, del restaurante Disfrutar con 3 estrellas Michelin.
En la valoración, se vio una versión muy baja de ánimos de Gonzalo: "Muchas emociones, mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucha presión. ¿En qué momento he decidido esto?". Los ojos del aspirante se llenaron de lágrimas y ahí fue cuando verdaderamente sintió la presión extra del pin. Por suerte, su réplica del plato de Oriol tuvo un nivel altísimo. "No te voy a decir que está de diez, pero está muy bien. Mucho mérito", afirmó Pepe. Finalmente, Gonzalo esquivó la expulsión y se lleva el aprendizaje de la presión añadida que supone el pin.