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Objetivo Igualdad

Tripulantes de cabina: reivindicaciones de una profesión con muchos estereotipos

  • Enfrentan la sexualización en su puesto de trabajo y a la discriminación en sus condiciones laborales
  • La Seguridad Social no reconoce esta categoría profesional y Bruselas tiene pendiente aprobar su jubilación anticipada
  • En Objetivo Igualdad, el domingo a las 14.40h en Canal 24 horas y después en RTVE Play

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Delegadas de SITCPLA para Objetivo Igualdad
Delegadas de SITCPLA: sindicato independiente de tripulantes de cabina de pasajeros de lineas de referencia en España

¿Quién no ha escuchado alguna vez decir que ser azafatas de vuelo es el mejor trabajo del mundo? Viajar, variedad de horarios, muchos días libres seguidos, vacaciones en temporada baja… son las virtudes de la profesión que las mismas que la desempeñan resaltan. Pero también existen situaciones negativas externas a ellas, como retrasos, averías, mal tiempo y lo más difícil de gestionar para la tripulación: los pasajeros que interrumpen la paz a bordo. Esta enumeración de factores es solo la punta del iceberg. ¿Qué conlleva realmente ser tripulante de cabina?

Categoría profesional no reconocida por la Seguridad Social

Marta Lestayo forma parte de la Asociación Española de Tripulantes de Cabina de Pasajeros, que busca sin ánimo de lucro aunar todos los intereses comunes de sindicatos clasificados por aerolíneas. Uno de los objetivos principales de la asociación es conseguir la categoría profesional, porque los TCPs (tripulantes de cabina de pasajeros) no existen como tal en la Seguridad Social. “Aunque es una profesión que en España existe desde 1946, a la vez no existe… En 1960 se publicó la Ley de Navegación Aérea y ahí se nos catalogaba como personal de vuelo, pero en un Real Decreto de 1986 donde se reconoció a los pilotos la jubilación anticipada y la pertenencia a una profesión penosa, peligrosa e insalubre, a nosotros se nos dejó de lado”, explica Lestayo.

Mientras que los hombres y mujeres que ejercen como pilotos, fotógrafos aéreos, mecánicos de vuelo —que ya no van a bordo—, los TCPs siguen a día de hoy denunciando no estar en esa lista y, por tanto, no poder “elaborar un catálogo de enfermedades o de patologías asociadas a nuestra profesión”. ¿La razón de ello? Todas están de acuerdo en que se trata de una discriminación sexista, ya que la gran mayoría de TCPs son mujeres, 8.000 de los 10.000 tripulantes en activo. Desde el comienzo, ha sido una profesión muy feminizada y no lo suficientemente reconocida.

Auxiliares de vuelo: menos sexualización y más reconocimiento

Sexismo desde sus inicios

"Probablemente, se nos haya quedado en la retina cuál fue el origen de lo que era la profesión de tripulante de cabina de pasajeros, que efectivamente estaba mucho más orientada al servicio”, señala María Bello, jefa de Desarrollo de Personas y Diversidad de Iberia. En un principio, la belleza y la habilidad en el servicio era lo que más se tenía en cuenta en este oficio. Iberia, entre otras aerolíneas, tenía ojeadores que buscaban en hoteles de lujo a las futuras candidatas para el puesto. También eran comunes los concursos de belleza de azafatas, un imaginario social que pasaba de la realidad al cine. El ejemplo lo vemos en la película italiana de 1958: Las aeroguapas, donde a uno de los protagonistas, Mario, le invadían los celos de pensar que su novia estaría, como azafata de vuelo, rodeada de hombres.

La visión social y, por tanto, la publicidad han ido cambiando. No obstante, todavía se pueden recordar los “calendarios benéficos” qué aerolíneas como Ryanair lanzaban con tripulantes de cabina, todas ellas mujeres, posando en bikini delante de un avión. Campañas que no estuvieron exentas de polémica.

TCP, Objetivo Igualdad

Sexualización de las TCPs en una campaña de Ryanair

Una de las cosas que ha ayudado a una menor sexualización de las tripulantes ha sido la evolución del uniforme. El uso de faldas, tacones, la obligación de un maquillaje abundante, entre otras cosas, no permitían el buen ejercicio del trabajo de estas tripulantes. Este fue el factor primordial que el equipo de Teresa Helbig tuvo en cuenta cuando diseñó la última colección que los tripulantes de cabina lucen a día de hoy en Iberia: “Cremalleras internas en la falda y el pantalón, porque cuando vuelas tantas horas te hinchas un montón... Y es la primera vez, estamos muy orgullosas, de que las mujeres pueden llevar calzado deportivo”, apunta Helbig.

Tanto las aerolíneas como los diseñadores de los uniformes están empezando a darle importancia a los riesgos laborales. La seguridad es lo fundamental. Marta Lestayo, además de profesional de sobrecarga, es directora de la escuela Central Aeronáutica Madrid, donde imparten asignaturas referentes a "seguridad, emergencias médicas a bordo, fuego, evacuación de la aeronave, despresurización...". La función de servicio queda relegada a una segunda posición.

Una reclamación llevada a Bruselas

Desde el Sindicato de Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Líneas Aéreas de Referencia en España (SITCPLA) lo tienen claro desde hace tiempo: el objetivo es luchar por los derechos de las tripulantes respecto a la jubilación anticipada. "Para nosotros ahora mismo lo más importante es el tema de la conciliación y que se reconozca nuestra penosidad laboral", explica Bárbara Otero, una de las delegadas del SITCPLA. "Hemos interpuesto una demanda por discriminación al Gobierno de España ante la Comisión Europea", añaden desde el sindicato. En la misma línea, una representación del grupo acudió al Parlamento Europeo en 2023 para reclamar este derecho.

Entre otras profesiones dentro del sector de la aviación, a los pilotos sí se les concedió este derecho en su momento, sin embargo, a los tripulantes se les tiene denegado a pesar de correr el mismo tipo de riesgo que sus colegas dentro del avión. "Por ejemplo, problemas ginecológicos o cánceres creo que nos afectan igual que a los pilotos o incluso más porque nosotros tenemos problemas musculoesqueléticos, que no les sucede a los pilotos, porque están sentados con el cinturón abrochado, mientras que en nuestro caso nos estamos moviendo en todo momento", cuenta Paz Armada, tripulante y delegada del sindicato.

En definitiva, todas coinciden en que se trata de una cuestión de género por ser una profesión mayoritariamente femenina (alrededor del 70%) y piden que se les tengan en cuenta y se reconozca un trabajo vocacional, que les apasiona y del que les gustaría retirarse de forma natural, no por enfermedades causadas por una profesión no dignificada.