Así se ve 'La habitación de al lado' desde dentro
- ¿Qué destacan sus actores de la forma de dirigir de Pedro Almodóvar?
- ¿Por qué Raúl Arévalo no pasó ningún casting?
¿Quién te cuidaría si estuvieras a punto de morir? Puede que esta pregunta se la haya hecho el propio director, o no, pero seguro que más de uno lo hace al verla. En Mañana más viajamos hasta el Festival de Cine de San Sebastián para hablar con cuatro actores secundarios, pero de lujo, como Raúl Arévalo, Juan Diego Botto, Victoria Luengo y Melina Matthews. El objetivo es que nos cuenten cómo es la película, ganadora del León de Oro del Festival de Venecia, desde dentro.
La habitación de al lado es, como acostumbra el director manchego, muy reflexiva y en la que tienen cabida temas actuales como la crudeza de la guerra, la eutanasia o la amistad. Se trata de la primera película que Pedro Almodóvar rueda íntegramente en inglés y en la que incluye también a dos estrellas de Hollywood como Tilda Swinton y Julianne Moore. La película se estrena en España el próximo 18 de octubre y, tal y como describe Botto, la película viene con la seña de identidad del último cine de Pedro, "tratar de hacer un aporte social y colectivo al debate público".
La habitación de al lado
La película cuenta la historia de cómo un malentendido separa a una madre de su hija. En mitad queda Ingrid (Julianne Moore), amiga de la madre, que es el nexo de unión y quien convive con el dolor de ambas por la situación. Martha (Tilda Swinton) trabaja como reportera de guerra mientras que los textos de Ingrid se encaminan a las novelas de autoficción. La vida y sus caprichos hicieron que ambas se separaran y perdieran el contacto, pero una situación extrema hará que se vuelvan a unir.
Así ha sido la dirección de la película para sus actores
Raúl Arévalo es la tercera película que trabaja con Pedro y reconoce que en Los amantes pasajeros tuvo una experiencia más cercana a la figura del director pero que tanto en Dolor y gloria como en esta última película no ha sido así. "Ha sido una cosa más de marcarme por donde quería que lo llevara, un poco más libre. Pero depende, yo creo, del personaje y de la película", explica el actor madrileño.
Melina Matthews debuta con el director manchego y destaca su cercanía: "Estaba a mi lado diciéndome cómo le gustaría, las intenciones, los matices, pero no reproducía, digamos, lo que tenía que decir. Aparte que mi personaje es americano, con lo cual él me dirigía en castellano". También era su primera experiencia con Pedro para Victoria Luengo, comenta que lo disfrutó mucho y que el director hacía mucho hincapié en transmitir: "Me hablaba mucho de la emoción, de lo que él quería que yo estuviera sintiendo, de cómo quería mostrar desesperación a través de mí. Y me dirigió mucho de una manera bastante sensorial".
Juan Diego Botto nos cuenta que la película, por momentos, "parece más de Bergman que de Almodóvar". Pero destaca, sobre todo, la claridad con la que trabaja el manchego: "Él tenía muy claro las directrices, tenía muy claro lo que necesitaba de las secuencias y lo que quería de cada persona. Y tiene mucha facilidad para transmitirlo". Transmite tanto, que Almodóvar recibió una ovación de 17 minutos en el Festival de Venecia donde se preestrenó el filme.
¿Cómo te llama Pedro Almodóvar para una película?
Creo que hablo por muchos si digo que hay algo que nos genera mucha curiosidad sobre los entresijos del cine. A menudo lo imaginamos, lo idealizamos y romantizamos algo que, seguramente, no sea como en nuestra mente. Para ello, preguntamos a estos 4 actores sobre cómo los contactaron desde el equipo de Pedro Almodóvar para unirlos al proyecto.
Juan Diego Botto cuenta que pidieron que leyera un texto para la película de Pedro y accedió: "Lo leí y, todo esto es en inglés, supongo que querían ver que manejaba el inglés. Hice esta especie de prueba y me llamaron al día siguiente para que hablara con Pedro".
En cambio, Victoria cuenta que los nervios se apoderaron de ella al enterarse, por su representante, que estaba en un casting para la película de Almodóvar. Pero las fechas retrasaron la noticia: "Era Navidad, entonces, pasaron dos semanas y estaba desayunando en una cafetería cuando me llamó mi representante y me puse a saltar por el por el bar".
Melina también se enteró por su representante del casting "para un director muy importante" aunque la advirtieron que se trataba de un "papel pequeño". La grata noticia de haber conseguido el papel digamos que vino en un momento peculiar: «A los dos días me llama mi representante y me dice: "lo tenemos, ya está". Yo estaba rodando y empecé a dar botes. Además estaba rodando una escena muy, muy triste y estaba todo el rato con la sonrisa de oreja a oreja porque no me lo podía creer».
Arévalo, después de haber tenido experiencias previas con el director, no lo vive tan intensamente. Pero cuenta que para Los amantes pasajeros participó en un casting combinativo que duraba "como tres semanas". Tanto para Dolor y gloria como en esta ocasión, lo llamaron directamente: "el casting que hice, en el que debí hacer como cinco pruebas, sirvió para las tres películas".