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Sol Picó, bailarina: "El cuerpo me habla, ahora me dice que respete mis límites"

  • La bailarina y coreógrafa Sol Picó visita 'Culturas 2' para repasar su trayectoria y celebrar el 30 aniversario de su compañía
  • La artista representará el espectáculo 'El combate del siglo' el 28 y 29 de junio en el marco del Festival Grec en Barcelona

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Culturas 2 - Sol Picó

Después de toda una vida dedicada a la danza con pasión y fuerza, la bailarina y coreógrafa Sol Picó ya es toda una leyenda. Este año, celebra el 30 aniversario de su compañía, con la que ha hecho más de una treintena de espectáculos donde el humor, la emoción y la catarsis siempre han estado presentes.

En ‘Culturas 2’, programa disponible en RTVE Play, Sol Picó afirma que el cuerpo es un templo sagrado maravilloso que todos deberíamos escuchar más: “El cuerpo me habla, ahora me dice que respete mis límites”. Después de una grave lesión de rodilla, la bailarina sigue en activo, pero reconoce que los profesionales del mundo de la danza suelen estar “predispuestos a extrapolar sus límites, porque nos vemos capaces de todo”.

La danza es mi mejor manera de comunicarme con el mundo

En la trayectoria profesional de Picó ha habido tiras y aflojas, pero nunca nada la ha hecho caer. “Me motiva la pasión”, dice. “Creo, compongo y construyo por necesidad. La danza es mi mejor manera de comunicarme con el mundo”, añade.

Para celebrar los 30 años de la compañía, Sol Picó representará el espectáculo 'El combate del siglo' el 28 y 29 de junio en el Festival Grec. “Yo me siento un poco derrotada ya”, confiesa la bailarina. “Pero voy a sacar fuerzas para darme cuenta de que todavía no”, expresa.

Cuatro ciudades que marcaron su carrera

La bailarina y coreógrafa Sol Picó, Premio Nacional de Danza nombrada por el Ministerio de Cultura, cuenta que su aprendizaje profesional y emocional se forjó en cuatro ciudades del mundo: Alcoy, Barcelona, París y Nueva York.

Su pasión empezó en Alcoy, su ciudad natal, un municipio de la provincia de Alicante. “Mi madre, que era una señora muy inteligente, vio que esos saltos y carreras por el pasillo había que focalizarse en algún lugar y me propuso la danza”, recuerda. En Barcelona, la artista cuenta que se sintió muy arropada profesionalmente, mientras que París “fue la ciudad del ‘no’”. “La cultura del fracaso hay que contarla, porque existe dentro del posible éxito”, manifiesta.  Y, por último, Nueva York, que Picó destaca por su despertar a nuevas técnicas y su actuación en el Dixon Place.