Enlaces accesibilidad

¿Pueden los frutos secos prevenir alergias a mi bebé?

  • ¿Cómo debo dar frutos secos a un bebé?
  • Otras recomendaciones a tener en cuenta a la hora de alimentar a los más pequeños

Por
"Introducir frutos secos en la dieta de los bebés, a partir de los seis meses, podría prevenir el 77% de las alergias alimentarias".
"Introducir frutos secos en la dieta de los bebés, a partir de los seis meses, podría prevenir el 77% de las alergias alimentarias". RTVE.es/Unsplash

Los frutos secos tienen mala fama por las alergias que traen consigo pero, ¿qué piensas si te digo que dárselos a tu bebé puede prevenir sus alergias alimentarias? En Las penas se van yantando te contamos todo sobre el nuevo estudio británico que lo afirma.

El gallo que no cesa - Las penas se van yantando: Frutos secos para evitar alergias - Escuchar ahora

Aitor Sánchez cuenta que este estudio "sugiere que introducir frutos secos en la dieta de los bebés, a partir de los seis meses, podría prevenir el 77% de las alergias alimentarias hasta la adolescencia". Esto se llevó a cabo ya que se observó que en lugares donde los niños consumen este alimento a temprana edad, había menos casos de alergias. Pero la ciencia se debe al empirismo así que, manos a la obra.

¿Cómo se ha realizado el estudio? ¿Cómo se deben dar esos frutos secos? ¿Cómo afecta que el bebé siga con lactancia materna?

"Un estudio muy bien diseñado"

El estudio se basó en dividir a los participantes en dos grupos: el primer grupo consumió regularmente cacahuetes hasta los cinco años y el otro grupo evitó los frutos secos durante ese tiempo. Y los resultados que obtuvieron los investigadores aportó un dato y es que la ingesta de estos cacahuetes reduce el riesgo de alergia en un 81%.

Después, se le pidió al primer grupo que dejase de consumirlo durante un año, es decir, desde los 5 hasta los 6 años y vieron que tras ese "descanso" se mantenía la protección. "Si nos vamos incluso a la adolescencia, vemos lo mismo, que hay menos alergias entre quienes tomaban cacahuetes desde pequeños", explica Aitor.

Algo similar ocurre con el gluten. Se creía que retrasar su ingesta prevenía la celiaquía pero realmente, no tiene ningún beneficio preventivo. No se debe dar antes de los 4 meses pero sobre los 6 meses, iniciándose la alimentación complementaria, se podría dar ya un poco de pan.

¿Cómo debo dar frutos secos a un bebé?

Se debe hacer mediante cremas. Por ejemplo, la crema de cacahuete podría ser una buena opción y Aitor explica que la del supermercado valdría. "Lo importante es que quede bien triturada y que los trocitos no sean peligrosos. Simplemente hay que contemplar al cacahuete como un alimento más que se puede dar machacado como si fuese la manzana o el plátano".

Los frutos secos más saludables

Es paradójico ya que siempre hemos tenido ese temor de dar frutos secos a la población infantil por el miedo a las alergias o por los atragantamientos pero no siempre debe ser así. En Estados Unidos, por ejemplo, la salchicha es el alimento que más atragantamientos produce y "nadie se escandaliza". Está claro que los padres deben tomar precauciones y que no es sencillo porque no hay ningún calendario ni guía que te explique como debes hacerlo, por ello, debemos guiarnos por el sentido común.

Otras precauciones a tener en cuenta con nuestros bebés

Si nos ceñimos al tema de las alergias, lo conveniente es introducir alimentos de uno en uno en la dieta de nuestros hijos y esperar 24 o 48 horas a que no haya ninguna reacción. "por ejemplo, una macedonia con tres frutas nuevas. No sabríamos cuál nos da reacción".

Aitor Sánchez explica que otras precauciones a tener muy en cuenta son las que refieren a la masticación o deglución, es decir, dar siempre alimentos acordes a su desarrollo. O también, alimentos que no se recomiendan a edades tan tempranas, "por ejemplo, la leche de vaca no se recomienda hasta el año de edad porque si no podría interferir con la absorción del hierro del bebé".

Este tipo de introducciones en la alimentación como, por ejemplo, frutos secos o gluten es recomendable realizarlas mientras se mantiene la lactancia materna. "Así se reduce el riesgo de que el bebé sufra diabetes 1 o celiaquía. Y el mayor factor protector para disminuir el riesgo de celiaquía es que los bebés tomen leche materna y que lo sigan haciendo cuando empiezan a tomar el gluten".