Fenómeno fan: la conexión entre los escritores y sus seguidores
- Las escritoras Elisa Victoria y Elísabet Benavent comparten sus vivencias con los fans durante el Día del Libro
- La cercanía de las redes sociales permiten al lector conocer al autor en su faceta más personal y cotidiana
Tres conceptos diferentes: lector, seguidor y fan. Un lector se cruza con un libro y lo lee con un interés que puede ir de desapegado a intenso. Luego pasa a otra cosa; otro autor, otro género, otra historia. Un seguidor, en cambio, es alguien que espera. Aguarda la próxima entrega de ese autor que un día le emocionó. Puede que el reencuentro le decepcione, pero siempre tendrá una consideración especial por aquellos libros con los que conectó.
Por último está el fan, entusiasta incondicional de la obra y el escritor, como un todo indisoluble. La simpatía que siente el fan se parece a un sano cariño platónico. Dos autoras cuentan en 'Página Dos' su experiencia de encuentro con los lectores: la valenciana Elísabet Benavent (también conocida como Beta Coqueta) y la sevillana Elisa Victoria.
Las redes sociales y los fans
Hubo un tiempo en que la literatura era un arte expresivo y un tranquilo campo de estudio; algo que se vivía en plácida soledad. A partir del siglo XX se añade otra capa; los libros entran de pleno en el terreno de la cultura popular y la industria cultural y, por tanto, de la comunidad. La revista Weird Tales o las novelas pulp de H. P. Lovecraft o Robert E. Howard y los clubs de fans de El Señor de los Anillos, Harry Potter, Juego de Tronos o Blackwater tienen un elemento en común: la pasión compartida.
La serialidad prolongada en el tiempo, el camino recorrido en grupo, las vivencias compartidas. La gracia de ser fan es conocer a otros fans, que añaden dimensiones y matices a la obra admirada. Las redes sociales han servido de punto de encuentro para lectores con intereses comunes a la vez que acercaban al lector anónimo a ese autor reverenciado que, quizá, tiene un perfil activo y responde si el admirador le escribe.
«Este trabajo es tan solitario», cuenta Elísabet Benavent en el programa, «que el Día del Libro, por ejemplo, se convierte en un descorchar la botella de brindar con los lectores. Te lleva a la realidad de quién está detrás de las páginas que escribes. Las redes permiten llevar una relación más allá de la literatura. No solo hablas de tus libros, compartes otras cosas de tu día a día.»
Elisa Victoria publicó hace unos meses Otaberra (Blackie Books). Explica así su experiencia con los lectores: «Hay quien viene a las charlas porque es un ambiente agradable, un buen plan social, confía en la editorial, algo así más genérico. Y luego hay personas que reconoces un poco más fans. Siempre tomo nota de cómo han percibido lo que he escrito.» Concluye Elísabet Benavent: «Hay que escuchar al lector, sobre todo para saber dónde te repites y también en las críticas malas, porque de las buenas no se aprende.»