El creador vasco Eduardo Sourrouille despliega su enigmático imaginario en 'Metrópolis'
- Eduardo Sourrouille se ha convertido en un artista de culto y en fuente de inspiración para las nuevas generaciones
- ‘Metrópolis’ recorre la trayectoria del creador vasco en un capítulo monográfico que se emite la noche del lunes 24 de junio a partir de las 00.50 h en La 2
Con un tono de eternidad, las oníricas imágenes de Eduardo Sourrouille (Basauri, 1970), reflexionan sobre el deseo, la representación del ser humano y los vínculos afectivos. El protagonista de sus narrativas es el cuerpo del artista, acompañado por personajes simbólicos y ambientes de ensoñación. Sus proyectos poseen una inspiradora carga filosófica, que conecta con las generaciones más jóvenes.
Partiendo de la muestra ‘Varietés’ (Sala Rekalde, Bilbao), se analizan las temáticas de su iconografía: la teatralidad, el deseo, la sexualidad y la lucha social e individual. ‘Varietés’ transformó la sala de exposiciones en un espacio escénico dividido en actos teatrales para acoger las diferentes etapas de su trayectoria. En este capítulo monográfico, Eduardo Sourrouille desvela a ‘Metrópolis’ los secretos de su práctica y la alquimia de su taller.
Voyerismo y referentes literarios
El programa descubre a los espectadores la faceta más íntima del creador en la soledad de su estudio, un taller que en sí mismo es un espacio mágico y teatral, concebido como un gabinete de maravillas, y que sirve de escenario para realizar todas sus piezas. Eduardo pasa muchas horas inventando escenas y recreando situaciones que formarán parte de sus trabajos.
Durante la pandemia, recluido en su casa-taller, acompañado únicamente por sus objetos, muñecos, máscaras y maniquíes, al creador vasco fue capaz de concebir películas y fotografías, impregnadas de la energía de sus referentes literarios, artísticos y filosóficos: Cocteau, Artaud, Bellmer, Barthes, entre otros muchos.
'Varietés'
La exposición retrospectiva 'Varietés' (2024), que pudo visitarse en la Sala Rekalde, se concibió como un ensayo, como un relato autobiográfico. En distintos episodios se narraban las vivencias y el imaginario del artista. Este ensayo biográfico lo convertía en ocasiones en un voyeur. El observador y el observado se fundían en un espejo de introspección y autoexploración. En ese espacio teatral estaba rodeado por compañeros de reparto, un grupo de artistas comediantes.
La exposición se organiza en diferentes series realizadas por el artista en los últimos años. Cada serie representa un acto dentro del espectáculo teatral, en el que el público puede participar.
- ESCENA. Escaparate: Dos imágenes míticas de la historia de la fotografía se replican. Bellmer y Newton se recrean con sus muñecas.
- ACTO I (Cáscaras): Una selección de autorretratos donde el artista se encarna en una ‘doble-falsa’ imagen.
- ACTO II (Dibujario): Se presenta el diario de dibujos. Un ejercicio de dibujo-autorretrato cada día, sin mirar el papel, observando el reflejo en un espejo.
- ACTO III (Rutas de pasión): Serie de fotografías-viñetas que se desarrolla en varios capítulos partiendo del libro ‘Fragmentos de un discurso amoroso’ de Roland Barthes. Se plantea cuestionar el relato imperante de la narración de las relaciones amorosas-
- ACTO IV (La comedia del arte, La Troupe): Grupo de intérpretes atrapados en sus cuerpos articulados y escondidos en sus máscaras. Es la representación del mundo del arte, La comedia del arte.
- ACTO V (The Red Shoes): Una propuesta fotográfica escenificada, inspirada en la película de igual título y en el cuento de Andersen. El artista inventa nuevas escenas y plantea una revisión del cuento.
- ACTO VI (Affectée): Cinco videos, auto-coreografías tragicómicas, realizados para un concurso coreográfico en época de confinamiento. A través de la ilusión, el humor y el amor, los actores desarrollan un baile evocador y artificial inspirado en míticas piezas musicales: Swan Lake, Cascanueces, Libertango, Vogue y Fandango.
Fusionar el arte y la vida
Eduardo Sourrouille ha construido su carrera a fuego lento, deleitándose en la creación, fusionando arte y vida. Desde que se licenció en 1993 en Bellas Artes por la UPV-EH, en la especialidad de Audiovisuales, no ha dejado de exponer en las instituciones y en las ferias de arte más relevantes, sin perder su compromiso con una manera de trabajar autorreferencial, íntima y solitaria.
La extensa entrevista que el artista ha concedido a ‘Metrópolis’ atesora un gran valor documental. Permite adentrarse en el imaginario de un artista con un universo propio, poético y provocador. Sus míticas imágenes dobles, en las que reflexiona sobre la construcción identitaria, el ‘Dibujario’ (trazos sin mirar el papel partiendo del reflejo en un espejo), o la serie de fotografías-viñetas dedicada a ‘Fragmentos de un discurso amoroso’ de Roland Barthes constituyen ya aportaciones clave al arte contemporáneo español más reciente. En definitiva, una puerta al universo onírico, visionario y escenográfico de Eduardo Sourrouille.