Mary, Matilde, Mette-Marit, Máxima y Charlene: historias, anécdotas y renuncias de las reinas consortes
- Los inicios, curiosidades y renuncias de cinco reinas consortes sin sangre azul
- Disfruta del programa completo de Lazos de sangre, ya disponible en RTVE Play
De entre todas las monarquías europeas actuales, Matilde de Bélgica destaca por ser la única reina consorte con un origen noble. El resto de mujeres que ocupan las coronas del viejo continente nacieron plebeyas, sin sangre azul, alejadas de toda la educación y preparación que desde niñas se recibe para ser reinas.
Sin embargo, su origen no ha impedido que llegasen al trono. Estos matrimonios, surgidos del amor, son el reflejo de la renovación de la institución monárquica y su adaptación a los nuevos tiempos. En muchos casos, además, han sido ellas las que se han ganado el cariño de su pueblo, convirtiéndose en ejemplo de un comportamiento exquisito y demostrando merecer el lugar que ocupan en sus respectivos países.
En sus orígenes, sus historias de amor o su acceso al trono se esconden anécdotas, curiosidades y, sobre todo, renuncias que se desvelan en el último programa de Lazos de sangre, donde se les rinde homenaje. Estas son algunas de ellas.
Mary de Dinamarca
Mary Donaldson y Federico de Dinamarca se conocieron en Sidney, durante la celebración de los Juegos Olímpicos en la ciudad australiana. Mary trabajaba como directora de ventas de una agencia de publicidad cuando conoce al príncipe Federico en un bar, y ella misma confiesa que al principio no le reconoció: "La primera vez que nos vimos no sabía que era el príncipe de Dinamarca, fue como media hora más tarde, o quizás algo más, que alguien vino y me dijo: ¿sabes quiénes son estas personas?".
Casi cuatro años de noviazgo (uno de ellos llevado en secreto) preceden a una boda que se celebró el 14 de mayo del 2004. Para el papel de reina, debe prepararse mucho y hacer muchas renuncias: aprender el idioma danés con más de 30 años, recibir educación militar en un país extranjero, cambiar de religión para unirse a la iglesia luterana evangélica y renunciar a su doble nacionalidad australiana y británica.
Matilde de Bélgica
Matilde de Bélgica es la única reina consorte que proviene de una familia aristocrática. También se casó por amor, pero lo tuvo más fácil al haberse criado en un castillo. Ella llega a la vida de Felipe cuando su hermana los presenta en una gala benéfica. Tuvieron un noviazgo de más de tres años, pero fue completamente desconocido para el público hasta tres meses antes de su boda, celebrada el 4 de diciembre de 1999 en la Catedral de Bruselas.
Mette-Marit de Noruega
En multitud de ocasiones Mette-Marit de Noruega ha sido calificada como "la princesa que rompió barreras". Conoce a Haakon cuando ya es madre soltera de Marius, un niño de año y medio de una relación anterior, y rápidamente sale a la luz un pasado de sombras, con el mundo de la noche y el consumo de drogas entre sus antecedentes.
Mette-Marit y Haakon se conocen durante un festival de música y rápidamente se produce un flechazo entre ellos. Tanto es así que Haakon estuvo dispuesto a renunciar a sus derechos dinásticos por amor cuando se produjo el rechazo de la familia real noruega y la prensa amarillista comenzó a sacar los trapos sucios de Mette-Marit.
Tres días antes de su boda, sin embargo, dan un ejemplo de honestidad y toman el control de su propia narrativa cuando conceden una entrevista donde Mette-Marit asume todo su pasado públicamente: "Creo que mi rebeldía de juventud ha sido más fuerte que la de otros, para mí en esa época fue muy importante vivir al límite de lo aceptado. Tuve una vida nocturna muy intensa y frecuenté ambientes donde se experimentaba con todo y se traspasan ciertas normas".
Máxima de Holanda
"¿Máxima es menos sofisticada que otras? Cierto. ¿Menos medida que otras? Súper cierto. Es como ese potro estupendo desbocado pero que sabe perfectamente cuándo y cómo. Es una reina bailona, graciosa y divertida" cuenta Nacho Montes para los micrófonos del programa sobre Máxima de Holanda.
Una de las grandes curiosidades de su historia de amor con el entonces Príncipe Guillermo es que lo conoce en nuestro país, concretamente durante la Feria de Abril de Sevilla en 1999, cuando una amiga en común les presenta en una caseta.
La gran renuncia de Máxima de Holanda durante su noviazgo, boda y matrimonio con Guillermo vendría del lado familiar, cuando se vio obligada a no invitar a su familia al enlace . ¿El motivo? Era la hija de Jorge Zorreguieta, el Secretario de Agricultura durante la dictadura argentina de Jorge Viela, lo que supuso uno de los mayores inconvenientes de la realeza holandesa para aprobar su relación con el príncipe heredero.
Charlene de Mónaco
Charlene de Mónaco es, de entre todas las reinas y princesas de Europa, la que menos cómoda se ha mostrado con el nuevo papel que ocupa en la sociedad. Muchos han sido los problemas de salud, tanto mental como física, que la han acompañado en más de una década de matrimonio: ingresos psiquiátricos, hospitalarios, vacaciones que se extienden más de lo esperado y hasta un cambio de look con media cabeza rapada han protagonizado los titulares de los periódicos de la prensa internacional, pero la anécdota más curiosa nos llega de la mano de la periodista Mabel Galaz, que habla así para el programa de su matrimonio:
"Son un matrimonio bajo cuestión desde el minuto uno. Recuerdo cuando se casaron que unas horas antes la prensa francesa publicó que Charlene había intentado huir del principado. Que, de hecho, había llegado a Niza y que había intentado coger un avión y marcharse".