Enlaces accesibilidad

Salzkammergut, una ensalada de cultura y paisaje

  • Una región alpina con 76 lagos, profundos valles, verdes montañas e históricas minas de sal
  • Los municipios de los estados de Alta Austria y Estiria se unen para ser Capital Europea de la Cultura en este 2024
  • Podcast: escucha el programa monográfico de Nómadas en RTVE Audio

Por
Schloss Ort, un palacio en el lago Traunsee.
Schloss Ort, un palacio en el lago Traunsee.

¿Quién dijo que la alta cultura es patrimonio exclusivo de las ciudades? ¿Cómo pueden las artes revitalizar, proyectar hacia el mundo y repensar un territorio eminentemente rural? Por primera vez en su historia, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión conceden el título de Capital de la Cultura a un conjunto de pueblos y pequeñas ciudades: 23 municipios austríacos pertenecientes al distrito montañoso de Salzkammergut, una región de paisaje alpino con altas montañas tapizadas de bosques, decenas de lagos, ríos y poblaciones sobradas de encanto.

Hasta allí viajamos en en esta edición de Nómadas que puedes escuchar en nuestro podcast.

Un paraíso que afronta su propio desafío este año: "sin una cultura del recuerdo no podremos dar forma al mañana ni entender el hoy", explica la directora de esta capitalidad, Elisabeth Schweeger, que nos invita a participar en un sinfín de actividades relacionadas con el arte: se trata de "poner el dedo en la llaga y echar un vistazo crítico a la sociedad".

Capilla de Santa Bárbara en la mina de sal de Altaussee.

Capilla de Santa Bárbara en la mina de sal de Altaussee. Foto: © Kernmayer / Salzwelten

La sal que adereza el paisaje

La sal siempre ha sido fuente de riqueza por estos contornos; todavía hay minas en explotación y algunas son visitables. La de Hallstatt, por ejemplo, es la más antigua del mundo. No muy lejos, en Altaussee, su intrincada red de galerías guarda el recuerdo del expolio y ocultación de obras de arte en tiempos de Hitler; una sórdida historia que a punto estuvo de acabar en la destrucción de todo el patrimonio al final de la guerra. Los nazis vieron frustrado su intento gracias a la perspicacia y valor de los mineros locales. "Por supuesto, también pretendían salvar sus puestos de trabajo. Si todo hubiera volado por los aires se habría acabado la extracción de sal", matiza Harald Pernkopf, responsable de comunicación de Salzwelten.

Si todo hubiera volado por los aires se habría acabado la extracción de sal.

Dana Rausch, mediadora artística del museo Lentos de Linz, plantea una reflexión previa: "¿cómo es posible que unas personas que cometieron asesinatos en masa también coleccionaran y valoraran las bellas artes?"

Noelia Torres de Glasser, guía oficial de Salzkammergut, en la plaza del ayuntamiento de Gmunden.

Noelia Torres de Glasser, guía oficial de Salzkammergut, en la plaza del ayuntamiento de Gmunden.

El oro blanco –aquí algo rojizo por la presencia de otros minerales– sigue latiendo en el corazón de estas colinas. La guía de turismo Noelia Torres de Glasser nos recuerda su origen: todo esto antes era mar. "Los Alpes se desarrollaron muchísimo después y la sal quedó compacta dentro de la montaña". Los habitantes del Salzkammergut comenzaron a explotarla hace muchos milenios, "primero como roca y después, introduciendo agua dulce para sacarla como salmuera". El paso final era cocerla para forzar el secado.

Ayuntamiento de Gmunden.

Ayuntamiento de Gmunden. Foto: Maxmann (Pixabay).

Gmunden, la ciudad de cerámica al borde del Traunsee

Nuestra ruta comienza en la escueta ciudad de Gmunden, asomada al imponente lago Traunsee y al macizo de Traunstein. Aquí no solo han vivido del cloruro sódico y la pesca; la elaboración de cerámica tiene siglos de tradición y su principal exponente es la fábrica Gmundner Keramik, que produce diseños con su exclusivo flameado verde. "Llevamos haciéndolos desde 1492. Todo está hecho y pintado a mano", recalca la trabajadora Eva Mistlberger. Ella misma nos acompaña hasta una exposición temporal, vinculada a la Capitalidad Europea de la Cultura, instalada en la propia factoría.

Detalle de la instalación

Detalle de la instalación "Moss People" de Kim Simonsson. Foto: Álvaro Soto.

Gente de musgo y otras propuestas

"Moss People" es un proyecto del artista finlandés Kim Simonsson basado en unos desconcertantes personajes infantiles de musgo. Acudimos a otros espacios de arte del entorno como la sala Blaue Butter, donde conocemos a la gestora cultural Friederike Reiter, responsable de una muestra internacional que ha reunido obra cerámica de artistas de la talla de Miquel Barceló. Sus piezas han compartido espacio con otras llegadas "de Japón, Irán, Corea, Gran Bretaña y Alemania".

No muy lejos, en un antiguo aserradero de Altmünster, la exposición Acta Liquida ha mantenido expuestas las creaciones de Heidi Zednik y Elza Grimm. "Mi propuesta es en parte abstracta", nos explica la primera, "pero ante todo es obra del lago Traunsee, porque me he basado en los filtros de una piscifactoría que atrapan el sedimento del agua". Grimm, artista audiovisual, centra su mensaje en el concepto de extinción a partir del reinanke, un pez endémico retratado en tres dimensiones que estuvo a punto de desaparecer de la región: "quería evitar contar la típica fábula en la que se humaniza a los animales, por eso he reflejado su mundo de la forma más realista posible".

El trayecto ferroviario más bello de Austria

A bordo del Regional Express del Salzkammergut llegamos a nuestra siguiente parada, el pueblo de Ebensee, tristemente famoso por un campo de concentración. El historiador Wolfgang Quatember, director de su memorial, detalla que los nazis lo levantaron en 1943, "así que fue un campo muy tardío si tenemos en cuenta que Mauthausen se creó en agosto de 1938". Hoy solo quedan los túneles en los que trabajaron los prisioneros.

Shiharu Shiota quería escenificar la ausencia de humanidad de forma dramática.

La directora de artes visuales de la capitalidad cultural, Simone Barlian, nos anima a asomarnos a esa colosal cavidad excavada en la roca. En su interior, la artista japonesa Chiharu Shiota ha suspendido largos vestidos femeninos en una densa y gigantesca estructura de hilos rojos que invita a reflexionar sobre nuestra posición en el mundo. "La ropa también representa una presencia en la ausencia", apunta Barlian: "Shiharu Shiota quería escenificar la ausencia de humanidad de forma dramática".

Simone Barlian, directora de artes visuales, ante la instalación de Chiharu Shiota.

Simone Barlian, directora de artes visuales, ante la instalación de Chiharu Shiota.

Bad Ischl, asueto de emperadores

Fue aquí donde el emperador firmó la proclama ‘A mis pueblos’, unida a la declaración de guerra a Serbia en 1914.

Continuamos viaje en la ciudad de Bad Ischl, elegida por la familia imperial como destino de vacaciones después de comprobar los efectos de sus salobres aguas medicinales. También es el lugar donde el emperador Francisco José se comprometió en matrimonio (y en tiempo récord) con Isabel de Baviera, alias Sissi.

Maximilian Habsburg-Lothringen, administrador de la Kaiservilla de Bad Ischl.

Maximilian Habsburg-Lothringen, administrador de la Kaiservilla de Bad Ischl.

El anfitrión en nuestra visita a la villa imperial es Maximilian Habsburg-Lothringen, actual administrador de la propiedad y descendiente directo de los monarcas. Ante la mesa de trabajo de su tatarabuelo subraya la relevancia histórica del mueble, pues fue allí "donde el emperador firmó una proclama titulada 'A mis pueblos', unida a la declaración de guerra a Serbia en 1914". Aquel fue el comienzo de la Primera Guerra Mundial.

Villa imperial de Bad Ischl.

Villa imperial de Bad Ischl. Foto: Elsemargriet (Pixabay).

Arquitectura de postal

"Nuestras casas típicas tienen mucha madera, la parte de abajo suele ser blanca y las contraventanas se pintan de verde". Sarah Schwarzlmüller, de la oficina de turismo de Bad Aussee, retrata el aspecto de estos pueblos tranquilos que conservan su alma original en medio de la naturaleza. En el suyo, de cinco mil almas, confluyen dos afluentes del Danubio. Podemos pasear hasta el puente de Mercedes, disfrutar de sus bosques y sumergirnos en el museo Kammerhof, una institución de respetable tamaño que exhibe en sus doce secciones toda la historia de la región. Su directora, Sieglinde Köberl, nos cuenta que el edificio "albergó en sus días las oficinas de la sal, fue el centro político y económico de Bad Aussee durante quinientos años".

Panorámica de Hallstatt, a la orilla del lago.

Panorámica de Hallstatt, a la orilla del lago. Foto: Duernsteiner (Pixabay).

Antes de llegar hasta aquí el tren ha hecho parada en la estación de Hallstatt, icónica población del Salzkammergut ubicada en la orilla opuesta del lago. Las mejores fotos se hacen desde el propio andén y para llegar al pueblo deberemos tomar uno de los barquitos que lo conectan con el Regional Express.