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'¡Quiero ser libre!': un grito de la música queer

  • El libro narra el recorrido la música queer a lo largo de la historia
  • ¿Quién fue Gladis Bentley y qué prenda de ropa solía llevar?

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El libro estuvo a punto de recibir otro título pero el editor lo evitó.
El libro estuvo a punto de recibir otro título pero el editor lo evitó. EFE

¡Quiero ser libre! es lo que gritan Nuria Martorell y Francina Cortés en su visita a Mañana más y en el libro que han dedicado a la historia de la música queer. Ambas ilustran en esta obra la lucha de grandes artistas musicales por la libertad y el respeto del colectivo LGBTQ+.

Mañana más - Un libro recorre la historia de las canciones 'queer' - escuchar ahora

Hay quien podría pensar que la historia de la música queer se reduce a la aparición de artistas como Elton John, Freddie Mercury o Lady Gaga pero, sin dejar se ser cierto, hay muchas historias más detrás. ¡Quiero ser libre! se encarga de recorrer todo el camino de esta música haciendo hincapié en las experiencias tan brillantes como surrealistas que muchos de sus artistas tuvieron que vivir.

Sube el volumen, reina era el que originalmente iba a ser el título de la obra. Nuria explica que "reina" es un término muy queer y que la expresión del volumen ya nos hacía entrever que tenía relación con la música. Finalmente, la propuesta del editor acabó siendo el ganador.

La música como una bandera de combate

Portada de '¡Quiero ser libre!'.

Portada de '¡Quiero ser libre!'.

Denominar como queer a una música es etiquetarla pero, tal y como dice Nuria, "en el buen sentido". Las 192 páginas de este libro se dedican a la biografía de aquellos artistas que fueron bandera en la lucha contra la discriminación sexual.

Esta obra cuenta con las ilustraciones de Francina Cortés mediante las cuales ponemos color e imagen a la historia de estos artistas y además se analiza el contexto histórico de cada uno para entender en qué momento aparecen y contra qué tuvieron que luchar por defender sus derechos.

Músicos e historias que clamaron libertad

Hay muchos artistas dentro de este libro y todas sus historias son igual de válidas e importantes ya que todas comparten el mismo fin. Nuria y Francina nos destacan la valentía de Benjamin Britten en declarar que era homosexual y también de incluir a "dos hombres que se entienden" en las letras de sus composiciones. Esa valentía la comparte con otro de los protagonistas de ¡Quiero ser libre! como Frank Ocean: "Por desgracia, el rap siempre ha sido considerado homófobo. Y por muchos motivos nos gusta explicar que Ocean es una persona bisexual, porque mucha gente no lo sabía".

Y si Katy Perry y Lady Gaga han reivindicado los derechos del colectivo LGBTQ+ en este siglo, también hay mujeres que lo hicieron en el siglo XX como Gladis Bentley. Esta mujer se dedicaba a cantar blues, era también drag queen y era muy conocida por vestirse con esmoquin blanco. Desde muy joven, prefería vestirse muy masculina, tanto, que sus padres querían que hiciera terapia para cambiar su orientación sexual. "Luego lo tremendo fue que le obligaran a retractarse en Ebony, la revista negra más famosa de la época, y hacerse un reportaje en el que en las fotos salía haciendo tareas del hogar", cuenta Nuria sobre todo los actos discriminatorios que sufrió la artista.

También hay hueco en este libro para músicos españoles, como es el caso de Ferrán Palau. Tanto el como su mujer son queer y su hijo ha decidido cambiar de sexo: "han sido unos grandes luchadores con éxito para poder, a nivel legal y de carnet de identidad, que todo vaya acorde a la lucha de su hijo".

Estas son solo algunas de las historias que contiene el libro y sin distinción de géneros musicales ya que sus autoras nos cuentan que contiene desde baladas hasta techno pasando por pasodobles y reguetón. La lucha por la libertad y los derechos de todos no tiene música favorita.

Nuria y Francina también unen la música y la lengua de signos

Tanto Nuria como Francina son las codirectoras de enCantados, una iniciativa en la que hacen accesible las experiencias musicales para personas sordas a través de lengua de signos.

Para que las personas con poca o nula audición, existen intérpretes que traducen simultáneamente la música en conciertos de Taylor Swift, Aitana o Coldplay. "Las intérpretes son artistas, de hecho varias de ellas son actrices y claro, lo que tienen que hacer en el escenario es transmitir lo que está sucediendo y ese sentimiento que les transmite la música. Por lo tanto, lo hacen bailando", explica Francina sobre la función de las intérpretes.

Rozalén fue una de las primeras artistas de nuestro país en incluir un intérprete para sus conciertos pero eso fue solo el principio. De la música debemos poder disfrutar todos.