Estas técnicas pueden ayudarte a conciliar el sueño si no puedes dormir
- En Mente abierta conversan con la doctora en Psicología Rocío García sobre los ruidos de colores y el ASMR
- Estos métodos no deben aplicarse todos los días dado que es primordial dormir en silencio
Partiendo de la base de que lo ideal a la hora de dormir es hacerlo en completo silencio, en Mente abierta destacan algunos métodos que te pueden ayudar a conciliar el sueño para esas noches en las que te cuesta un poco más dormir: los ruidos de colores y el ASMR. ¿Para qué sirve cada uno? ¡Descúbrelo!
El ruido blanco y azul
La doctora en Psicología Rocío García Torres define el ruido blanco como "un método que se utiliza para mejorar la concentración, facilitar el sueño, reducir la ansiedad y de regularnos emocionalmente". Pero estos son solo algunos de sus beneficios, también es un método recurrente en personas con acúfenos o tinnitus, problemas de estrés o zumbidos constantes, señala la experta.
Se le conoce como ruido blanco porque "contiene todas las frecuencias de sonido con la misma intensidad". Por lo tanto, no tiene ningún tono o melodía definido con el fin de bloquear o reducir el sonido ambiente.
El ruido azul es más estrepitoso y a María Torres, presentadora de Mente abierta, le crispa los nervios. Esto se debe a que sus frecuencias están más altas, produciendo un sonido artificial que no encuentras en la naturaleza, afirma la doctora en Psicología.
El ruido rosa, marrón y verde
El rosa es similar a una lluvia fina, produciendo un sonido relajante. Más intenso es el ruido marrón, un sonido "profundo y uniforme". Si el anterior sonaba como la fina lluvia, este podría ser perfectamente una tormenta de verano ya que "simula los entornos naturales".
Su intensidad nos hace preguntarnos si esto realmente sirve para conciliar el sueño, a lo que la experta responde "para gustos los colores, nunca mejor dicho".
Por otra parte encontramos el ruido verde, un efecto sonoro que nos evoca a un entorno, a un lugar seguro. De hecho es su objetivo, "ir situando al paciente, a la persona en un entorno, en un contexto que le genere una paz y una tranquilidad propias de ese remanso de paz", afirma Rocío García.
El ASMR
Este método, tan odiado como adorado, "se basa en la respuesta autónoma de los meridianos sensoriales". Es decir, estimula una parte del cerebro produciendo una sensación de hormigueo que recorre el cuerpo desde la cabeza hasta los pies.
Rocío García afirma que se ha podido ver en algunas personas, no todas, que este conjunto de imágenes y sonidos que recorren las redes sociales reducen la frecuencia cardíaca y regula emocionalmente a quienes lo consumen.
Técnicas para conectar con el presente
Todos los métodos que se han mencionado no son más que técnicas que nos ayudan a conectar con el aquí y el ahora. Esto no quiere decir que sirvan para dejar la mente en blanco, si no para "estar conectados con lo que estamos haciendo, pudiendo desconectarnos de otras cosas que han pasado a lo largo del día y que ya están en el pasado, o desconectarnos de lo que está en el futuro que esa es la ansiedad".
Cuidado con los aparatos de ruido blanco
Si estás pensando en comprarte un aparato de ruido blanco, la doctora en Psicología quiere advertir del riesgo que supone para el sistema auditivo pues "generalmente emiten sonidos de 70 decibelios y se ha demostrado que no se puede utilizar este tipo de dispositivos en más de 50 decibelios".
Otra de las instrucciones que te da si lo quieres utilizar en alguna ocasión para ayudar a conciliar el sueño de tu bebé es colocarlo a dos metros de la cuna. "Hay que saber usarlos porque pueden ser muy nocivos para todo el sistema auditivo", asegura.
Hay que priorizar dormir en silencio
Se ha demostrado que estas técnicas son útiles, sin embargo Rocío García señala que esta no deben ser nunca la primera opción. Ni si quiera en los bebés, dado que se suele recomendar utilizarlos con ellos: "Acostumbrar a un bebé en la cuna a que se duerma con un sonido es un problema porque y si vamos de viaje y de repente se acaban las pilas".
"El apego, que es lo que se desarrolla los primeros meses de vida, es lo que va a dejar consolidado el hecho de que sepamos regularnos o no emocionalmente", apunta la doctora en Psicología. Si no puedes dormir en silencio lo primero que deberías hacer, según Rocío García, es valorar qué es lo que nos está pasando para tener dificultades para dormir y aprender a regularte emocionalmente para evitar las dependencias.
Afirma que "no hay que hacer normal o funcional lo que es frecuente", por lo que estas técnicas se deberían emplear en casos concretos y no todos los días.