¡Conoce Jovenlandia! Yunez se ríe de los racistas en La Revuelta
- El cómico ha combatido con humor los prejuicios racistas que circulan por las redes sociales
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Los delitos de odio y las demostraciones de racismo en las redes sociales están, lamentablemente, a la orden del día. Pero Yunez Chaib ha sido capaz de darle la vuelta y reírse de ello en La Revuelta, presentándole a David Broncano algunos detalles sobre ese país que solo existe en la cabeza de algunos, Jovenlandia.
El racismo en las redes
Es habitual encontrar en las respuestas y comentarios a las noticias de delitos comentarios como "¿Comen jamón?", "¿Nacionalidad?" o "Jóvenes de Jovenlandia", cuando no aparece reflejado en la noticia el país de origen de los delincuentes en cuestión. Y Yunez Chaib, harto de bulos, ha venido a La Revuelta a desmontar las acusaciones racistas a golpe de humor.
Así es Jovenlandia
Este país del que proceden los abuelos de Yunez Chaib, que hace frontera "con Morolandia al este y con la República de los Menas" al sur, tiene algunas peculiaridades, como por ejemplo la de ser el único país que tiene la capital fuera de sus límites: concretamente, en Barcelona. En Jovenlandia, en lugar de utilizar la expresión "tirar una bomba de humo" para desaparecer sigilosamente de una fiesta, prefieren decir "me deportaron en caliente". En lugar de "nacer con un pan debajo del brazo", una expresión muy española, los jovenlandeses nacen "con una pértiga debajo del brazo".
A los 50 años se cumplen también las bodas de oro, y las de plata a los 25, pero las primeras son "por papeles", eso sí. Y uno de los deportes que más se practica es la natación, en concreto "la modalidad de 58 kilómetros", lo que mide el Estrecho de Gibraltar, ha ironizado Yunez. De hecho, David Meca ha hecho varias veces este recorrido, de ahí su apellido.
La nacionalidad jovenlandesa
Yunez ha explicado también que existen tres maneras de conseguir la nacionalidad jovenlandesa: en primer lugar, la más rápida de todas, aparecer en el top 10 de delincuentes más buscados por el CNI. Otra buena opción es la de caer en la estafa que circula por internet en la que te pide dinero un príncipe nigeriano. O bien, una tercera vía, la más sencilla, pintarse la cara de negro para aparecer como Baltasar en una cabalgata de reyes. La Revuelta, siempre contra el racismo.