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Barba Azul, el primer asesino en serie de la narrativa

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Barba Azul, el primer asesino en serie de la narrativa

Todos conocemos nombres de terribles asesinos en serie de la narrativa como Jack el destripador, Norman Bates o Hannibal Lecter. Sin embargo, tenemos que remontarnos a un cuento para saber cuál fue el primero de todos ellos: Barba Azul.

Barba Azul era un hombre muy rico que no conseguía encontrar esposa. Por un lado, porque tenía la barba azul y, por otro, porque había estado casado varias veces y todas sus mujeres anteriores habían desaparecido.

Esta curiosa circunstancia, como explica Isabel Cadenas Cañón en Ovejas Eléctricas -disponible en RTVE Play- no ayudaba demasiado en su propósito. Finalmente, convence a una vecina de que se case con él.

Barba Azul

Barba Azul

La llave de la tentación

Nada más casarse, tiene que irse de viaje y dice a su mujer que invite a unas amigas para que le hagan compañía. Le da las llaves de todas las habitaciones de la enorme mansión pero le prohíbe entrar en su despacho… aunque también le da esa llave.

“Abrid todo, id a todos lados, pero os prohíbo entrar a este pequeño gabinete, y os lo prohíbo de tal manera que si llegáis a abrirlo, todo lo podéis esperar de mi cólera”

Como era de esperar, la mujer, mientras sus amigas admiraban otras habitaciones y las riquezas de la casa, bajó al despacho. Lo que encontró fue el suelo cubierto de sangre coagulada y los cadáveres de las esposas anteriores colgados en las paredes.

A la mujer, en shock, se le cae la llave y ésta acaba manchada de sangre. Aunque trata de limpiarla de todas las maneras, la sangre no se va… la llave está encantada.

Cuando Barba Azul, que vuelve a casa antes de tiempo, le pide la llave, se da cuenta inmediatamente de lo que ha pasado y, por supuesto, decide matarla. Pero los hermanos de la mujer, los cuñados de Barba Azul, se adelantan y lo matan a él.

Imagen de Charles Perrault

Charles Perrault

Relatos disciplinantes para un pueblo sin instrucción

Los relatos de la tradición oral, como este de Barba Azul, eran en realidad relatos disciplinantes para una sociedad que no sabe leer ni escribir. Este cuento, de hecho, lo recogió Charles Perrault en el siglo XVII y le puso la siguiente moraleja: 

“La curiosidad, teniendo sus encantos, a menudo se paga con penas y con llantos”

Es un mensaje claro a las mujeres: tienen que ser obedientes.

Barba Azul se suele considerar la primera aparición de un asesino en serie en la narrativa. Muchos de los mecanismos de esta historia se han mantenido hasta hoy, como la dinámica generalizada de que las víctimas casi siempre sean mujeres que han trasgredido las normas de su época.

Isabel Cadenas Cañón explica en Ovejas Eléctricas varios ejemplos más de despiadados asesinos en serie de la narrativa... y no sólo en la ficción porque muchos de ellos fueron terribles casos reales e inspiraron esas historias posteriores.

Ovejas Eléctricas, los martes, a las 23:00 horas, en La 2 y siempre disponible en RTVE Play.