Síndrome de Stendhal: la enfermedad provocada por el exceso de belleza
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- El escritor Stendhal fue el primero en describir la enfermedad que provoca sintomatología al observar elementos demasiado bellos
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En ‘Saber y ganar’ hay cabida para todo tipo de temáticas, desde artes y ciencia, pasando por geografía o naturaleza. También hablamos de enfermedades y síndromes, como es el de Stendhal. Resulta curioso que se produzca por un exceso de belleza, pero quien lo siente en sus carnes no pasa, precisamente, un buen rato. ¿En qué consiste? ¿Qué sintomatología presenta?
¿Qué es el Síndrome de Stendhal?
Cuando hablamos del síndrome de Stendhal nos referimos a un trastorno psicosomático que se desencadena ante la exposición a obras artísticas excesivamente bellas. De hecho, en 1989 fue descrito ya como un trastorno psiquiátrico por Graziella Magherini, psiquiatra del Hospital Santa Maria Nueva de Florencia.
¿Cuál es su origen?
El primero en describir la sintomatología que acompaña a este trastorno fue el escritor francés Henri Beyle, quien usaba el pseudónimo de Stendhal, en el año 1817, cuando él mismo lo experimentó. Fue mientras visitaba la Basílica de la Santa Croce en Florencia.
“Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme”, escribió en el libro ‘Rome, Naples et Florence’. Sudores, escalofríos, taquicardias y mareos acompañaron su experiencia.
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Sintomatología
¿Cómo se manifiesta el síndrome de Stendhal? Se eleva el ritmo cardíaco, se siente felicidad, emoción, se producen palpitaciones, sudores, mareos e incluso taquicardias. Magherini realizó un estudio basándose en la observación de más de 100 pacientes, todos ellos turistas, que visitaban Florencia, y sus conclusiones fueron muy claras.
La doctora detectó que sufrieron "ataques de pánico causados por el impacto psicológico de una gran obra maestra y de viajar", además de palpitaciones, alucinaciones y despersonalización ante obras como las pinturas de Botticelli o las esculturas de Miguel Ángel.
Desde la organización benéfica Amigos de Florencia, aseguran que estas reacciones se dan unas 20 veces al año, sobre todo en personas muy sensibles que llevan mucho tiempo deseando visitar la ciudad. Eike Schmidt, director del Palacio y la Galería de los Uffizi, aseguró en una entrevista que ha vivido ataques epilépticos ante ‘La Venus’ de Botticelli y hasta un ataque al corazón.
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