Lo que crees saber de la historia y es... verdaderamente falso
- En Verdaderamente falso, David Zurdo desmiente las cosas que más creemos saber sobre el mundo
- Estos tan solo son cinco hechos, pero en el espacio de Radio 5 encontrarás muchos más
¿Qué pasaría si de repente un día alguien te dijera que James Watt no fue realmente quien inventó la máquina de vapor? ¿O que no todo lo natural es saludable? En el mundo en el que nos encontramos, rodeados de una cantidad ingente de datos, nos hemos tenido que acostumbrar a contrastar toda la información que recibimos. Sin embargo, ¿qué pasa con toda aquella que recibimos de pequeños y que a día de hoy la tenemos tan interiorizada que no nos paramos a pensar si es real o no?
En el espacio Verdaderamente falso de David Zurdo aprenderás a desaprender todo aquello que un día diste por cierto. Aquí te dejamos cinco de ellas con las que seguro lograrás sorprender a tus amigos.
¿El fenómeno fan no nació con los Beatles?
Si pensamos en qué momento apareció el fenómeno fan, lo primero que se nos viene a la cabeza son artistas de los años 50 como Elvis Presley o bandas de los 60 como los Beatles. No obstante, el fenómeno fan se remonta mucho tiempo atrás, concretamente casi dos siglos antes.
Nos referimos a la etapa del joven pianista Ludwig van Beethoven. Este generaba tantas pasiones en su público que algunas mujeres incluso se desmayaban al escucharle en directo. Pero si hay que poner una fecha al origen del fenómeno fan como tal, esa es la lisztomanía con Franz List.
En los conciertos del músico y compositor húngaro, la gente se volvía tan loca que se peleaban por recibir cualquier objeto del cantante, aunque este fuese simplemente la colilla de un puro o un pañuelo usado. Llegó hasta tal punto que los médicos trataron de reducir los efectos de la lisztomanía, eso sí, sin ningún éxito.
El polígrafo no funciona
No es que no funcione, es que el polígrafo correlaciona dos cosas, los parámetros físicos y la mentiras, como si fueran causa y efecto cuando no tiene por qué ser así. Y es que un buen mentiroso o una persona acostumbrada a mentir lo hará sin que esto le cause algún tipo de agitación, es decir, ni se pondrá nervioso ni sudará. Por el contrario, si eres una persona insegura tus parámetros físicos indicarán que estás mintiendo cuando realmente no lo estás haciendo.
Pensándolo así, ¿tiene lógica no? Entonces, ¿por qué está tan asentada esta creencia? La respuesta es sencilla: por el cine. El polígrafo ha aparecido en tantas películas como instrumento válido en crímenes o juicios que ha conseguido que nos lo creamos, sin embargo, en un juicio real jamás se utilizaría el polígrafo como una prueba sólida contra el acusado.
En televisión es donde más ha triunfado este aparato porque, siendo conocedores de sus limitaciones, sabían que daría mucho juego por ejemplo con temas como los extraterrestres.
Hitler, en verdad, no se llama Hitler
¿Cómo te quedas si te decimos que el dictador más temido en el mundo nunca se llamó Hitler? Si, los libros de historia no lo mencionan, pero la historia de su apellido es cuanto menos curiosa. El padre de Adolf en realidad no se apellidaba Hitler, su verdadero nombre era Alois Schicklgruber. Sin embargo, una década antes de que naciera Adolf, se lo cambió por Hitler porque en realidad Schicklgruber era el apellido de su madre ya que él nunca supo quién era su padre.
Entonces, ¿de dónde salió Hitler? Del apellido de su padrastro: Johann Georg Hiedler. Hiedler no es lo mismo que Hitler pero, si nos fijamos, la pronunciación es prácticamente idéntica y cuando Alois fue a cambiárselo el encargado lo transcribió fonéticamente. Así fue como Adolf Hitler adoptó un apellido que realmente no le correspondía.
Las células inmortales fueron un experimento fallido
Se piensa que al premio Nobel francés Alexis Carrel se la jugó uno de sus ayudantes de laboratorio. Este le hizo creer al científico que había descubierto un método para transformar las células en inmortales, el cual consistía en la reproducción in vitro durante 30 años de células cardíacas de pollo.
Los experimentos comenzaron en 1912. Se hicieron 16 cultivos, de los cuales solo uno de ellos sobrevivió, reproduciéndose indefinidamente hasta 1946. Para alimentarlas les administraba jugo embrionario, es decir, extracto de embrión de pollo, el cual llevaba sin nadie saberlo -ni si quiera él- células idénticas a las de los cultivos. Por eso no morían, porque las células eran sustituidas constantemente.
Los emperadores y su pulgar
Según hemos visto en las películas, los emperadores romanos utilizaban su dedo pulgar para salvar o denegar la vida a un gladiador: si este estaba para arriba significaba que estaba perdonado, pero si estaba hacia abajo... debía morir. Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta si realmente era así o al revés.
Esto se debe a una pintura del siglo XIX de Jean-Léon Gérôme, quien retrató una escena de gladiadores donde se aprecia al público del anfiteatro con su pulgar hacia abajo. Se interpretó como que querían que el derrotado muriera, pero en realidad no hay ningún dato histórico que especifique si el pulgar hacia abajo significaba eso. Ni si quiera hay conocimientos sobre si había gestos en los anfiteatros.
Algunos historiadores creen que podría significar lo contrario porque el pulgar hacia abajo sería símbolo de guardar la espada y el pulgar hacia arriba símbolo de cortar la garganta. También podría ser al revés si tenemos en cuenta la interpretación cristiana: pulgar hacia arriba significaría salvar porque es levantar el dedo hacia el cielo, mientras que hacia abajo haría referencia al infierno.