Estas son las cuatro razones por las que debes ver 'Perdidos' en su 20 aniversario
- Perdidos, la serie que arrasó en los 2000, cumple este septiembre 20 años
- Javier P. Martín, periodista y creador del podcast Perdidas: we have to go back, nos habla de esta serie que ha pasado a la historia
¿Cuántas veces una serie te ha enganchado tanto a su historia de tal manera que le das vueltas a tu cabeza para encontrar la respuesta a sus enigmas?. No muchas, ¿verdad?. Pues Perdidos desató toda una locura en 2004, la audiencia trataba de resolver por su cuenta la trama en una época en la que no existían las redes sociales pero sí los foros, un lugar donde se aglutinaban todas las posibles teorías de los espectadores sobre los misterios de la serie. Uno de los que más indicados para hablar sobre esta serie es el periodista Javier P. Martín, creador del podcast Perdidas: we have to go back en el que colaboran Andrea Compton o Soy una pringada y donde se analizan uno por uno todos los episodios. Como invitado en Mañana más, ¿nos sabrá decir si vale la pena volver a ver la serie después de 20 años?
No ha envejecido tan mal
Tras 20 años desde su estreno, Javier P. Martín opina que la serie de sus sueños ha envejecido en ciertos sentidos, y no, no es porque sus capítulos sean muy largos ya que "ahora nos tragamos capítulos de Netflix de hora y pico", señala el periodista. Él se refiere a que las seis temporadas de Lost son "un poco la bisagra entre la televisión antigua y lo que vino después", es decir, entre las series del estilo de urgencias o crímenes que si te perdías algún capítulo no pasaba nada porque no perdías el hilo narrativo, y las series que denomina "hijas de Perdidos" , como es Juego de tronos, donde pestañeas y han ocurrido siete giros de guion distintos.
¿Con esto que nos quiere decir el periodista? Pues que hay episodios que, al volver a verlos, se ha dado cuenta que pasan sin pena ni gloria: "Ves un capítulo y dices <<Madre mía, no me ha interesado nada>>", y otros que narran unos "momentazos" como el clásico "We have to go back" que "siguen funcionando como un reloj", afirma.
Clásica pero innovadora
A pesar de ser una serie de aventuras con personajes clásicos -ya que tenemos el héroe, el canalla, la chica guapa o el trío amoroso-, lo cierto es que también fue la vanguardia en muchos aspectos. Por ejemplo: "Fue una de las primeras series que tuvo un casting muy, muy diverso racialmente en la Estados Unidos posterior al 11-S. Y hablaba de muchas cosas de ese país que estaba dividido, que tenía miedo a los iraquíes y ahí estaba Sayid".
Javier P. Martín también señala que Perdidos también fue una serie que introdujo la ciencia ficción pura y dura con viajes en el tiempo y demás "en una sociedad en la que la serie era para frikis y, poco a poco, hemos ido convirtiéndonos en mainstream". Es el caso de Marvel, por ejemplo.
Cambió la forma de ver televisión
Si quieres una razón para empezar Perdidos solo tienes que escuchar la locura que desató. De hecho, el cómico Berto Romero decía "Yo no he dedicado tanto tiempo ni esfuerzo a una relación con un ser humano como dediqué a esa serie. No había Instagram, había foros, yo entraba en los foros. Después de cada episodio, entraba en el foro, leía teorías, pero teorías de tíos que buscando combinaciones entre los números, sumándolos, multiplicándolos..."
Y es que en Perdidos "muchas veces había mucho más trabajo por parte del espectador que la propia serie. En ese sentido es más un fenómeno sociológico que un producto audiovisual", apunta el periodista. A lo mejor a día de hoy no encuentras tantos comentarios en redes sociales sobre la serie, pero sí que puedes unirte a la comunidad que han formado los seguidores del podcast de Javier P. Martínez.
Un final mal enfocado
Quizás no le hayas dado la oportunidad aún porque has escuchado que tuvo un final polémico. Sin embargo, el periodista aconseja tomarte Perdidos "como un juego" en vez de "me van a responder a todo" porque sí, en la serie se siembran más incógnitas de las que se responden: "La serie es muy, muy emocional. Está muy centrada en los sentimientos de los personajes y en los misterios que nos obsesionaron tanto y que, muchas veces, para los guionistas era lo de menos".