¿Sabías que hay microplásticos en los testículos?
- Aitor Sánchez sobre los microplásticos: "migran dentro del cuerpo y pueden afectar a otras funciones y también a la salud general"
- La alimentación influye en la salud sexual. El nutricionista te dice qué nutrientes y vitaminas debes incluir en tu dieta
¿Te lo creerías si te dijésemos que en los testículos, ya sean de animales o humanos, hay microplásticos? Un estudio ha señalado su existencia en todas y cada una de las muestras recogidas. Aitor Sánchez, nutricionista y tecnólogo alimentario, habla sobre esta investigación en su sección "Las penas se van yantando" en El gallo que no cesa.
Los microplásticos migran
Ya se había estudiado previamente el impacto que tenía estas diminutas partículas de plástico a nivel ambiental y el riesgo al que nos enfrentamos cuando los ingerimos sin querer. Sin embargo, esta investigación demuestra por primera vez que existe la presencia continúa en toda la población en lugares diferentes al aparato digestivo.
"Es muy reseñable que haya pasado al aparato reproductor y estos microplásticos migran dentro del cuerpo y pueden afectar a otras funciones y también a la salud general", afirma Aitor Sánchez.
Esta investigación podría ser una de las respuestas, según señala el nutricionista, a la bajada de la calidad seminal de los hombres y de la fertilidad en general del ser humano puesto que "cada vez nos cuesta más concebir por diferentes cuestiones de salud y medioambiente".
Evita estas manipulaciones de los plásticos
Según el divulgador no debes calentar productos que estén en contacto con el plástico, es decir, si vas a calentar un tupper de comida en el microondas es preferible que lo calientes en un plato.
También debes tener cuidado con la reutilización de ciertos utensilios de plástico, por ejemplo botellas o tablas de cortar: "con el uso prolongado acaban dañándose y es más fácil que ese plástico migre a la comida". Aitor Sánchez recomienda cambiarlos cada pocos meses.
Otro de sus consejos es minimizar la exposición a los plásticos que manipulamos y reducir la compra de productos procesados y envueltos en plástico: "insisto en la selección prioritaria de productos frescos y a granel en nuestro día a día".
Sin embargo, el nutricionista recuerda que "es un problema sistémico que va a estar presente en el medio ambiente y no nos obsesionemos tampoco en casa con una mala práctica en concreto".
Las claves de una buena salud reproductiva
Para tener una buena salud reproductiva es importante estar en un peso saludable en el que no acumules excesiva grasa visceral: "ya sabemos que el sobrepeso y la obesidad son condiciones que se asocian con el aumento de riesgo cardiovascular, pero de forma específica, afecta mucho a la salud sexual", señala el divulgador.
La alimentación también es clave puesto que el nutricionista afirma que se ha demostrado que seguir una dieta saludable mejora la vascularización de nuestro aparato reproductor y, consecuentemente, la fertilidad y la satisfacción sexual.
Por el contrario, "un exceso de grasa corporal desencadenaría el descenso de los niveles de testosterona y junto con un estado inflamatorio crónico favorece el desarrollo de trastornos de vascularización e irrigación sanguínea".
Aitor Sánchez señala la importancia de consumir alimentos que contienen sustancias fitoquímicas, es decir, compuestos bioactivos que hay en los alimentos con efecto antioxidante y antiinflamatorio como son el té verde, las manzanas o las frambuesas.
La alimentación debe ir complementada con un aumento en el ejercicio físico y dejar el alcohol y el tabaco: "eso sería un pilar clave".
Nutrientes imprescindibles
Por último y de manera más específica, Aitor Sánchez recomienda elaborar una dieta que garantice la disponibilidad de nutrientes clave: "la arginina o el óxido nítrico, por ejemplo, participan en este equilibrio de la vasodilatación y la vasoconstricción de nuestros tejidos".
Otros micronutrientes fundamentales que deben estar por su efecto antioxidante o por su participación en procesos clave de la maduración del organismo son el selenio, el hierro o el zinc. Hay que incluir también algunas vitaminas muy importantes, por ejemplo, en el embarazo y el desarrollo sexual: ácido fólico, la B12 o vitaminas grasas como la D y la E, estas últimas aumentando el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos como la nuez o el pistacho.
"Muchas veces lo importante es no tener un déficit de estos nutrientes, pero no porque nos hinchemos a un multivitamínico vamos a mejorar nada. Lo importante es mejorar los hábitos", apunta Aitor Sánchez.