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La Moderna

Mario cae en la trampa de Cañete: ¿qué pasará con él a partir de ahora?

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Cañete le tiende una trampa a Mario
Cañete le tiende una trampa a Mario

Cañete se ha convertido en el héroe de los seguidores de La Moderna. El jefe de camareros ha desconfiado de Mario desde el principio y, aunque durante un breve periodo de tiempo se ganó su confianza, lo cierto es que Cañete nunca le quitó un ojo de encima. Le parecía sospechosa su reaparición en la vida de Teresa justo en este momento, por eso no ha dejado de insistir hasta que finalmente le ha pillado. ¿Cómo comenzó todo? ¡Te lo recordamos rápidamente! 

Una oportunidad de inversión

Mario engañó a Teresa haciéndole creer que tenía un invento muy potente que cambiaría el mundo, el telecomunicador transportable. Un teléfono que te permitiría ir de un lado a otro y hacer y recibir llamadas sin la necesidad de estar en una casa o en un negocio. Una idea fantástica, pero para la que siempre necesitaba dinero. Primero fue para la patente, un dinero que le prestó Teresa. Después, consiguió liar a Elías, el trabajador más ingenuo de La Moderna, para que consiguiese la confianza del resto de sus compañeros, y juntos se animasen a invertir. Así fue como Trini, Miguel, Esperanza, Elías y Cañete, decidieron invertir en el telecomunicador transportable de Mario. Sin embargo, a pesar de sus ganas y su buena intención, Mario les informó de que necesitaban una participación más alta si querían formar parte del negocio. Una condición que le imponían sus jefes, según el vendedor de la tienda de gramolas. 

Mario engaña a los trabajadores de la galería

Parecía que los trabajadores de La Moderna se iban a quedar fuera del negocio cuando la propia Teresa dijo que invertiría todos sus ahorros para que el resto de sus compañeros pudiese participar en el negocio de Mario. Todos parecían contentos, Trini, Miguel, Esperanza, Elías, Cañete y Teresa, porque verían aumentar sus ahorros y podrían hacer una fortuna, y Mario, porque había conseguido engañar a “toda esa panda de bobos e ingenuos” y se haría con su dinero más pronto que tarde. 

La misteriosa desaparición del dinero 

Todo se complicó cuando desapareció el dinero de todos en el despacho de don Fermín. Teresa lo había dejado ahí a buen recaudo hasta que al final del día se pudiese reunir con Mario para hacerle entrega de la supuesta inversión. Sin embargo, alguien entró en el despacho del dueño del salón de té y cogió el sobre con todo el dinero de los compañeros. El culpable no fue otro que Cañete, que tenía la teoría de que esconder el dinero y retrasar su entrega a Mario, le haría perder los nervios y empezar a mostrar su otra cara. Y así fue, Mario pronto empezó a hablar mal a Miguel, Elías y Cañete, pero no solo eso, también hizo sentir culpable a Teresa, a la que trataba sin cuidado y solo por interés.

Perdió su máscara y poco a poco todos los compañeros de Teresa vieron como el dependiente de la tienda de gramolas perdía las formas y dejaba de ser el hombre amable y atento con todos que fue al principio. La única que seguía sin darse cuenta de los malos tratos que Mario mostraba en las últimas semanas era Teresa. La encargada seguía confiando en él al cien por cien, y como se sentía culpable, se veía en la obligación de ayudarle a buscar más inversores.

Cañete confiesa el robo del dinero perdido

Teresa se ofreció a hablar con algunos de los clientes del salón de té, e incluso con don Fermín. Se sentía presionada por Mario, que no paraba de echarle las culpas y de hacerla sentir mal. Ella se sentía en la obligación de conseguirle más dinero, y él se aprovechaba de eso para seguir haciéndola sentir mal y presionarla para conseguir lo que quería.

Cañete, mientras tanto, peleaba junto a Elías por encontrar el dinero hasta tal punto de amenazar a Mario con denunciar la situación a la policía. El dependiente no quería llamar a la policía para no descubrir su estafa, pero a sus supuestos amigos les decías que era para proteger la patente del invento y que ningún periodista o cotilla, se metiese en sus negocios y lo hiciese público. 

Amenaza tras amenaza, Cañete consiguió que Mario perdiese los nervios confirmando sus sospechas. Fue ahí cuando el jefe de camareros reconoció que había sido él quien había robado el dinero y que se lo daría a cambio de que se marchase de la vida de Teresa para siempre. Un trato sencillo y que, por supuesto, Mario no dudó en aceptar. 

La trampa de Cañete

Cañete prometió reunirse con Mario en el callejón para entregarle el dinero, lo que este no sabía es que todo era una trampa de Cañete para que confesase la verdad ante Elías y, aún más importante, Teresa. “Vayamos al grano. ¿Lo ha traído?”, le ha dicho Mario a Cañete. El jefe de camareros no ha dudado en enseñarle el sobre con el dinero, pero se lo ha quitado de las manos rápidamente impidiendo que lo atrapara. “Démelo ya, que este sitio no me gusta”, le ha dicho Mario. “Qué raro, porque hasta hace bien poco le encantaba este sitio, le encantábamos nosotros, le encantaba hasta yo”, le ha respondido Cañete. “¿Sabe una cosa? Desde que le conocí me cayó como una patada en el estómago”, le ha dicho Mario. 

Mario ha intentado coger el sobre, un intento que ha esquivado muy bien Cañete. “Júreme que jamás volverá a acercarse a Teresa”, le ha pedido Cañete. “¿Eso es todo? Se lo juro encantado”, ha respondido sin dudar Mario. “Teresa nunca ha sido el amor de mi vida, ni antes ni ahora ni lo será nunca, pero yo sigo siendo el suyo. ¿Cómo no iba yo a aprovechar esta situación?”, le ha explicado Mario a Cañete. 

Cañete le tiende una trampa a Mario

“No tengo la culpa de que Teresa siga viviendo los vientos por mí”, ha continuado diciendo Mario. “Es usted un payaso, aunque el único que se dio cuenta de la mentira. El único que se dio cuenta de que el telecomunicador transportable era mentira”, ha confesado Mario. Pero, por suerte, todo estaba planeado para que Teresa escuchase esa confesión. La encargada del salón de té ha bajado las escaleras para mostrar que había escuchado todo y no ha dudado en darle un buen puñetazo a Mario. 

Su exprometido ha aprovechado el dolor que el propio puñetazo le ha causado a Teresa y se ha intentado escapar cogiendo el dinero de Cañete, pero el jefe de camarero contaba con la inestimable ayuda de Elías y entre los dos han conseguido reducir a Mario y esperar con él en el suelo hasta que llegase la policía. ¿Qué castigo tendrá ahora Mario? ¿Volveremos a verle en La Moderna?