Los vestidos de novia de las bodas reales europeas, de peor a mejor

• El periodista y experto en moda Nacho Montes analiza los vestidos de novia de las reinas y princesas consortes
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El príncipe Felipe y Letizia Ortiz se abrazan tras su boda. RTVE

Uno de los grandes indicativos de la modernización de las monarquías europeas tiene que ver, precisamente, con ellas: de todas las reinas consortes de la actualidad solo Matilde de Bélgica, hija de condes, tiene un origen noble. El resto son plebeyas, pertenecen al otro mundo real: empresarias, periodistas e incluso monitores de gimnasio (en el caso de Daniel Westling de Suecia, príncipe heredero consorte) forman parte de las diez coronas europeas que permanecen en la actualidad.

En consecuencia, la mayor parte de los matrimonios de los que hemos sido testigos han surgido por amor, oficializándose en una serie de bodas reales sobre las que ha puesto el foco el analista de moda y periodista Nacho Montes para los micrófonos de Lazos de sangre, haciendo un repaso por algunos de los mejores (y peores vestidos) de novia de los últimos 25 años.

Mary de Dinamarca

"El traje de novia de Mary de Dinamarca era un traje demasiado clásico para ella. Con esta naturalidad, esta frescura que tiene. Era muy rancio de color, porque era un vainilla muy subido, casi antiguo. Llevaba, además, esa especie de plastrones de pliegue en la falda… Un traje demasiado cargado para ella, demasiado antiguo”. 

La boda de Federico de Dinamarca con Mary Donaldson

Su vestido nupcial fue diseñado por el danés Uffe Frank, discípulo de Giorgio Armani. Estaba confeccionado en un satén color perla, con las mangas tres cuartos y un escote barco que dejaba los hombros al descubierto.

Matilde de Bélgica

El encargado de confeccionar el vestido de bodas de la futura reina de Bélgica fue Edouard Vermeulen, que realizó un vestido sencillo y recto, cuya parte de arriba estaba cubierta por un abrigo abotonado de cuello chimenea y escote en pico.

Matilde de Bélgica durante su boda con el príncipe Felipe

Sin embargo, la sencillez de Matilde, que siempre ha caracterizado su estilo personal, ha sido criticada por nuestro estilista habitual: "es una mujer un poco sin sal, demasiado licuada a veces, y eso no sé si es demasiado bueno en una Casa Real. Hoy en día una reina tiene que tener mucha más presencia: en su físico, en su imagen, en todo".

Máxima de Holanda

Máxima de Holanda tiró la casa por la ventana y se casó con un diseño de Valentino que costó 100.000 euros y tardó tres meses en confeccionarse. Se trató de un vestido en seda mikado color marfil con mangas francesas, cuerpo liso y dos apliques de encaje a ambos lados de la falda, con una cola de cinco metros de largo y un velo de tul floral artesanal.

La boda de Máxima de Holanda con el príncipe Guillermo

"Lo veo un vestido muy impecable: toda la composición del vestido era brutal, pero llevaba ese cuello chimenea que favorece poco a las personas, y a las personas grandes menos todavía, porque te hace el cuello más corto y más ancho" comenta Nacho Montes.

Eso sí, la joya de la corona estaba en su tiara, perteneciente a la realeza holandesa, fue decorada con cinco estrellas de diamantes. 

Mette-Marit de Noruega

Mette-Marit se casa con Haakon en agosto de 2001 y elige para la ceremonia un diseño del noruego Ove Harder Finseth, con escote de barco y una falda con cola de tamaño medio.

La boda de Mette-Marit con Haakon, el príncipe noruego

"El vestido de Mette-Marit creo que le hacía un grandísimo favor, porque era un vestido muy lineal, con ese escote tan recto, con la manga perfecta… Llevaba muchísimos metros de tela pero muy bien estructurados, porque lo que hacía era un drapeado sin que pareciese un drapeado, tanto el cuerpo como la falda. Y el volumen de esa falda campana estaba muy conseguido a través de mucha tela en una multicapa. Era un buen vestido y un mal ramo”.

Victoria de Suecia

“Victoria seguramente sea la novia más ad hoc de su día. O sea, es la novia más novia. El vestido le sentaba maravillosamente bien y era algo que representaba mucho lo que era ella: lo que era ella físicamente, lo que era el reinado de Suecia, lo que era la Casa Real sueca y él, también muy de Suecia -porque iba de frac en su boda, que el frac es la máxima etiqueta en los hombres” comenta el analista de moda Nacho Montes.

La boda de Victoria de Suecia con Daniel Westling

El encargado de confeccionar el vestido nupcial de Victoria fue el diseñador sueco Pär Engsheden, realizado en tela satinada color crema con escote barco y una falda con una cola de cinco metros.

Charlene de Monaco

En el caso de la boda de Charlene con el príncipe Alberto de Mónaco hubo dos celebraciones. Una boda civil que tuvo lugar el 1 de julio de 2011 y una boda religiosa celebrada al día siguiente.

Charlene de Mónaco, durante su boda

"Iba vestida con un traje de Armani, precioso, que le sentaba muy bien. La verdad es que estaba muy guapa", comenta la periodista Pilar Eyre. Y no es para menos. En su confección, encargada al diseñador italiano, se emplearon 130 metros de seda duquesa de color blanco roto y requirió más de 2.500 horas de trabajo. Fue un vestido con escote barco y ceñido a la cintura con más de 40.000 cristales de Swarovski, 20.000 madreperlas en forma de lágrimas y 30.000 perlas doradas bordadas.

Letizia Ortiz, Reina de España

El príncipe Felipe y Letizia Ortiz, a su salida de la catedral de la Almudena tras contraer matrimonio EFE/BALLESTEROS

Hace 20 años, el 22 de mayo de 2004, el príncipe Felipe y la periodista Letizia Ortiz se daban el "sí, quiero" en la Catedral de la Almudena de Madrid. Para la ocasión, la actual reina consorte eligió al diseñador turolense Manuel Pertegaz. Se trató de un traje con manga larga, escote en pico y con un cuello chimenea, una cola de cuatro metros y medio y de color blanco perlado mate confeccionado con seda valenciana e hilo de plata de Tarrasa. El vestido es, cómo no, nuestro favorito.