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¿Te cuesta ponerte a estudiar? Aquí tienes 7 consejos para mejorarlo

  • El 90% de los estudiantes reconocen que no disfrutan, se agobian al ver que no les da tiempo a retener todo y finalmente se frustran
  • La psicóloga Patricia Ramírez ofrece 7 consejos para que mejores el estudio en 'Para Todos La 2'

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Para Todos La 2 - 7 consejos para estudiar mejor

Únicamente un 10% de estudiantes disfrutan con el estudio. El resto, aseguran no encontrarse a gusto ni motivados para ello. Dejan la materia para el último momento, se agobian porque no les da tiempo a absorber todos los conocimientos, y finalmente se frustran por no obtener los resultados que querían. Probablemente, tú seas uno de los que necesite ayuda para estudiar mejor, así que aprovecha los 7 consejos de la psicóloga Patricia Ramírez en 'Para Todos La 2'.

1. Conoce tu ritmo circadiano

Hay personas que estudian mejor de día y otras de noche. Lo primero que debes hacer es identificar en qué momento del día tienes mejor capacidad de concentración. Si tienes un estilo de vida que te lo permita, ajusta tu horario de estudio de forma que te sea cómodo y deja la tarea más complicada o que más esfuerzo requiera para tu período de máximo rendimiento.

2. Encuentra tu motivación

Es posible que tu motivación no esté en la propia materia de estudio. A lo largo de la trayectoria académica hay asignaturas que te gustan más y otras menos, pero debes superarlas todas para lograr tu objetivo. Puedes animarte si encuentras el sentido a lo que estudias o si piensas en todo lo que te viene una vez lo consigas. Aun así, también puedes tener un aliciente más sencillo como disfrutar de una buena cena o de un capítulo de tu serie favorita una vez termines tus obligaciones.

3. Ponte tiempos

El método Pomodoro es una gran alternativa para maximizar tu rendimiento. Se trata de establecer ciclos de estudio de 25 minutos con 5 minutos de descanso entre cada período. Durante el tiempo de trabajo céntrate única y exclusivamente en la tarea, así que desconecta del teléfono móvil y de otras distracciones. Si permites que cualquier tipo de entretenimiento interfiera en el estudio, por mucho que te quieras concentrar tu mente se dispersará con redes sociales, juegos o tiendas virtuales, entre muchos otros.

4. Medita a diario

Estudios recientes sobre la concentración exponen datos alarmantes sobre la incapacidad de jóvenes y adultos para mantener un interés y esmero sostenido por cualquier cosa. El abuso y el mal uso de la tecnología han sustituido a la lectura y han erradicado la aptitud de estar centrado más allá de un minuto. Si tienes FOMO, es decir, miedo a no estar presente en eventos o experiencias positivas, es posible que consumas mucha información en muy poco tiempo. Por este motivo, tiendes a simplificarlo todo, cosa que repercute negativamente en la calidad del estudio. Recurre a la meditación para trabajar la concentración profunda y así evadirte de las distracciones.

La meditación reporta cambios positivos y beneficios para el cerebro

Mujer practica la clásica postura de meditación.

5. Repetir para retener

La finalidad del estudio es instruirse, así que el aprendizaje tiene que ser significativo, es decir, debes entender lo que lees. Una vez comprendas el contenido, repítelo hasta memorizarlo. Para retener el temario, hazte esquemas, resúmenes, subraya lo importante, destaca las palabras clave y repite en alto.

6. Duerme bien y haz ejercicio

La memoria se consolida durante las fases del sueño, así que dormir poco es un grave error que no debes cometer. Necesitas descansar para recordar lo estudiado, así que pernocta entre 7 y 10 horas, que es lo que recomiendan los especialistas. La absorción de conocimientos será más productiva.

Igualmente, hacer ejercicio favorece también el estudio. La conexión entre la mente y el músculo es muy potente, ayuda a que tus funciones cognitivas, memoria, atención y concentración actúen a la perfección. Si practicas deporte es probable que tu cerebro trabaje mejor cuando estudies.

7. Edúcate tú mismo en valores

Aprende a ser disciplinado bajo el lema 'el deber antes que el placer'. No esperes que tus padres te atosiguen e insistan constantemente en que estudies. Te sentirás muy bien contigo mismo si te acostumbras a seguir una rutina, aunque sea mínima, y le dedicas cada día un espacio de tiempo a tus responsabilidades. El placer que tendrás de haber completado tus obligaciones será muy gratificante.