El homenaje de Los Morancos a Juan Gil: el hombre que convirtió su amor en un museo único
En su paso por Extremadura, Los Morancos nos enseñan Hervás, donde visitaron el Museo de la Moto y el Coche Clásico, un lugar que no solo guarda una increíble colección de vehículos históricos, sino también el legado emocional de su creador, Juan Gil. Apenas unas semanas después de su fallecimiento, le dedicamos el programa a él y a la pasión por su museo.
El museo, una obra “juanesca” y un homenaje al amor
Este museo es mucho más que una simple exhibición de coches y motos antiguas; es el reflejo del espíritu y la pasión de Juan Gil, quien lo construyó de principio a fin con sus propias manos. Primero puso los coches y luego construyó el edificio. Todo está hecho en lo que él mismo llamaba "estilo juanesco", derivado de su propio nombre, porque cada detalle responde a lo que su imaginación consideró perfecto para cada coche y cada pabellón. Pero lo más importante es que este museo fue creado en honor a su esposa, a quien conoció gracias a su primera moto, una Guzzi 65, modelo que sigue siendo una de las joyas más preciadas de la colección y la primera pieza que restauró.
Entre otros vehículos míticos que alberga el museo, destacan una limusina Cadillac o un autobús escolar que te transportan directamente a todas aquellas películas norteamericanas que habitan en nuestro imaginario. Forman parte de la colección también otras piezas como un Dodge M37, un imponente vehículo militar estadounidense utilizado en la Segunda Guerra Mundial. Cada uno de ellos cuenta una historia, no solo de la evolución automovilística, sino también de la vida de Juan y su inmenso amor por su familia y su pasión por su proyecto.
Un rincón único en medio de la naturaleza
El museo no solo sorprende por su impresionante contenido, sino también por su ubicación. Situado en medio del Valle de Ambroz, rodeado de naturaleza y pequeños animales, es un lugar en el que parece detenerse el tiempo. Los visitantes pueden perderse entre ocho pabellones llenos de piezas únicas que van desde los años 20 hasta los 70, mientras disfrutan de la serenidad del entorno y un mirador impresionante donde puedes ver toda la localidad de Hervás. Es un lugar donde la nostalgia y la calma van de la mano.
Es este entorno natural lo que convierte el Museo de la Moto y el Coche Clásico en un espacio tan especial y que se sale de cualquier norma o convención. No es solo un tributo a la historia automovilística, sino un refugio para quienes buscan conectar con un pasado que, gracias a Juan Gil, sigue vivo.
El legado de Juan Gil, una historia de amor y pasión
Juan Gil no solo dejó una colección de coches y motos clásicas, sino un legado de amor y dedicación. Lo que comenzó como un homenaje a su esposa se transformó en un lugar de encuentro para los apasionados del motor y los nostálgicos de otras épocas. La reciente partida de Juan ha dejado un gran vacío, pero su historia sigue viva en cada rincón de su museo, donde la pasión y el cariño que puso en cada detalle resuenan con fuerza. Desde su primera moto a la casa que le construyó a su mujer en forma de corazón.