May Oliver, ¿quién es la chica misteriosa de Los Planetas? Stéphanie Magnin habla del personaje de 'Segundo premio'
- Segundo premio es la (no) película de Los Planetas, representará a España en los Oscar
- Stéphanie Magnin interpreta a la bajista de la banda en la película de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez
May Oliver es el personaje más misterioso de Segundo Premio, la (no) película sobre Los Planetas que representará a España en los próximos premios Oscar. Desaparece en la primera escena, sin embargo su presencia es constante, parte del enigma que lo envuelve todo. Ella era la mujer que decidió que su anonimato valía más que la fama. Justo cuando el grupo estaba a punto de subir a lo más alto y convertirse en una de las leyendas de la escena musical española, la bajista tomó otro camino. “Fue una parte esencial del origen de la banda, pero creo que se dio cuenta de que para ella el éxito era otra cosa y quiso desmarcarse del entorno que rodeaba la música y de las drogas”, explica Stéphanie Magnin, actriz que se mete en su piel en la película dirigida por Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez.
“Ellos querían empezar los 27 grabando el mejor disco del mundo. Yo no. En esta historia, yo soy la que no está”, así comienza la (no) historia de May Oliver. Para muchos, la bajista y una de las tres patas fundacionales de Los Planetas pertenece al mundo de la mitología. Aquella chica que tocaba siempre de espaldas al público, derrochaba talento para la música, pero un día decidió cambiar de vida. “Estaba buscando su lugar en el mundo”, cuenta Magnin. Tras su marcha, apenas quedan imágenes de May Oliver. Celosa de su intimidad, a día de hoy, se sabe que está licenciada en Filología y que aún reside en Granada.
Construir desde el mito y el misterio
Dar forma a un personaje del que apenas se tiene información supuso todo un reto para la actriz, sin embargo, Megan supo darle la vuelta y aprovechando ese aura de leyenda que rodeaba a May Oliver. “He construido este papel desde el misterio, desde el mito”, confiesa. Desde luego, esa idea impregna toda la película. Segundo Premio no es un simple biopic para los fans de Los Planetas. La trama avanza con apariencia de documental, pero todo está envuelto en una especie de ensoñación. La leyenda de una banda, con todo lo que pudo suceder (y quizás no) y todo lo que sucedió realmente mezclándose en cada plano.
La actriz, curtida en la televisión, estaba trabajando en la serie diaria La Moderna cuando recibió la oferta para participar en el casting de la película. “Yo había hecho ya un casting para la anterior película de Isaki sobre el atentado en la sala Bataclán, pero no salió. Al año siguiente, volvieron a llamarme para su siguiente proyecto y entré de lleno en el proyecto”. Por entonces, apenas había escuchado a Los Planetas, pero su primo era un fan absoluto de la banda y decidió apostar por la película “a ciegas”, aunque supusiera tener que compaginar el rodaje de la serie y al película al mismo tiempo. “Es lo que más me gusta de esta profesión, un día eres una viuda rica, asesina y otro eres May de los Planetas y estás en Granada”.
El intercambio May Oliver - Stéphanie Magnin
Arrebatadora, libre, la película explora en lo más profundo de sus protagonistas, juagando con el sueño de una leyenda y el ambiente de humo y drogas de aquellos sucios primeros 90. “Yo no conocía la historia de May, ni la historia de Los Planetas, pero mi primo era muy fan y había escuchado algunos temas clave", cuenta la actriz. Para Magnin el guion supuso un reto para todos porque, aunque no hay referencias explícitas -nadie dice el nombre de Los Planetas, ni de ninguno de sus integrantes-, sí sentían "respeto" por interpretar a personas reales que aún viven hoy día.
A pesar del misterio que envolvía a su personaje, la actriz tuvo la oportunidad de hablar con la propia May Oliver a través de sus redes. “Contacté con ella por Instagram, le escribí un mensaje y le dije que estaba intentando construir algo desde la admiración, el cariño y luego hubo una conexión con más, pero me dijeron que protegía mucho su intimidad y no quise forzar nada, pero es verdad que dentro de mí tenía muchas ganas de saber más sobre quién era ella y de acercarme lo máximo posible a todo lo que ella me pudiese dar", recuerda.
Una chica de acentos
Su personaje también implicó para Magnin trabajar un nuevo acento, el granadino, aunque para esta malagueña de padre francés y madre italiana, el juego de los acentos le viene de niña. "En mi casa hay muchos acentos. De hecho mi hermano tiene un acento diferente al mío, porque mi hermano se fue a vivir a Francia con 16 o 17 años. Mi padre tenía un acento francés muy marcado y mi madre tiene un acento italiano-andaluz. Desde pequeños, mi hermano y yo imitamos muchos acentos y creo que hemos desarrollado oído. No sé si habré hecho el mejor acento granadino del mundo, pero estaba tranquila porque me sentía bastante libertad", explica.
Desde esa libertad, entre el sueño y la realidad, Segundo Premio se construye más allá de un artefacto fan. Es un documental íntimo que recoge los hechos que pudieron suceder y los que sucedieron realmente, para mezclarlos en el estallido de una banda de chavales de Granada que conquistaron la escena indie desde el corazón de Nueva York. Un tratado artístico sobre la amistad, la música y la creación que también es, en parte, un homenaje a May Oliver.