Entrevista con Acromatyx: "El género de la moda está cambiando y el vocabulario tiene que cambiar"
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Los sabuesos de la moda les siguen la pista desde hace años, cuando crearon su firma 44Studio, rebautizada más tarde como Acromatyx. Sus desfiles, auténticos espectáculos en los que las prendas interactúan con otras disciplinas artísticas son punto de reunión de sus fanáticos seguidores y de la prensa especializada que ve en ellos una forma diferente de entender la moda. Desde su taller en el centro de Madrid han llegado a París y Londres, sin salirse de su estilo y maneras.
Entrevista con Acromatyx
Han presentado sus colecciones en distintas plataformas y de forma independiente, pero en 2024 decidieron codearse con sus compañeros en la MBFWM y arrasaron. "Que los compañeros de profesión y la prensa nos esté apoyando de esta manera, pues para nosotros es bastante bueno. Pero te diré que sí teníamos un poco de presión con la nueva colección y el desfile, por ser el segundo y después de las buenas críticas y la buena acogida del anterior. Quizá porque la gente esperaba ver otra vez la misma línea que la anterior. Hay cambios, sí, que aportan y refrescan, pero nuestra esencia está ahí.
COLOR
La ausencia de color, 'lo negro', marca casi todas sus prendas y solo en algunos momentos hacen concesiones al color, pinceladas que refuerzan más el poder del negro, como vemos ahora en 006. Su estilo es urbano y conecta con las corrientes vanguardistas y la contracultura, alejándose del mainstream. Franx y Xavi han marcado muy bien su territorio, pero no le han puesto límites, ni creativos ni estéticos, dejándose influir por todo lo que los rodea, ya sea gente -su gente-, la música tecno o la obra de Louise Bourgeois. "El hecho de utilizar ahora color es tanto emocional como necesario. Pensamos que la colección lo pedía, pedía que existiese ese tono de color, esa calma, esa pureza, esa cosa limpia del rosa empolvado y el blanco o el final con el metálico que le daba la fuerza. El rosa también nos daba esa sensibilidad y esa calma que nos representa también la artesanía del taller, de las costureras, de esa delicadeza, de ese trabajo bien hecho".
PREMIO
Con 004 (sus colecciones no tienen nombre, solo los números que las ordenan desde que son Acromatyx) sorprendieron a todos: no hicieron desfile, tan solo unas fotos y un making off que subieron a las redes sociales. Un formato más pequeño, pero igual de potente, tanto, que enamoraron al jurado de la I edición de los Premios Academia de la Moda Española y les concedieron el galardón a la mejor colección.
FRAGILIDAD
"No hemos querido hablar de la fragilidad como algo malo, al contrario, es más delicadeza, que no es algo negativo. Para nosotros, la fragilidad es algo bello que tiene que estar igual en todos, no solo en la mujer. Ese miedo a no expresar la parte femenina, ese miedo a no contarlo nos parece que es terrible porque es como limitarte, es como que haces más pequeño".
NO GENDER, NO SIZE
Su colecciones no tienen etiquetas, son libres, y las prendas no tienen género ni talla. Esa libertad que llevan cosida es la misma con la que ellos trabajan, sienten, viven. "Es que seguimos poniendo etiquetas de masculino y femenino. O sea, el problema está en que el género está cambiando y los límites deben de cambiar, igual que el vocabulario. Estamos en un proceso de una nueva educación. Hablemos más de personas que de géneros".
APRENDER DEL ERROR
Son dos cabezas, cuatro manos. Han tenido dos nombres, pero son una única historia. "Nos organizamos muy bien trabajando juntos, y no paramos. De hecho, cuando aun no hemos acabamos la colección ya se empiezan a plasmar ideas nuevas para la siguiente. Al final todo tiene un proceso y todo tiene un hilo conductor", dice Franx. "En algunas colecciones vemos errores que nos sirven para crear algo nuevo. Muchas veces surge de de una prenda que no ha salido como querías, pero que sí que puede funcionar para otra cosa", añade Xavi.
Les dejamos en su nuevo espacio, ubicado en el barrio de La Latina, cuando todavía resuenan los ecos de su último desfile, los aplausos. Los dos vestidos de negro, destacando son un fondo blanco, como las notas de un pentagrama sobre el que están escribiendo su propia, y particular, canción.