Coque Malla, la historia de sus dos golpes de suerte, el flechazo de Macarena y una caída a los infiernos
- De estrella adolescente del cine y del rock de los 80, con Los Ronaldos, a su reinvención como cantautor
- Jorge, una travesía de Coque Malla (2024) es el nuevo documental de Imprescindibles
La de Coque Malla es la historia de una remontada épica. Estrella adolescente y deslenguada del rock español de los 80 con Los Ronaldos, un día decidió que algo había cambiado y que encontrarse a sí mismo como artista bien valía dinamitarlo todo por los aires. No es que estallase y diese un portazo de esos que rompen los cristales. Jorge simplemente tomó el camino natural de alguien que comienza demasiado joven.
Tenía apenas 16 años cuando arrancó su aventura en la popular banda de rock. Pero después de 11 años y 6 discos, sentía que tenía que contar otro tipo de cosas y emprender un nuevo camino. "Fue tristísimo, durísimo, pero fue el resultado de mucha búsqueda personal", confiesa en el documental Jorge, una travesía de Coque Malla, el nuevo Imprescindibles que puede verse en RTVE Play.
Dirigido por Cristina y María José Martín Barcelona, fundadoras de la productora Lasdelcine, el documental recorre, junto al artista, el auge, caída y resurrección de uno de los cantantes y compositores con mayor trayectoria de nuestro país, último ganador del Premio Ondas. Dani Martín, Iván Ferreiro, Leonor Watling, Leiva o Ray Loriga ayudan a calibrar la fe, el tesón, la ambición y la curiosidad que mantuvieron en pie a este artista que un día salto al vacío en solitario.
Un astronauta saltando al vacío
Aquel paso adelante, marcó un antes y un después en su carrera, pero también la caída en una de las etapas más oscuras de su vida. Para su primer disco en solitario, el músico madrileño no contó con el apoyo de ninguna discográfica, tiró de sus propios ahorros y hasta vendió su casa. Su primer disco reunían parte de las canciones que había compuesto en la etapa final de Los Ronaldos, pero que sabía que no encajaban con el estilo de la banda. Temas como La mujer sin llave, el primer single de Soy un astronauta más (1999), su debut en solitario, publicado en 1999.
"Era una canción que describía perfectamente mi momento de crisis en aquellos años", recuerda Coque Malla. Venía de tener una etapa casi de silencio, los medios parecían haberse olvidado de él. "Fue una etapa muy dura, muy triste, todo lo que me sujetaba saltó por los aires", recuerda Coque en el documental. Condiciones emocionales no demasiado propicias para sacar adelante una incipiente carrera musical.
Moteles de mala muerte y "la mili del rock"
Sin apenas repercusión mediática, Soy un astronauta más pasó casi desapercibido y, tras haber perdido hasta su casa, el dinero empezó a escasear. Es entonces cuando se plantea cambiar el formato de sus directos y reducirlos. Coque Malla ya no puede permitirse una banda y empieza a girar con quien hasta ahora había sido su pipa (el mozo que lleva y trae y deja apunto las guitarras), Alex Olmedo. Una lección de humildad que le hizo empezar otra vez de cero, pero a la vez "la mili del rock", como dice en el documental la periodista musical Arancha Moreno, para poder dibujar otra vez su camino y aprender de nuevo a conquistar la cima.
Tocando en bares de mala muerte, durmiendo en moteles de tercera, confiando en que la gente que apenas le prestaba atención en los directos, le escuchara. "Fue una escuela brutal, porque había que ganarse el silencio de la gente a cada nota y conseguir que la gente se callase a base de generar emoción y dar peso a la emoción. Es la etapa en la que aprendí a hacer eso", cuenta el músico. Tras años de aprendizaje en 2004 lanza Sueños, un disco en el que se perfila muy bien su renacer y en el que va dibujando a un rey destronado, describiendo lo duro que fue ser pasar de la luz y el foco a la oscuridad.
Y llegó Macarena: un flechazo y un amor
Con un aire de Brigitte Bardot de color cobrizo y mirada plena y luminosa, Macarena Cabo, la pareja de Coque Malla, con quien lleva catorce años de relación y dos hijos en común, aparece en el documental para contar su historia de amor, surgida de un flechazo de película. Su encuentro fortuito ocurrió en 2010, tras un concierto de Coque Malla en Avilés. Ella no era fan, pero lo conocía y había acudido a verlo con su, entonces, marido. "Fue antes de que diera el pelotazo de No puedo vivir sin ti. Al acabar el concierto salimos a tomar algo y en el bar en el que estábamos apareció Coque. Nos miramos durante un segundo. Fue muy rápido, cruzamos las miradas, no sé que pasó, al llegar a casa, le dije a mi pareja que me quería separar", recuerda.
Su relación pasaba por uno de sus peores momento y el hecho de que una persona se fijase en ella solo con mirarla, como cuenta en el documental, le removió muchas cosas. "Me di cuenta de que mi vida no tenía ningún sentido". Fue entonces cuando se puso a localizarle de todas las formas hasta dar con él. "Me di cuenta de que esa conexión que había sentido era real y que no solo me había pasado a mí".
Una tormenta Termonuclear
Conocer a Macarena fue un punto de inflexión personal y profesional para Coque Malla. "Esa época fue la tormenta perfecta. Ella influyó mucho en mi como en autor y la persona que soy ahora, cambié hasta la forma de subirme a los escenarios", recuerda. Una etapa creativa que le llevó hasta otro golpe de suerte, un reencuentro y un disco que lo cambiaría todo.
El 12 de marzo de 2007, Los Ronaldos, cuya relación de amistad siempre se mantuvo, decidieron ofrecer un concierto en la sala Joy Eslava de Madrid con motivo del 30ª aniversario de su primer disco del que salió el recopilatorio La bola extra con todas sus canciones emblemáticas. Quienes en la industria había perdido el rastro de Coque Malla volvieron a retomar el contacto con él. Es entonces cuando para él comienza a abrirse a nuevos proyectos discográficos. Bajo la producción de José Nortes, se publica La hora de los gigantes, de 2010, un disco con el que daría el petardazo definitivo gracias a "No puedo vivir sin ti", un éxito absoluto que abrió la puerta definitiva al reconocimiento.
El rey ha vuelto a soñar
En los últimos diez años, discos como Termonuclear, Mujeres, El último hombre en la Tierra o El astronauta gigante han forjado un camino sólido y reconfortante, por fin, para Coque Malla. Ya no es un astronauta más en el universo musical, ha creado su propio sistema de galaxias, armado con sinfonías muy potentes, canciones desgarradoras, intensas y confeccionadas sin miedo ya al salto al vacío. Hace tiempo que la red de seguridad es incontestable. Manteniendo a la parroquia de toda la vida, la de quienes le vieron en los bares de mala muerte, y la de quienes ahora se suman para corear sus canciones en los grandes palacios de la música. El rey ha vuelto a soñar.