Liliana Pechené, líder indígena: 'Cuando fui gobernadora, luché para sacar a la mujer del espacio doméstico'

• Hoy hay en el mundo cerca de 5.000 culturas indígenas y representan el 5% de la población mundial
•  Sus principios se basan en un enorme respeto por el Medio Ambiente y por las personas mayores
•  Podéis ver Objetivo Igualdad el domingo a las 16h en Canal 24 horas y siempre en RTVE Play

Liliana Pechené, durante la entrevista.

Hasta 1991, los indígenas en Colombia no tenían derechos. “Se nos consideraba animales, seres incapaces, sin alma”, nos aclara Liliana Pechené cuando le preguntamos sobre la historia del pueblo misak al que pertenece. “Solo desde ese año” –se queja– “el Estado nos reconoce como ciudadanos y como seres humanos, así que ya no está justificada la violencia”.

La vida de los misak no ha sido sencilla, desde luego. Tampoco ahora lo es del todo y menos para las mujeres, a pesar de los avances. ”Hay una tradición todavía muy fuerte en nuestro pueblo, y es que las mujeres deben estar siempre agachadas, no deben levantar la cabeza sobre todo en ciertos momentos donde hay participación de hombres. Se debe tener la cabeza siempre sumisa. Esto es algo que a mí en realidad me ha incomodado mucho, y es que los mayores dicen "¡Us!", que es como agáchense, y es un término de poder, un término patriarcal con el que los hombres demuestran que las mujeres somos menos.

La igualdad está lejos

La igualdad, como vemos, está muy lejos de existir, pero poco a poco van cambiando las cosas gracias al esfuerzo de mujeres como ella, que fue gobernadora durante un tiempo. “La labor que realicé como lideresa y como gobernadora fue posicionar el papel de la mujer que no sólo está en las labores domésticas, sino en otros escenarios donde también podemos seguir aportando, seguir construyendo, porque los escenarios de igualdad en los pueblos indígenas… Todavía nos falta muchísimo”, reconoce.

Pechené ha participado junto a Ángel Sulub, del pueblo maya (México), en unas charlas organizadas por la Universidad Carlos III de Madrid a las que han asistido más de 3.000 alumnos de 11 colegios de la Comunidad de Madrid. El objetivo era hablar de sus culturas a los jóvenes. “Les hemos contado cómo es nuestra cultura, les hemos explicado que no somos pueblos de la prehistoria ni anacrónicos. Somos pueblos vivos, representamos alrededor de 5.000 culturas en el mundo y yo represento a una de ellas, y creo que ha sido una interlocución interesante con los niños y jóvenes porque están en una etapa de formación social importante y es fundamental que se conozca la diversidad desde las culturas existentes”, detalla.

Un mundo holístico

Cuando le preguntamos sobre las diferencias entre su cultura y las nuestras nos dice convencida que su mundo “es holístico y eso, generalmente, es muy cuestionado porque vivimos siempre bajo el método científico. Cuando nacemos nosotros, nuestro cordón umbilical es cortado de nuestra madre biológica y automáticamente enterrado en la Tierra. Entonces es una forma de ver un poco mucho más holística, mucho más relacional... No, no tenemos el consumismo como una base de nuestra sociedad. Por el contrario, creemos que siempre va a haber unos métodos mucho más naturales, y siempre nos vamos a esta inteligencia natural que tiene la tierra”, aclara.

Otra de las diferencias es que los misak ven a los ancianos como el futuro y a los niños como el pasado. Y consideran, además, que “las mujeres tenemos el poder de crear, de dar la vida y no solo biológicamente”. “Creo que el mayor poder que tenemos las mujeres y, en particular, las mujeres indígenas es que nos guiamos a través de unas energías que están aquí en nuestro ombligo, y que cubrimos con este cinturón”, explica señalando su cintura.

Si queréis conocer cómo es la vida de una mujer indígena a día de hoy, os sugerimos ver Objetivo igualdad de esta semana.