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Los años de juventud de Ignacio Martínez de Pisón en 'Ropa de casa'

  • El escritor Ignacio Martínez de Pisón rememora sus años de formación en el Logroño de los sesenta y la Barcelona de los ochenta
  • Las memorias Ropa de casa (Seix Barral) reflejan los cambios vividos por la sociedad española de la dictadura a la democracia

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Página Dos - Ignacio Martínez de Pisón se confiesa en 'Ropa de casa'

El escritor Ignacio Martínez de Pisón vivió su infancia y juventud en las décadas más agitadas del país. Fue niño en el Logroño de los sesenta, muchacho en la Zaragoza de los setenta y aprendiz de novelista en la Barcelona de los ochenta. La primera parte de su vida es la de un chico cualquiera, nacido en el seno de una familia feliz. Luego llegó la temprana muerte de su padre. «Murió cuando yo aún no había cumplido los diez años», cuenta el escritor, «y siempre lo tuve idealizado». Pisón comparte ahora sus años de formación en sus memorias, Ropa de casa (Seix Barral).

La novela se inicia con un viaje a Segovia, la ciudad que guarda el Archivo Militar con la hoja de servicios de su padre. Allí descubrirá cosas de él que no sabía o su memoria había querido borrar, como un accidente de tráfico en el que murió un hombre. Pisón, poco a poco, dibuja para el lector un fresco de una España inequívoca para los que hoy tienen entre 60 y 70 años. Las descripciones, sensoriales y vivísimas, remiten a una sociedad donde todo se movía lentamente y al unísono:

«Vivíamos en un mundo viejo: los carros tirados por mulas, las cajas de arenques puestas al sol, las oscuras carbonerías, los repartidores de hielo, que, cubiertos con una gruesa tela de arpillera, parecían sayones. Vivíamos en un mundo viejo, pero el futuro estaba a la vuelta de la esquina: los electrodomésticos empezaban a llegar a los hogares, los niños cantábamos Yo estoy contento en América, los puntos Elena que daban con el detergente se canjeaban por piezas de una moderna vajilla Duralex.»

La vocación de escritor

«El lector de Ropa de casa se encontrará con el retrato de un joven más bien corriente, ni alto ni bajo, ni guapo ni feo, ni bueno ni malo», señala el escritor, «pero dotado, eso sí, del don de saber contar historias. Mi idea precisamente era aprovechar ese don para contarme. Para contarme y, sobre todo, para contar una época». Este 2024 se cumplen cuarenta años de la publicación del primer libro de Pisón, La ternura del dragón (1984).

Por generación, Pisón se inscribe en la llamada Nueva Narrativa Española, que comenzó a publicar a principios de los ochenta, y a la que también pertenecen autores como Rafael Chirbes, Bernardo Atxaga o Antonio Muñoz Molina. La historia reciente del país aparece de forma recurrente en las novelas de Pisón, así como la vida en las grandes capitales o la España de provincias del siglo XXI.

Las cosas más importantes ocurren en la infancia y la adolescencia

En su conversación con Óscar López en 'Página Dos', el escritor aragonés confiesa que «las cosas más importantes que le ocurren a una persona tienen lugar al principio; en la infancia, la adolescencia, el periodo de formación. Luego no he cambiado tanto como en esas primeras décadas en las que me convertí en persona. He querido contar precisamente la construcción de un adulto, de un escritor. Es un libro generacional, del baby boom, que fue importante porque fuimos la primera clase media que accedió a la universidad.»