Grafiti, 'Muelle' y Madrid son inseparables
- "Es una forma de expresión que está bien como está y que no esté permitido hacerlo, pero es imposible de erradicar"
- ¿En qué se parecen Muelle y Banksy?
Si viviste los años 80 en Madrid, hay un nombre que te erizará la piel. Muelle. Este escritor de grafiti se convirtió en una leyenda dentro del arte urbano e inundó las calles de la capital española con su nombre. El descubrimiento de una de sus firmas vuelve a abrir el debate del grafiti en nuestra sociedad. ¿Es un arte o solo "pintarrajean" paredes? En Mañana más descubrimos que puede que incluso haya un término medio.
Juan Carlos Argüello Garzo, más conocido como Muelle, fue el primer grafitero de España y se convirtió en un símbolo del arte urbano. Su muerte en 1995 nos quitó a un pionero y la eliminación progresiva de muchas de sus firmas hace que mucha gente ni siquiera sepa quién fue.
Está claro que su figura tiene algo de especial y para conocerlo, contamos con Francisco Reyes que es profesor de la UCM, investigador en grafitismo y cultura urbana y además, dirige el programa de Ritmo urbano.
Un tesoro bajo una pared madrileña que debe ser protegido
Este pasado mes de mayo durante unas obras en un edificio de la Cava Alta de Madrid se descubrió una firma de Muelle y el asombro fue general pues apenas quedan firmas o grafitis suyos. "El de la calle Montera, que no sé si lo habéis visto alguna vez, que es grande y rojo. Este que se ha descubierto ahora. Hay otro por ahí que tenemos dudas si es verdadero o falso y luego, hay una firma con rotulador en una columna dentro de un bar en Lavapiés".
Los vecino fueron avisados y Patrimonio Cultural de Madrid se ha comprometido a proteger la obra. De momento hay varias opciones para salvarlo entre las que se encuentran: llevarse ese trozo de pared. "Es demasiado agresiva pero sería la mejor, en realidad. La otra opción sería protegerla. De momento los vecinos han puesto un metacrilato que ya algún niñato se ha encargado de escribir encima, pero eso no va a llegar muy lejos porque se genera humedad", explica Francisco.
¿Era Muelle un artista?
El grafiti siempre ha estado entre el bien y el mal, el arte y vandalismo. Pero Muelle era una excepción. «Era un gran publicista porque empezó a hacer un tipo de graffiti sin molestar, como él mismo decía: "una firma decorativa que no genere un gasto". Entonces él pintaba sus muelles en sitios que no molestaban demasiado y como era el primero, de forma amable».
El grafiti hoy en día no es lo que era en la década de los 80, se ha profesionalizado, hay exposiciones e incluso hay grafiteros que viven de lo que pintan. Francisco nos cuenta que el grafiti tiene su parte aceptada por la sociedad y otra que ni lo está ni lo estará jamás. "Es una forma de expresión que está bien como está y que no esté permitido hacerlo, pero es imposible de erradicar", explica el investigador.
Cuando preguntamos a Francisco sobre si era un artista, nos cuenta que está preparando un documental, una exposición y un libro sobre Muelle y que en todo ese proceso ha entrevistado a más de 60 personas. «Consuelo Durán, de la casa de subastas Durán, está convencida de que Muelle es un artista. De hecho, ha vendido un montón de obras de Muelle. Buny, que es el escritor de grafiti que más ha pintado en la historia del planeta y de la humanidad, me dice: "¿Muelle? ¿Artista? No. Es uno como yo que escribía su nombre"».
¿En qué se parecen Muelle y Banksy?
Para Francisco, Banksy es el "Michael Jordan del grafiti, es un tío al que no reconocemos como parte de nuestro clan porque no ha escrito nunca nada, solo ha hecho plantillas. Una plantilla es algo que podríais hacer vosotros, lo que pasa es que se le tiene que ocurrir la idea pero no maneja los mismos códigos".
Muelle y Banksy, a priori, no tienen mucho que ver más allá del anonimato y de la clandestinidad. Aunque actualmente conocemos la cara y el nombre del autor madrileño no siempre fue así, "fue el primero y no tenía tampoco precedentes de cómo hacerlo, entonces iba improvisando un poco. Al principio guardaba su identidad de manera muy celosa".
Para gente como Francisco, involucrada con el mundo del grafitismo, Banksy es solo un producto que se aprovecha de la clandestinidad, de la noche, de ponerse y de lo llamativo del grafiti. Incluso nos propone una duda: "¿Y si no es un señor? ¿Y si es una agencia de publicidad que lleva muchos años operando?".