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Los secretos del Palacio de los Dávila en Ávila: desde su puerta oculta a los verracos

  • Dentro de la muralla de Ávila, los jardines privados del clero y de la nobleza eran vergeles ideados para mostrar su poderío
  • En 1541, el dueño del Palacio de los Dávila mandó a construir una puerta en la fortificación que rodeaba la ciudad pero le obligaron tapiarla

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El Misterio del Palacio de los Dávila: la puerta oculta y los verracos vetones
Imagen de la puerta y ventana del palacio Dávila.

El Palacio de los Dávila, ubicado en el corazón de la histórica ciudad de Ávila, alberga secretos y curiosidades que invitan a descubrir su fascinante historia. Este majestuoso palacio, además de ser una fortaleza medieval defensiva, es hogar de misteriosas esculturas conocidas como los verracos vetones y de una puerta secreta que se construyó en la muralla.

Levantado en el s. XIII, el palacio muestra elementos añadidos hasta el s. XVI y está construido en el mismo material que la muralla: piedra de granito. Su fachada occidental presenta ventanas geminadas en la planta superior y una portada gótica ojival y otra adintelada, fechada en el s. XIV. Los matacanes y merlones de su fachada septentrional dan idea de su carácter defensivo.

Según la presentadora de 'Jardines con historia’, Mónica Luego, en el casco antiguo de Ávila, en la zona cercada por la muralla, no había espacios verdes colectivos. Sin embargo, la paisajista e historiadora apunta que “sí existían jardines privados, pequeños vergeles, expresiones del poder del clero y de los nobles señores que habitaban palacios como el de los Dávila”.

De puerta a ventanal

En toda la extensión de la fortificación que rodea la ciudad, que mide 2.516 metros de longitud, hay nueve puertas que dan acceso al recinto interior. Una de ellas, la Puerta del Rastro, conecta con una calle próxima al Palacio de los Dávila, pero el que fuera su dueño en 1541 quería tener una entrada directa sus jardines.

Según cuenta la leyenda, Pedro Dávila, quiso abrir una puerta en la muralla para poder acceder directamente a su casa. Y lo hizo, pero sin permiso. “Una puerta en la muralla no es algo fácil de ocultar y cuando las autoridades del consejo se dieron cuenta, ordenaron que la tapiara”, explica Luengo. Despechado por la orden decidió construir gran ventanal y ordenó esculpir debajo la frase "Donde una puerta se cierra, otra será", que actualmente puede leerse.

Inscripción ventanal

Inscripción esculpida en el ventanal.

Esculturas enigmáticas

Otra de las curiosidades del jardín del Palacio de los Dávila son dos de los cuatro verracos vetones que antaño adornaban su fachada principal. “Estas curiosas esculturas con forma de cerdo, toro o jabalí están hechas de una sola pieza de granito y su origen se remonta a la época pre-románica, cuando los vetones habitaban estas tierras”, indica la presentadora. Y aunque no se sabe cuál es su significado concreto, “se cree que se usaban en actos funerarios o para delimitar territorios”, concluye.

Esculturas enigmáticas

Imagen de una escultura del Palacio.