La karateka española que ganó un oro en Japón y tuvo prohibido celebrarlo con público

• Sandra Sánchez no pudo celebrar su triunfo en Tokio 2020 como le hubiera gustado.
• La verdad de las noches en la villa olímpica... ¿hay juergas?

¿Por qué la karateca española Sandra Sánchez no vivió su triunfo en los JJ.OO. como le hubiera gustado? RTVE

De las tres medallas de oro que ganó España en los últimos Juegos Olímpicos celebrados en Tokio, una se la debemos a la karateka Sandra Sánchez, quien se hizo con la victoria en la categoría de Kata. El éxito fue todavía mayor tras ganar en el primer año en el que el kárate competía en unas olimpiadas y en el lugar donde se originó este deporte. Sin embargo, ella no lo pudo celebrar como le hubiera gustado. ¿El motivo? El COVID. 

Sandra Sánchez ha visitado La Matemática del Espejo, el programa de La 2 presentado por Carlos del Amor, para recordar su paso por los JJ.OO.: “Fue increíble”. Sin embargo, hay una espinita que la karateca lleva dentro y es el no poder haber celebrado ese triunfo con público, ya que estaba prohibido por la pandemia: “No guardo esa sensación de cuando te dan ganadora y te das la vuelta y ver la reacción del público. Esa lágrima. Ese saltar. Esa alegría, ¿no? Entonces lo que tengo es lo que la gente me cuenta.”

“Si salías positivo en COVID o cualquiera de tu equipo no se competía”

La tensión y los nervios de aquel año en los JJ.OO. se intensificaron por culpa del coronavirus. A pesar de que se aplazaron un año por el confinamiento, la alerta seguía latente y las medidas en la villa olímpica eran estrictas: “Nos hacían test de Covid todos los días. Si salías positivo o cualquiera del equipo, no se competía. Perdías la posibilidad de competir en unos Juegos Olímpicos.”

Este no era el único requisito durante aquel 2021. La atleta tampoco pudo acudir a la ceremonia de inauguración de los juegos: “No nos dejaban. Por cuidarnos y que no hubiera contagio”. Ni tampoco a la ceremonia de clausura. Solo les estaba permitido entrar en la villa olímpica 5 días antes de su competición.

Pese a todos los infortunios, la karateca llevó a España a lo más alto y, aunque le hubiera encantado vivir los juegos sin restricciones, sin mascarillas y sintiendo el calor de la gente, disfruta cada día de aquel éxito que ya se ha convertido en historia de las olimpiadas.