Todo lo que debes saber sobre la epilepsia

• ¿Se pueden sufrir crisis epilépticas sin tener epilepsia?
• ¿Cómo debemos actuar ante una crisis epiléptica?

En España sufren epilepsia más de 400.000 personas. Unsplash

¿Alguna vez has visto un crisis epiléptica y no has sabido cómo actuar? ¿Nos puede pasar a todos? Tras la tormenta enfoca su nuevo capítulo en un problema que afecta a más de 400.000 personas en nuestro país y nos enseña a lidiar con ello tanto si lo sufrimos como si somos testigos de ello.

Para hablar sobre este tema no se nos ha ocurrido nadie mejor que Jesús Porta, neurólogo y presidente de la SEN (Sociedad Española de Neurología), que nos explicará todo lo que debemos saber sobre esta enfermedad que afecta a casi un 1% de la población mundial. Además, un 25% de las personas que padecen epilepsia son niños pero entre tanta oscuridad también hay sombra. "La noticia bonita y buena es que prácticamente el 75% de todas estas personas con los fármacos antiepilépticos, pueden hacer una vida completamente normal", explica el doctor sobre las posibilidades de tratamiento.

¿Qué es la epilepsia?

La epilepsia es una enfermedad neurológica que afecta al cerebro y consiste es crisis y riesgo de sufrir una mayor actividad eléctrica dentro de la neuronas del cerebro de la corteza, que es la parte más exterior. Esta actividad eléctrica exagerada hace que se manifiesten síntomas como "movimientos generalizados". "Esto es como una persona dando patadas y puñetazos cuando se afecta toda la corteza. Lo que predomina es el sistema motor y se pierde la consciencia", explica Jesús sobre los síntomas que suceden.

¿Se pueden sufrir crisis epilépticas sin tener epilepsia?

La respuesta es que sí. Nadie está exento de sufrir una crisis epiléptica.

"A veces nos falta en la sangre, por ejemplo, uno de los iones que es el magnesio. Yo puedo tener una crisis en el contexto de la falta de magnesio, entonces yo no soy epiléptico. He tenido una crisis epiléptica producida por una circunstancia puntual. Si se corrige, yo no tengo un riesgo asociado a tener más crisis y por lo tanto no voy a tener ninguna más", explica el presidente de la SEN sobre tener crisis epilépticas en casos aislados.

Además, hay distintos tipos de crisis epilépticas como las idiopáticas o las sintomáticas. Las primeras son las crisis que no se sabe por qué se producen y al segundo tipo pertenecen aquellas crisis debidas a otra alteración. Por ejemplo, como consecuencia de un ictus.

Problemas asociados a la epilepsia y consejos para prevenirla

Lo primero que debemos aclarar es que los fármacos que se emplean para paliar los efectos de la epilepsia son eficaces para evitar que haya crisis pero no es la cura de la enfermedad.

Las crisis epilépticas son un reflejo claro de los síntomas de esta dolencia pero genera más problemas. Jesús Porta explica que los pacientes con epilepsia tienen mayores tasa de depresión y ansiedad, ambas pueden ser provocadas por los fármacos, por la situación vital o por la propia epilepsia. También destaca que se debe "tratar muy bien a los pacientes con crisis epilépticas" para evitar que tengan un síndrome de SUDEP, que es una muerte súbita. Aunque afirma que esto último es muy poco probable ya que "los neurólogos están muy concienciados".

Donde falta concienciación es en todo lo que podemos hacer para prevenir la epilepsia. Lo primero es mejorar la natalidad y entender lo importante que es para un ser humano su nacimiento y las secuelas que pueden dejar los sufrimientos fetales. En segundo lugar, debemos potenciar aquello que nos aporta salud cerebral como hacer ejercicio físico y evitar los factores de riesgo cerebrovasculares, diabetes o hipertensión, harán que disminuya la posibilidad de sufrir enfermedades neurodegenerativas.

¿Cómo debemos actuar ante una crisis epiléptica?

Puede que nunca nos veamos en la situación de presenciar una crisis epiléptica pero como cabe la posibilidad de que pase, ahí van unas claves para saber cómo actuar.

Como hemos dicho, una crisis se caracteriza por algo parecido a "espasmos" en el que el paciente mueve las extremidades sin control y puede acabar perdiendo la conciencia. Son momentos muy tensos en los que se tienen muchas dudas ya que es incómodo ver a una persona pasar por esa situación.

No debemos meterle nada en la boca. "Nadie se va a atragantar con la lengua, como se piensa tradicionalmente, durante la crisis", explica Jesús sobre una idea errónea extendida.

Llama al 112 y describe la situación.

Puedes poner una prenda de ropa debajo de su cabeza para que no golpee con el suelo.

Nunca se puede trasladar ni desplazar al individuo durante una crisis.

No debemos agarrar al paciente. Una crisis puede durar varios minutos pero agarrar o sujetar al paciente puede hacer que sufra daños físicos en hombros o extremidades.

Debemos esperar a que termine la crisis y entonces poner a la persona en decúbito lateral.

Por suerte, también contamos con la ayuda del que dicen, "es el mejor amigo del hombre".

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Pero en lo que respecta a los humanos debemos tener paciencia y esperar a que la crisis remita. No influir en el paciente y "tener sangre fría". Pese a que el momento es tenso, incómodo y complicado, nadie lo está pasando peor que quien lo sufre.