'Muere otro día', de 007: Pierce Brosnan y Halle Berry rodaron en Cádiz como si fuera La Habana
- Última entrega de Pierce Brosnan como 007, con Halle Berry, Rosamund Pike y Madonna
- En este enlace puedes ver Muere otro día, ya disponible en RTVE lay
"Mientras estuviste fuera, el mundo cambió", le dice M a Bond. 14 meses estuvo 007 retenido en una cárcel de Corea del Norte, donde lo torturaron y a punto estuvo de morir. Terminó allí después de matar al coronel Moon y desfigurar la cara de su mano derecha, Zao. M cree que Bond no está en condiciones para cumplir la misión y lo desautoriza, pero él viaja a La Habana persiguiendo a Zao. Allí conoce a Jinx, una agente de la NSA y descubre el plan de Zao. Su aventura le llevará de Cuba a Islandia, intentando, una vez más, salvar al mundo. Muere otro día es la cuarta entrega de Pierce Brosnan como 007 y la última que hizo, algo que le dolió mucho. El director es Lee Tamahori.
Con esta película -la número 20 de la saga- termina una era Bond y comienza otra nueva con Casino Royal, ya con Daniel Craig. "Muere otro día se ubica incómodamente entre dos eras de películas de acción: el glamour suave y el heroísmo brillante de los Bonds anteriores y la seriedad descarnada y la geopolítica compleja de la próxima generación. Es el más ansioso de todos los Bonds y por eso lo adoro", decía el crítico de The Guardian cuando se cumplieron veinte años del estreno.
Junto a Pierce Brosnan vemos a Halle Berry, Toby Stephens, Rosamund Pike, Rick Yune, Michael Madsen, Will Yun Lee, Kenneth Tsang, Judi Dench, John Cleese, Samantha Bond, Emilio Echevarría y Madonna.
Halle Berry, una chica Bond con Oscar
El personaje de Jinx era un caramelo y para interpretarlo sonaron los nombres de actrices como Salma Hayek, Saffron Burrows y Sophie Ellis-Bextor. Halle Berry acababa de ganar el Oscar (algo que ni ella se creía: su reacción sigue siendo una de las más llamativas) por Monster´s Ball y sorprendió que eligiera ser este trabajo. "Cuando Barbara Broccoli, la productora, me propuso el papel, me explicó que yo sería una chica Bond diferente, mucho más activa y que trabajaría codo con codo con 007, que no sería una mujer florero. Eso me encantó y me animó a aceptar el papel". Pero lo que más emoción le causó fue recrear y homenajear a Ursula Andress en 007 contra el Dr. No, rodada 40 años antes. "Se me erizaba la piel solo de pensarlo, imagínate hacer esa escena tan icónica, que he visto miles de veces".
La famosa escena está ambientada en La Habana, pero se rodó en Cádiz. Se dice que el viento quiso tener su protagonismo y dificultó la filmación de algunas tomas e hizo que la actriz se abrigara con albornoz y toallas para no coger un resfriado. Pero lo peor estaba por llegar. Algunos fragmentos de una granada de humo salieron disparados al explotar y unos cuantos se le clavaron en los ojos, y tuvieron que hacerle una operación de urgencia para extraerlos.
De Rosamund Pike a Madonna
Muere otro día fue la primera película de Rosamund Pike, que hasta entonces solo había hecho televisión. Por eso se sorprendió tanto cuando en la prueba le pidieron que se quitara la ropa. "No recuerdo de dónde saqué aquella fuerza, pero pensé que si me iban a ver en ropa interior, más les valía darme el trabajo. No iba a quitarme el vestido en mitad de una prueba para que luego la cinta circulara por todo Los Ángeles y se me juzgara", cuenta la actriz. Ese día llevaba un vestido 'poco Bond', pero le dieron uno mucho más atrevido, y con menos tela, que finalmente aceptó ponerse y logró el papel de Miranda Frost, agente doble y campeona de esgrima.
Madonna interpreta la profesora de esgrima. Es la primera vez que un interprete de la canción principal interviene en la película. Pero con Madonna, rompedora de récords, siempre hay algo más. El vídeo de Die another day fue el más caro de la franquicia, ya que costó 6 millones de dólares, y el segundo de la historia, tan solo superado con el Scream de Michael y Janet Jackson. A Madonna le venía muy bien el papel en el saga Bond, ya que estaba casada con Guy Ritchie y tanto su acento, su forma de vestir y la decoración de su hogar eran puro estilo british. ¿Y hay algo más inglés que James Bond?
Cádiz es la Habana
Ante la imposibilidad de rodar en Cuba, los productores se fijaron en Cádiz, cuyas calles son un espejo de La Habana, como la Avenida del Duque de Nájera o la Puerta de la Caleta que salen en la película. Pero hay más. La playa de la Caleta es donde Bond ve salir del agua a Jinx y luego se toman un mojito en el Castillo de Santa Catalina, como si fuera un chiringuito de habanero. El hotel de 007 es en realidad el Balneario de la Palma, las escenas de las clínica se hicieron en el Castillo de San Sebastián y Bond conduce por las carreteras de San Fernando.
Rodando en casa
Muchas de las escenas londinenses se rodaron en Londres y vemos lugares como el hall del Blades Club, la sede del MI6, el Palacio de Buckingham, Green Park y Westminster. Destaca el imponente Reform Club, un lugar para caballeros, que se utilizó como plató para las escenas de esgrima. Las escenas ambientadas en Corea se falsearon rodando en lugares como Hampshire, Kent y Oxfordshire.
Gran parte de la acción transcurre en Islandia, donde el coche transparente se funde con el hielo, y para rodar se escogieron lugares como el impresionante lago glaciar de Jökulsárlón. El palacio de hielo tardaron en construirlo seis meses y está en Höfn. Además, vemos el glaciar Vatnajokull. Además se rodó en las vecinas Finlandia y Noruega, concretamente en el glaciar Jostedalsbreen. Como siempre, algunas escenas se hicieron en el estudio, como la escena de Bond surfeando una ola creada por Icarus: se filmó en pantalla azul con olas y un fondo creado por ordenador.
Los cameos
Es habitual ver cameos de gente que tiene una conexión con la saga 007. En esta ocasión vemos, entre otros, a Deborah Moore, la hija de Sir Roger Moore, que tiene un pequeñito papel como asistente de vuelo en el vuelo de British Airways. También tiene una breve aparición Oliver Skeete, el saltador nacido en las Indias Occidentales. El productor Michael G. Wilson es un aficionado a los cameos desde Goldfinger, pero este fue el primero acreditado.
Los inventos de Q
007 estrena 'juguetes' en cada entrega y en esta vemos algunos tan especiales como el reloj Omega con láser y detonador o la tabla de surf con compartimento oculto en el que lleva su Walther P99, explosivos, un cuchillo de combate y un dispositivo GPS. El almacén de Q es como el álbum de recuerdos de 007. En esta película vemos piezas muy especiales, como el jet-pack de Operación Trueno, y el zapato con veneno en la punta que lleva Rosa Klebb en Desde Rusia con amor. Pero lo más nostálgico y, a la vez, emotivo es el reloj que el inventor entrega a Bond. "Es tu reloj número 20, creo", le dice, haciendo referencia a que están en la vigésima entrega de la saga.
Estreno y taquilla
El estreno mundial fue el 18 de noviembre de 2002, en el Royal Albert Hall de Londres, con la asistencia de la reina Isabel II, el actor Roger Moore y Shirley Bassey, la cantante que mejor ha interpretado el sonido Bond. Todos esperaban el gran momento, el de ver a la reina del pop saludar, con reverencia, a la reina de los ingleses. Había mucho qué celebrar, Die another day es la película número 20 de James Bond y marcó el 40 aniversario de la franquicia. Y se celebró.
En el doblaje al castellano, escuchamos a Salvador Delgado que vuelve a prestar su voz a James Bond/Pierce Brosnan. La última vez había sido en GoldenEye, la primera película de Brosnan como 007. Como curiosidad, esta fue la primera vez que el agente secreto aparece con Barba. Se la deja en esos 14 meses a los que M hace referencia para decirle a Bond que el mundo ha cambiado y es una referencia a los atentados de Las Torres Gemelas de Nueva York, ocurridos el 11 de septiembre de 2001.
Muere otro día ya está disponible en RTVE Play, junto a otras películas recién llegadas como Confidencias a medianoche, El informe Auswich, Janis and John, Jumanji: bienvenidos a la jungla