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El fisioterapeuta que fue clave para que España ganara el Mundial: "Gracias a él volví a jugar como quería"

  • "Casi que me hubiesen descartado", asegura Iniesta sobre su reticencia a hacerse pruebas en el Mundial
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Iniesta en el primer partido de España del Mundial de 2010
Iniesta en el primer partido de España del Mundial de 2010, contra Suiza Jamie McDonald/Getty Images

Era 11 de julio de 2010 y todos estaban pendientes de lo que ocurría en el Soccer City de Johannesburgo. La Roja se jugaba el Mundial en una tensa prórroga contra Países Bajos tras una primera y segunda parte sin goles. De repente, en el minuto 116 de la final, Andrés Iniesta lograba marcar y llevaba a España a la victoria. Él fue el artífice del gol que lo cambió todo, pero detrás de aquel tanto también se encontraba otra persona: Raúl Martínez, el fisioterapeuta de la selección. Sin él, nada de ello habría sido posible, como recuerda el documental Los secretos de La Roja. Campeones del mundo, ya disponible en RTVE Play.

"Me hubiesen descartado"

Iniesta llevaba unos meses difíciles. En marzo había sufrido una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha y, un mes después, una rotura del mismo músculo le había alejado del césped. "Uno de los momentos más difíciles. La vida me ha enseñado a no rendirme nunca", escribía el jugador en sus redes sociales. En el primer partido del Mundial ocurrió lo peor: España perdió inesperadamente ante Suiza e Iniesta recibió un golpe con el que volvió a aflorar su dolor en el muslo derecho.

"Me habría quedado ahí de la impotencia de ese momento", reconoce el futbolista en Los secretos de La Roja. Campeones del mundo. Aquello afectó duramente a Iniesta. "Vuelven todos los fantasmas, uno detrás de otro, un bucle muy negativo. Todo lo que le dices, no le convence", asegura en el documental Raúl Martínez, que estuvo a su lado para tratarle. Sus compañeros, como Iker Casillas, no sabían lo que pasaba de verdad, algo que el guardameta achaca a que es "hermético".

"Ese secretismo yo creo que es fruto de una situación más psicológica, y más teniendo el carácter que tiene, que no es una persona especialmente expresiva", apunta Martínez. "Cuando a Andrés le quitas su vía de expresión, él lógicamente se encuentra mal. No nos interesaba hacerle ver a Andrés que podía tener una lesión nueva, porque si hacemos una prueba y sale cualquier cosa, posiblemente se acabe de derrumbar y se acabó el Mundial", explica. Iniesta tampoco quería que le hicieran una prueba para averiguar lo que ocurría: "Seguramente hubiese salido algo y ya casi que me hubiesen descartado. Era como no querer admitir la realidad".

"Todavía está expectante"

"Yo recuerdo unos días difíciles, de no estar contento, de estar muy presionado, de dormir mal, de darle muchas vueltas a la cosa, de plantearte muchas veces trabajo…", rememora el fisioterapeuta de la Selección. "Mira, Andrés, esto es como acaba el Mundial", le llegó a decir en un momento dado al futbolista. Fue clave. "Por lo que sea, le debió de gustar. Le debió, de alguna forma, llamar la atención. Dijo 'venga, vale, vamos'. Hay un momento donde llego a trabajar esa zona y cuando trabajo esa zona, se produce una liberación. Una liberación es una ganancia de movimiento en una estructura que no se mueve. Él todavía está expectante. Andrés es todo menos euforia", recuerda.

Por suerte, Iniesta se recuperó. "Como he dicho alguna vez, da en la tecla y fue inmediato. Yo sentí una libertad en el músculo, una libertad a la hora de moverme, de correr, que era la que no había tenido hacía tiempo", asegura el futbolista. Iniesta tiene claro que la labor de Raúl Martínez resultó fundamental: "Gracias a él volví a jugar como quería".