'Tamaño natural', de Berlanga: historia de una película que parece una cosa y es todo lo contrario
- Berlanga iba a rodar en Barcelona, pero se fue a París para evitar la censura
- En este enlace puedes ver Tamaño natural, ya en el catálogo de RTVE Play
Se llama Michel, tiene 45 años, es dentista y está casado con una bellísima mujer llamada Isabelle, a quien no parecen importarle las infidelidades de su esposo. La vida del Michel no es tan perfecta como parece, pero logra darle nuevos bríos con un maniquí, al que mete en casa y del que se enamora. La madre de Michel acepta a su nueva 'nuera', pero los demás no ven esta situación con los mismos ojos. El hombre vive entregado a su maniquí, al que da diversos nombres, y valora en ella cualidades como su eterna juventud, su silencio y su feminidad, tan potente como artificial. Isabelle, mientras, sigue enamorada de su esposo y tomará una decisión tan arriesgada como peligrosa con tal de que vuelva con ella. Pero Michel pierde la cabeza y se convierte en víctima de sus propios delirios.
Con esta premisa, Luis García Berlanga se lanzó a dirigir un drama que se ha calificado de cruel: para muchos es una radiografía descarnada y descarada de una parte de la sociedad, en la que se critican temas como la soledad no buscada y la falta de comunicación sexual en el matrimonio. Aunque la trama invite a pensar en la parodia, la cinta es todo lo contrario: una seria mirada a lo que no se suele contar, a esas intimidades que nadie quiere que salgan del dormitorio. El director contó que su película aborda una forma tóxica de masculinidad, la del hombre que llega a la soledad cuando se considera víctima de ese ser biológicamente superior que es la mujer, lo que interpreta como un comportamiento misógino.
¿Por qué se rodó en Francia?
Tamaño natural es una coproducción de España, Francia e Italia. Se rodó en París y contó con un reparto de actores de distinta nacionalidad. Michel Piccoli es Michel, y completan el reparto principal la italiana Rada Rassimov, que interpreta a Isabelle; la veterana actriz francesa Valentine Tessier (Madame Bovary de Jean Renoir); y los españoles Queta Claver, Julieta Serrano, Amparo Soler Leal y Manuel Alexandre, que recibió excelentes críticas por su actuación. "Se dice que es mi película más internacional, pero no es cierto. Fue una historia que nació para España y se iba a desarrollar en Barcelona. Pero llegó una oferta para rodar en Francia y así esquivar la censura de aquí", contó Berlanga a RNE.
A vueltas con la muñeca
Costó mucho esfuerzo y mucho, muchísimo dinero, hacer la muñeca, a la que se estuvo dando forma durante año y medio. Se contó con especialistas del sector para intentar convencer al director, pero Berlanga no terminaba de encontrar la muñeca que quería: o bien tenía los pechos demasiado grandes, o bien tenía unos labios demasiado gruesos. La desesperación era tan grande que estuvo a punto de rodar sin ella, intentando sustituirla por una actriz. Por suerte tuvo su muñeca, el objeto que necesitaba para contar su historia, para reforzar ese tono tan intimista, e inusitado en su cine, que tiene la cinta.
La película costó ocho millones de pesetas, un presupuesto elevado para la época. El director solía bromear con esta cifra y siempre decía que con ese dinero hubiesen podido contratar a Brigitte Bardot. El estreno mundial fue el 21 de agosto de 1974, pero no fue lo esperado: la crítica la recibió con cierta indiferencia, lo que molestó más al director, que hubiese preferido la polémica. Aunque sí la hubo.
¿Machista o feminista?
El título, que invita a otras interpretaciones de tono erótico, levantó suspicacias y polémicas, igual que la historia central, no vista con buenos ojos en Italia. Berlanga dejó claro que no es una película erótica, a pesar de que así la consideraron en muchos lugares: en Londres, por ejemplo, se estrenó en un cine X, como película porno. El estreno en España fue complicado. Los españoles tuvieron que esperar cuatro años para verla en los cines: llego el 26 de octubre de 1977 en Barcelona y el 16 de enero de 1978 en Madrid. Los más impacientes cogieron el coche y cruzaron la frontera para verla, como otras cintas censuradas en España, en Perpiñán, en ese reducto de cine y libertad en el sur de la vecina Francia.
Durante años, la película tuvo mala fama y se llegó a decir que era machista y que cosificaba a la mujer. Pero con el paso del tiempo, llegaron nuevas miradas y la percepción cambio. Josefina Molina sentenció así. "Creo que en la película se analiza, mediante una anécdota afortunada, la historia intima del comportamiento repetitivo y nostálgico de los hombres hacia las mujeres, logrando así en mi opinión el film más claramente feminista del cine español", dijo durante la lectura de su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Fue en 2017, 43 años después de su estreno.
Historia de nuestro cine emite Tamaño natural y Pudor, de Tristán Ulloa, dos cintas con una temática común que entran a formar parte del catálogo de RTVE Play, junto a otras como Buscando a Eric, Alcarràs, Gordos.