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Consejos para evitar falsos recuerdos

  • La psicóloga Patricia Ramírez da consejos sobre cómo contar recuerdos con la mayor veracidad posible
  • Los recuerdos pueden venir de interpretaciones personales, están cargados de sentimientos y son muy manipulables

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Para Todos La 2 - Consejos para no contar falsos recuerdos

Crees que tienes toda la razón del mundo cuando tiras de memoria porque piensas que lo que recuerdas se ajusta a una realidad objetiva. Sin embargo, tu cerebro está compuesto de recuerdos cargados de medias verdades, de emociones y de pegamento, que es todo aquello que añades para dar sentido a todo lo vivido con la finalidad de que encaje en tu manera de percibirlo.

Los recuerdos son muy manipulables, ya que tanto la misma persona como terceros pueden tergiversarlos. A lo largo de los años, generas una especie de narrativa a través de la cual los cuentas. Estos no son una copia literal de lo que pasó, porque cada vez que hablas sobre ellos puedes añadirles carga emocional, tanto tú como otras personas que participaron de esa vivencia. En 'Para Todos La 2', la psicóloga Patricia Ramírez da 4 consejos para evitar contar falsos recuerdos.

1. No te fíes de todo lo que recuerdas

A la hora de recordar el pasado, sobre todo cuando tengas que llegar a un acuerdo con alguien, como por ejemplo en una reconciliación o el reconocimiento de un error, no te fíes de todo lo que recuerdas. No creas ciegamente que rememoras al pie de la letra lo que viviste, porque lo normal es que esté tergiversado, por lo que has añadido, por lo que te han contado y por tus emociones.

2. Cuidado con tus interpretaciones

No solamente recuerdas, también interpretas. Y esas apreciaciones las tomas como certezas cuando en la mayoría de las veces no son tal cual crees. Al cerebro le gusta entender y encajar, de tal forma que lo que recuerdes tenga siempre un porqué. Cuando no tienes ese motivo o justificación, ¿qué haces? Te lo inventas. Y es probable que no sea con la intención de mentir, sino con la pretensión de entender lo que has vivido.

No te fíes de todo lo que recuerdas, puede estar tergiversado.

Representación gráfica del cerebro humano.

3. Vigila la fragilidad de la memoria con momentos emotivos

Recuerdas con más objetividad aquello que repites sin carga emocional, como la información para un examen. En cambio, si se trata de tu vida, como pueden ser conflictos, errores o agravios vividos, los recuerdos se desdibujan y dejan de ser imparciales. Esto puede servirte también para escuchar a la otra parte con más interés, curiosidad y neutralidad.

4. Encuentra soluciones

No tienes la verdad absoluta, y la otra parte tampoco. Por eso es importante que empatices con la otra persona, para comprender que es lo que quiere de ti, en lugar de aferrarte a tu verdad y querer tener la razón siempre. No importa quién tenga el mejor argumento, se trata de encontrar soluciones a los problemas.