Roberto Verino: "Yo visto el alma de las personas"
- Repasamos su trayectoria, exploramos sus colecciones y descubrimos cuál es su futuro en la industria
- "Mis consumidoras son personas inteligentes porque saben entender lo que de verdad vale la pena valorar", argumenta
Roberto Verino es un genio de la moda que ha logrado captar la esencia de la elegancia y la sofisticación en todas sus creaciones. Su talento creativo se ve reflejado en diseños atemporales que combinan de manera perfecta la tradición con la modernidad, creando prendas únicas que destilan estilo y distinción.
Roberto Verino llegó al mundo de la moda de manera fortuita
El reconocido diseñador gallego nació en Verín (Ourense) en 1945. Tras finalizar sus estudios, emigró de su tierra hacia la Ciudad de la Luz para cursar bellas artes. ¿Por qué decidió irse a París? Para él, París sigue siendo un lugar de referencia. Pero en aquel entonces, más que nunca, París representaba la clave de su aspiración. Era el centro de su universo creativo.
Según ha explicado, en A toda moda, lo visualizaba como una excelente oportunidad para no conformarse con el estilo de vida que implicaba mantenerse en un ámbito académico tradicional. Se trataba de buscarse la vida en una ciudad diferente, en un país distinto, en un entorno muy ajeno al que había conocido.
Sin embargo, al ser él el tercero de seis hermanos y con todos ellos estudiando, tuvo que buscarse la vida para poder costearse sus gastos y no depender tanto de sus padres: “Era un dispendio que a mí no me parecía muy justo”, confiesa.
Como resultado de esta necesidad, encontró un empleo que transformaría su vida para siempre. “Me puse a buscar trabajo y tuve la suerte de encontrarlo en un ámbito que desconocía: que era el desarrollo del Prêt-à-porter”, explica.
Este sector se estaba iniciando y consistía en adaptar la alta costura a un enfoque más accesible y social. “Me parecía muy atractivo que pudiera llegar a ser consumido por más personas, aunque sea una inmensa minoría. Por tanto, entré en una empresa de moda, conocí el desarrollo y me cautivó”, ha indicado en los micrófonos de Radio Nacional.
Desarrollar una industria textil en un entorno rural
Tras enamorarse perdidamente de su oficio y dar sus primeros pasos en la industria de la moda, Roberto Verino se dio cuenta de una convicción. Para él, el verdadero triunfo no residía en la luminosidad de París ni en la consolidación de su carrera en el bullicio de la gran ciudad. Su anhelo más profundo era volver a su tierra natal para desarrollar su trayectoria personal y profesional allí.
"Logré conseguir un patrocinio que me permitió venir a desarrollar mi proyecto desde España, ya que también tenía un objetivo muy claro: evitar que la gente joven tuviera que marcharse a buscar oportunidades laborales lejos de su lugar de origen. Para mí, esto era fundamental. Creo que fue uno de los sueños que, al menos en este momento, más me gratifica haber alcanzado. Entrar en un entorno rural donde no había tradición industrial, especialmente en el sector textil, es una prueba de que la voluntad puede mover montañas. Aunque al principio supuso una dificultad, al final se convirtió en un aliciente. Enseñar a las personas desde cero implica un esfuerzo considerable, pero los resultados valen la pena”, afirma.
Gracias a su establecimiento Ourense, la ciudad ha logrado un lugar destacado en el mundo de la gracias a figuras como Roberto Verino, así como a grandes diseñadores como Adolfo Domínguez y Purificación García. Estos nombres han contribuido a que Ourense se considere una de las cunas de la moda en España.
El estilo Verino
Para el diseñador, es esencial atender las necesidades del consumidor, proporcionando diseños únicos y distintos que realzan la autoestima. “Yo visto el alma de las personas, porque lo que importa es que la persona lleve al vestido, no el vestido a la persona. Y eso es un ejercicio que está dentro de unas sutilezas que a veces uno no se da cuenta hasta que lleva un tiempo comprobándolo, asumiendo y aceptando que cada persona es diferente a otra y la forma de vestirse así lo evidencia. Por lo tanto, yo intento seducir a una inmensa minoría. Pero, esa inmensa minoría está siendo muy feliz con lo que yo les aporto y a mí me hace muy feliz que me sigan eligiendo”, expresa.
Asimismo, busca que la adquisición de sus prendas se perciba como una inversión en lugar de un simple gasto: “Si tú miras las veces que has puesto una prenda y la repartes por el precio que has pagado por ella, te sale muchísimo más económica que una de usar y tirar”.
Como resultado, el diseñador busca transformar los armarios en auténticos armarios emocionales. ”Cada vez que los abres y cada vez que vas a elegir una prenda, todas ellas te van a decir lo que ha ocurrido cuando te lo has puesto la última vez. Eso es como escribir casi un diario y recordarlo cada vez que lo ves. A mí me parece que nuestras vidas tienen que ser ejemplares. Y eso lo ves en cómo te comportas, pero también en cómo te vistes”, subraya.
En un escenario dominado por el fast fashion, la identidad se ha desvanecido en la adquisición compulsiva de ropa efímera, lo que lleva a una uniformidad en el estilo que hace que las personas se vistan de manera casi idéntica. El estilo verino te garantiza que “no vayas igual que todo el mundo”, expone el diseñador.
¿Cómo es la mujer a la que viste Roberto Verino?
Según el diseñador, su trabajo consiste en entender cuáles son sus necesidades, intentar anticiparme a ellas y ofrecer un buen crisol de ofertas que cumpla con las características, las capacidades y las posibilidades de cada persona. Además, confirma que no hay un consumidor más importante que otro, sino que todos merecen su interés y sobre todo su agradecimiento.
Aunque la marca cuenta con secciones tanto para hombres como para mujeres, su inspiración y la que predomina en sus colecciones es la figura femenina. "Mis consumidoras son personas inteligentes porque saben entender lo que de verdad vale la pena valorar”, argumenta.
Circular Creativity, la nueva colección de Verino para el 2024
Estos diseños quieren poner en valor la belleza de lo constante, la belleza de todo aquello inalterable que acontece cada temporada. Unas propuestas que, como apunta Verino, ya no se dividen en primavera-verano y otoño-invierno, sino que se organizan según el servicio, es decir, “tenemos entradas en la tienda durante los meses de noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, y así sucesivamente. De esta manera, nos acercamos a las necesidades del consumidor, ofreciéndoles productos específicos en cada uno de estos periodos que hemos establecido, ya que resulta más fácil para nosotros hacerlo en términos de meses”.
El futuro de Roberto Verino
Ante la inquietud sobre el rumbo que tomará la firma y los próximos pasos a seguir, el diseñador gallego tiene una visión clara y apasionada: “En principio, la intención es seguir mejorando, seguir buscando esa excelencia a la que nunca se alcanza, pero que es la única fórmula para que la ilusión no decaiga, para que el entusiasmo esté ahí y para querer ser mejores, consiguiendo que los consumidores estén cada día más convencidos de que Roberto Verino es un valor de verdad”.
Así que podemos estar tranquilos, porque la presencia de Roberto Verino en la industria perdurará por muchos años más.