Metrópolis recupera del archivo los programas dedicados a Santiago Calatrava y la Infoarquitectura

• 'Metrópolis' recupera para su ciclo VIERNES DE ARCHIVO dos programas emblemáticos de 1992 y 1993
• Los capítulos ‘Santiago Calatrava’ e 'Infoarquitectura' estarán disponibles en rtvePLAY a partir de esta semana

La obra de Santiago Calatrava es el resultado de una formación singular: arquitectura, ingeniería y artes aplicadas.

Con motivo de la emisión esta semana de una nueva entrega de la serie de Vintage en Metrópolis, dedicada a la arquitectura, el programa 'Metrópolis' recupera del archivo de rtve los programas dedicados a Santiago Calatrava, emitido en 1993, y el titulado Infoarquitectura, emitido en 1992, donde se recopilan los mejores trabajos nacionales de imagen de síntesis realizados en los últimos años en relación con la Arquitectura. 

Santiago Calatrava

Metrópolis dedicó en 1993 un programa a este creador nacido en Valencia. Allí se formó como arquitecto y posteriormente en Zúrich como ingeniero. Con residencia en París, en aquel momento dirigía sus tres estudios, uno en cada una de estas ciudades, y desde donde diseñaba tanto aeropuertos como mobiliario, tenedores, puentes, estaciones de ferrocarril, catedrales o lámparas de mesa. No existen fronteras de escala para el talento plástico de este creador poco común.

En sólo 10 años, Calatrava pasó del anonimato a la consagración internacional. El reconocimiento de su talento plástico culmina con las exposiciones monográficas que le dedicaron en 1993 el RIBA de Londres y el MOMA de Nueva York y con su triunfo en el Concurso de Ideas para la Renovación del Reichstag Berlinés.

El caso de Calatrava es un inusual ejemplo de precocidad. En sólo 10 años de ejercicio profesional se convertía en el arquitecto español más exitoso del siglo. Su extraordinaria popularidad se debe fundamentalmente a que sus obras devuelven a la estructura el protagonismo de que disfrutó en las etapas más lúcidas de la construcción y al muy personal e insólito tratamiento escultórico de la forma y disposición de los elementos estructurales. Sus piezas son extravagantes esculturas que en la mayoría de los casos se han convertido en hitos urbanos. Dos casos temporal y geográficamente cercanos son la torre de comunicaciones de Montjuic que, superada la polémica inicial, pronto se convirtió en un símbolo del perfil de Barcelona, y el puente del Alamillo, cuya silueta del arpa es ya inseparable de la imagen de Sevilla.

Metrópolis mostró imágenes de estas y otras de sus obras desde las perspectivas más hermosas e insólitas, así como una entrevista realizada en su estudio de Zúrich y, en la que el arquitecto reflexiona sobre su trabajo y polemiza sobre la “bondad” de la arquitectura española de nuestro tiempo.

Infoarquitectura

En 1992, bajo el título Infoarquitectura, el programa Metrópolis preparó un monográfico de treinta minutos de duración en el que se recopilaban los mejores trabajos nacionales de imagen de síntesis realizados en los últimos años en relación con la Arquitectura. Se mostraban más de treinta proyectos visualizados en 3D: museos, remodelaciones de espacios públicos, Palacios de Congresos, edificios comerciales, pabellones de la Expo, parques empresariales, fábricas, etc.

Hoy en día, los arquitectos no necesitan mostrar sus proyectos en abultados mamotretos de papel que no todo el mundo sabe interpretar. Los ordenadores han facilitado enormemente los cálculos y la visualización de los edificios. Mediante el ordenador pueden realizarse proyectos completos: crear planos, calcular perspectivas, medir superficies ocultas, simular iluminaciones directas e indirectas, presentar el trabajo con detalles de interior y exterior, e incluso pasearse por el interior del edificio. El arquitecto y su cliente pueden ver, como si de una película se tratase, un edificio o un complejo residencial o cualquier otro trabajo, y corregir sobre la marcha, desde la distribución de los espacios y su ubicación en un entorno, hasta los materiales más adecuados a nivel de ornamentación. Pueden, además, “meterse” literalmente dentro del edificio (gracias a las realidades virtuales) obteniendo una visión de conjunto que sólo sería posible con la construcción totalmente finalizada.

La aplicación de los ordenadores gráficos a la arquitectura ha permitido convertir la visualización de un proyecto, en un espectáculo casi de ciencia-ficción cinematográfica: hiperrealismo, movimientos de cámara imposibles, amplísimas gamas de colores y texturas inimaginables, travellings inverosímiles… segundos de alto impacto visual que requieren miles de horas de trabajo y un considerable volumen de cálculo.