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'Sed de mal': la traición a Orson Welles, el misterio de Marlene Dietrich, un doble estreno y otras curiosidades del clásico 'B'

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Janet Leigh y Charlton Hesteon en 'Sed de mal'
Janet Leigh y Charlton Hesteon en 'Sed de mal' de Orson Welles

Orson Welles había rodado Otelo y Mister Arkadin en Europa, la primera en Italia y la segunda en España, y con Sed de mal retomaba el trabajo en Estados Unidos. Los productores de Universal solo pensaron en él como guionista y actor, pero Charlton Heston les persuadió para que le contrataran también como director. El actor era uno de los hombres más poderosos de Hollywood y solía tomar decisiones importantes en las películas en las que trabajaba. Se le respetaba, sobre todo porque era un imán para la taquilla y el público le adoraba. Acababa de estrenar Cuando ruge la marabunta y Los diez mandamientos y estaba ya preparando Ben-Hur, con la que ganaría su primer Oscar.

Orson Welles envejeció 20 años

Charlton Heston comparte protagonismo con Janet Leigh y Orson Welles, y con ellos vemos a estrellas como Marlene Dietrich y Zsa Zsa Gabor. Completan el reparto actores como Joseph Calleia, a quien vimos en Gilda, Akim Tamiroff, Joanna Moore, Ray Collins, Dennis Weaver, Joi Lansing, Valentin de Vargas, Mort Mills, Phil Harvey, Mercedes McCambridge y Harry Shannon. Welles está irreconocible en la película. Para su papel, el de un hombre 20 años mayor que él, necesitó una nariz falsa y casi 30 kilos de prótesis corporales y maquillaje.

Para contratar a Janet Leigh contactaron con su agente y este declinó la oferta porque pensaba que el sueldo era bajo. Pero Orson Welles envió una carta a la actriz en la que expresaba su deseo de trabajar con ella y diciéndole lo mucho que la valoraba. Ella, furiosa, le dijo al agente: "Idiota, trabajar con Welles vale más que cualquier sueldo".

Charlton Heston y Orson Welles en 'Sed de mal'

Orson Welles, director y protagonista, junto a Charlton Heston en 'Sed de mal'

Grandes estrellas, pequeños papeles

Mercedes McCambridge era una estrella con un Oscar por El político y una nominación más por Gigante, entre otros trabajos. Su presencia en la película es casi un cameo y lo hizo porque el día del rodaje estaba comiendo con Orson Welles y este la convenció para que hiciera una escena. El director le cortó el pelo y le puso una cazadora de cuero que había en el cuarto de vestuario, y todo para decir una única frase: "Quiero mirar".

Luego está la anécdota de Marlene Dietrich. Los productores se enteraron de su papel en la película cuando vieron que el equipo trabajaba a toda velocidad. La actriz accedió a interpretar a Tanya por su amistad con Welles: recibiría el salario mínimo y rodaría en una jornada. Pero Universal, pensando en que añadiría un plus a la película decidieron poner su nombre en los créditos y al hacerlo tuvieron que pagarle su sueldo. Su papel, aunque breve, es más relevante que el de Zsa Zsa Gabor, que aparece veinte segundos.

Sinopsis de Sed de mal

Mike Vargas, agente de narcóticos, y su mujer son dos recién casados que viajan en coche hasta Los Robles, en la frontera de Estados Unidos con México. Allí son testigos de una explosión, en la que muere un capo de la droga. Vargas enseguida se pone a investigar, trabajo que comparte con Hank Quinlan, el jefe de la policía local famoso por sus métodos poco ortodoxos y muy cuestionables. Pero la relación entre ellos deriva pronto en rivalidad, provocando una lucha descarnada para inculpar el uno al otro.

Orson Welles y Marlene Dietrich en 'Sed de mal'

Marlene Dietrich tiene un pequeño papel en 'Sed de mal', pero lo aceptó porque quería trabajar con Orson Welles

El doble autor de la novela

La película se basa, con mucha libertad, en la novela Badge of Evil, de Whit Masterson. Detrás de este nombre se escondían en realidad dos autores norteamericano, Robert Allison Wade y H. Bill Miller, que, curiosamente, escribieron varias obras con otros seudónimos, como Wade Miller y Will Daemer. Se conocieron cuando eran niños, estudiaron juntos en el colegio y la universidad y se alistaron a la vez en las Fuerzas Aéreas de los EE.UU.

Orson Welles, más que un director

Los problemas y discusiones entre Orson Welles y los estudios Universal dan para un libro: hubo varias versiones de distinta duración, debido a los cortes y 'recortes' que se hicieron. Cuando los productores vieron la película dijeron que era confusa y rodaron nuevas escenas sin que Welles se enterase y con un director diferente. Cuando la estrenaron fue un fracaso en taquilla y la crítica la tachó de basura. Welles, ajeno a lo que pasaba en Hollywood, estaba en España enfrascado en su Don Quijote, pero cuando regresó a Los Ángeles convenció a los productores para hacer otro montaje.

Se hizo, pero años más tarde y gracias a Charlton Heston, que conservó el documento que Welles envió a Universal con las indicaciones para el nuevo montaje. La nueva versión corrió a cargo de Walter Murch y se estrenó en 1998, 15 años después de la muerte de Orson Welles. "Me quedé estupefacto cuando leí sus notas, porque las escribió hace cuarenta años. Si esas ideas se escribieran ahora me parecerían igual de sorprendentes, sobre todo en lo referente al sonido", dice Murch. Esta nueva versión se iba a estrenar en Cannes, pero Beatrice Welles, hija de director, se negó y amenazó con denunciar al festival.

'Sed de mal' con Charlton Heston y Orson Welles

Un duelo interpretativo entre Charlton Heston y Orson Welles en 'Sed de mal'

El famoso arranque de Sed de mal

Uno de los puntos de fricción había sido el famoso plano inicial, que dura tres minutos y veinte segundos, que se tardó en rodar dos semanas. Welles solo quería que llevara sonido ambiente, pero los productores insistieron en que se colocaran los títulos de crédito iniciales y la música de Henry Mancini, decisión que se impuso finalmente. "Es un film de desarrollo tan impecable como brillante, sus cinco primeros minutos son ya una verdadera lección de narración alambicada pero tremendamente clarificadora", dice la revista Fotogramas. Mancini compuso solo dos temas para la película, que aparecerían a lo largo de la historia, dejando que los sonidos reales que salían de la radio, los altavoces o la jukebox completaran la ambientación.

Welles contra Universal

Casi toda la película se rodó en Venice, California, en vez de Tijuana, donde quería trabajar Welles. Se utilizaron localizaciones reales, aunque la idea original de los productores era la de utilizar solo decorados. El único decorado que se utilizó fue para la secuencia de diez minutos en el apartamento del dependiente de una zapatería mexicana. Otra de las anécdotas de la película la protagonizó el director, cuando empleó un día entero para preparar un plano. Los productores, desesperados por el retraso, se lo recriminaron y el dijo que ese plano correspondía a doce páginas del guion, por lo que había ganado dos días con respecto al calendario previsto.

El rodaje se desarrolló sin problemas, Welles terminó a tiempo y dentro del presupuesto, y los jefes del estudio elogiaron las tomas diaria. Se dice que el trabajo final no es la película que Orson Welles imaginó, es la que hizo para contentar a Universal.

Una película brillante

La gente no fue al cine a ver la película, a pesar del director y los protagonistas. Pero cuando se proyectó en la Exposición Universal de Bruselas de 1958 ganó el primer premio. Dos de los jueces eran Jean-Luc Godard y François Truffaut, que luego rodarían Al final de la escapada (1960) y Los cuatrocientos golpes (1959). En 2018, con motivo del 60 aniversario del estreno, se relanzó en algunos cines y la idea tuvo una excelente acogida. "Es de brillantez extraordinaria", dijo Variety. "Es la mejor película de serie B que jamás se haya hecho”, escribió Cahiers du cinéma. Sed de mal ya está disponible en RTVE Play junto a títulos recién llegados como A propósito de Henry, Mi querida cofradía, Carmen, Entre nosotras, Isla Bonita, Días azules.