Antonia y Lucía se enfrentan por Pietro en 'La Moderna'
- Lucía está dispuesta a luchar por el que todavía es su esposo
- Antonia no quiere renunciar a Pietro
- ¿Quién ganará esta batalla?
Antonia y Pietro son una de las parejas más queridas de 'La Moderna', por la sinceridad de sus sentimientos y por tener una historia de amor que se coció a fuego lento superando todas las dificultades y los qué dirán. Sin embargo, a pesar del sentimiento tan bello y profundo que los une, la dependienta y el pastelero están atravesando uno de sus peores momentos desde que comenzó su relación y todo por Lucía, la esposa de Pietro que apareció en la iglesia el día de su boda.
Entre Antonia, Pietro y Lucía, se ha creado un extraño triángulo amoroso en el que Antonia y Pietro luchan por mantener su relación y Lucía busca recuperar a su esposo. Aunque al principio las intenciones de la italiana no estaban claras, ahora no dejan lugar a dudas y esto ha provocado un fuerte enfrentamiento entre las dos mujeres.
La aparición de Lucía acabó con su final feliz
Todo comenzó cuando Pietro y Antonia se disponían a dar el 'sí, quiero' después de superar todas las dificultades que se les presentaron, incluida la posibilidad de abandonar La Moderna. La pareja se presentaba radiante en la iglesia rodeados de sus amigos y familiares con la única intención de unir sus vidas para siempre en una sencilla ceremonia en la que todo era reutilizado, incluso sus trajes de boda.
Casi todos los compañeros de Antonia y Pietro estaban sentados en los bancos como invitados cuando una joven apareció corriendo para decirle a Pietro que no podía casarse con Antonia. Así fue como apareció Lucía en la vida de Pietro, con un fantasma que vuelve del más allá para resolver sus asuntos pendientes. Nos habría gustado que hubiese sido un fantasma y no la propia Lucía, que, al parecer en la iglesia, evitó que la pareja se casase, pero no se podía evitar la realidad: Lucía estaba viva y había vuelto.
Una vez se hubo recuperado del desmayo que sufrió al llegar a la iglesia, Pietro se reunió con ella para pedirle explicaciones sobre lo qué había pasado. Lucía evitaba responder, pero Pietro necesitaba respuestas y no dudó en insistir para descubrir por qué su esposa sigue había estado desaparecida durante tantos años.
“He cometido muchos errores. Perdóname”, le dijo Lucía, pero para Pietro aquello no bastó y volvió a exigirle una explicación que le ayudase a entender lo ocurrido. “He estado en la cárcel”, confesó al fin Lucía. La italiana explicó que tuvo mala suerte en su viaje a Nueva York, en el que perdió la maleta, estuvo días sin comer y que, cuando finalmente consiguió comida fue robada. Una lucha por comida con un hombre le hizo empujarle contra el suelo y eso provocó un gran sangrado. La policía la acusó de querer matar a ese hombre y la metieron en la cárcel.
Desde aquel instante todo se fue complicando, y cuando por fin salió de la cárcel ella quiso recuperarse de ese golpe, pero se avergonzaba de todo lo ocurrido y nunca se atrevió a escribir a Pietro y Giancarlo para explicar lo sucedido.
Nuevas complicaciones para 'Pietronia'
Si era complicado para Pietro y Antonia lidiar con la situación, todo se volvió más oscuro cuando la dueña de la pensión en la que se hospedaba Lucía se enteró de que la italiana había sido detenida por “tener una dudosa moral” y estar en una pensión sola sin ningún hombre. Lucía fue expulsada de la pensión y Pietro no dudó en acogerla en su casa. “Es la madre de Giancarlo, no puedo dejarla en la calle”, le explicó Pietro a Antonia. Una decisión que a ella no le gustó, pero que entendió.
Pietro le confesó a Antonia que Lucía todavía sentía algo por él, y aunque él le dejó claro a su esposa que para él su relación era el pasado y que en su presente y futuro solo había espacio para Antonia, la italiana no quiso rendirse.
Fue el pastelero quien se encargó de asegurarle a Antonia que sus sentimientos hacia ella no habían cambiado y que tan pronto como solucionasen el asunto de Lucía, ellos dos podrían continuar con sus planes de boda. “Yo estoy enamorado de ti, solo de ti, y, por favor, tú tienes que creerme”, le suplicó Pietro a Antonia. Los dos acordaron volver a prometerse en matrimonio una vez Pietro consiguiese anular su matrimonio, pero eso cada vez tarda más en llegar.
Los verdaderos planes de Lucía
Una noche en la que Pietro y Lucía cenaban juntos en casa, Lucía confesó la tristeza que le producía la idea de volver a Italia. “Yo no vine a Europa para volver a Italia, yo vine para recuperar a mi marido y a mi hijo, nuestra familia”, le dijo Lucía. “Lo siento, pero eso no es posible, yo me voy a casar con Antonia”, le dijo el pastelero a su esposa. Sin embargo, Lucía insistió, ella quería intentarlo de nuevo, sabía que en el fondo de su corazón su marido seguía sintiendo algo por ella y quería ver hasta dónde podían pelear por ese amor.
“Pietro, dame una última oportunidad de recuperarte. Si no lo consigo, prometo que me iré, pero no me niegues eso, por favor”, le suplicó Lucía a Pietro. El pastelero no llegó a responder a Lucía, pero para él no hay nada por lo que luchar. Pietro sabe que la mujer de su vida es Antonia y que, por mucho que lo intente, nunca podrá sentir nada similar por Lucía.
Mientras Lucía anunciaba que estaba dispuesta a luchar por Pietro, Antonia también creyó que era el momento de dejar las cosas claras con Lucía. La veterana dependienta se ha cansado de los juegos de la italiana y ha decidido visitarla para dejarle claro que ella también está dispuesta a luchar por Pietro y por su amor, y que, aunque Lucía llegase primero, Antonia ha ocupado un lugar muy importante en la vida del pastelero y no piensa dejarlo escapar.
Las dos mujeres están dispuestas a luchar hasta el final por el amor de Pietro, pero está claro que solo una de las dos se alzará como la vencedora de este duelo. ¿Quién será? Ahora no tenemos tan claro que vaya a ser Antonia, Lucía poco a poco va avanzando posiciones en su conquista y esto va a obligar a Antonia a sacar una faceta que hasta ahora no hemos visto en ella, o si no, perderá a Pietro definitivamente.