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Don Fermín cambia el rumbo de La Moderna con esta decisión

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Don Fermín cambia el rumbo de La Moderna con esta decisión
Don Fermín cambia el rumbo de La Moderna con esta decisión

Si hay una norma que ha dado problemas en La Moderna, sin duda ha sido la de no tener a mujeres casadas en la plantilla. Trini está sufriendo las consecuencias desde el principio, Matilde se vio afectada también al casarse con Íñigo, y la última que ha llorado mares por esta norma ha sido Antonia. 

La veterana dependienta se ha comprometido con Pietro, su gran amigo, y tras mucho meditar la respuesta, y es que, para ella, casarse supondría dejar el salón de té en el que ha trabajado tantos años y quedarse en casa. Eso es lo que les tocaba a muchas de las mujeres de aquella época a pesar de necesitar más dinero para vivir. Pero en La Moderna se viven tiempos de cambio, y, por fin, vamos a deshacernos de esta complicada norma.

La norma más injusta de La Moderna

Para Trini está siendo un infierno ocultar que está casada, y más desde que Miguel, su marido, encontró trabajo justo en la librería que hay frente al salón de té. Por eso es una de las más interesadas en que esta norma desaparezca, y más ahora que se ha quedado embarazada. Lo que debería ser una alegría para un matrimonio se está convirtiendo en una pesadilla. Cada vez es más evidente que a Trini le pasa algo, náuseas, vómitos, las tremendas ganas de comer, los nervios… Pero nadie en La Moderna sospecha lo que pasa. El único que se ha dado cuenta ha sido Cañete. 

Por eso Trini encabezó la revolución para pedir que se quitase la norma de las mujeres casadas en La Moderna cuando vio que Antonia se comprometía. Si conseguían convencer a don Fermín de que esa norma estaba anticuada y las mujeres podrían seguir trabajando aun estando casadas, ella también podría continuar trabajando en el salón de té.

Antonia asumió que tendría que dejar su trabajo para poder casarse con Pietro, pero después se dio cuenta de que antes de tirar la toalla tenía que luchar. La más querida de las dependientas se atrevió a visitar a don Fermín en su despacho para pedirle que quitase la norma, pero él se mantuvo firme y confirmó que, aunque le apenara dejar marchar a Antonia, tenía que ser fiel a su norma.

Antonia y Pietro anuncian su compromiso a don Fermín

Pietro toma una decisión trascendental

El pastelero de La Moderna fue el primero en explicarle a su mujer que debía acatar la norma y seguir con su vida. Pietro intentó convencer a Antonia de que podrían vivir los dos con su sueldo, pero para ella el dinero no era lo único que importaba. La dependienta necesitaba sentirse útil y realizada, y no concebía una vida sin trabajar. Por eso, cuando entendió que con don Fermín estaba todo perdido, pensó en volver a trabajar limpiando hoteles por las noches, como cuando la deuda la ahogaba. Sin embargo, para Pietro esa no era una solución. La pareja apenas se vería cuando estuviese casada, y desde luego eso suponía un atraso para ellos. Fue entonces cuando a Pietro se le ocurrió montar un negocio juntos.

Según Pietro, él y Antonia podrían encargarse de un negocio cercano y montar una panadería propia. Serían sus propios jefes, Antonia podría trabajar, Pietro no abandonaría su profesión, y lo mejor es que ya no tendrían que separarse. A pesar de las dificultades que podrían tener y de que aceptar esa opción supondría invertir todos sus ahorros, estaban bastante seguros de que ese era el camino correcto. Por eso, Pietro no dudó en decírselo a don Fermín en cuanto tuvo oportunidad. Sabía que su jefe siempre le había apoyado y que entendería a la perfección que lo primero era cuidar ese amor que tanto les había costado conseguir. 

Pietro anuncia su marcha a don Fermín

Don Fermín abre los ojos gracias a Esperanza y Laurita

Doña Lázara y Teresa tenían una nueva tarea urgente: buscar al sustituto de Pietro. Era prioridad para el salón de té encontrar a alguien que estuviese a la altura del trabajo del gran maestro pastelero que había otorgado gran parte de la fama a La Moderna. 

Antonia trata de convencer a don Fermín por última vez

Mientras, un robo puso patas arriba el salón de té y todas las miradas apuntaron a Martita. La joven se había incorporado recientemente como ayudante de Esperanza y cuando despareció una botella del reservado todos pensaron que se trataba de Marta que volvía a las andadas. Todos menos Antonia y Esperanza que se encargó de llevar a cabo una exhaustiva investigación para descubrir quien había sido el verdadero ladrón. 

Cuando Esperanza acudió a contarle a don Fermín el resultado de su investigación, el dueño del salón de té se quedó verdaderamente impresionado por el trabajo de la jefa de la limpieza. “¿Sabe qué le digo Esperanza? Que el cuerpo de policía se ha perdido una gran detective con usted. Aunque para eso, deberían aceptar mujeres. Hay tantas normas que no tienen sentido…”, ha dicho don Fermín.  

Por su parte, Laurita también ha hablado con su tío y le ha echado una buena reprimenda. “No se lo tome a mal, pero ¿tan difícil es eliminar esa norma? Y no me venga con que es un agravio para las antiguas empleadas”, le ha dicho Laurita. La sobrina de don Fermín ha insistido en que debería preguntarle a alguna de las antiguas empleadas, como Matilde, si para ellas supondría un problema que ahora se eliminase la norma para así permitir a Antonia que se quede en La Moderna. Todos sabemos que, si se atreviese a preguntarle a Matilde, ella sería la primera en celebrar que esa norma desaparezca.

Laurita le da una buena reprimenda a don Fermín

Don Fermín apoya el cambio

Ha tardado en verlo claro, pero, por fin, ha accedido a cambiar la norma más anticuada de La Moderna. Don Fermín ha reunido a todos sus empleados para darles la buena noticia y las felicitaciones a Antonia y Pietro no se han hecho esperar. La pareja podrá continuar trabajando en el salón de té y mantener su día a día con la gran familia que han formado entre todos. Ahora solo queda saber cómo afectará todo esto a Trini y a su futuro en La Moderna.

Don Fermín elimina la norma de las mujeres casadas