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El mundo melancólico y crítico de Yoshitomo Nara en 'Metrópolis'

  • La primera gran retrospectiva europea dedicada a Yoshitomo Nara puede visitarse en el Museo Guggenheim Bilbao hasta el 3 de noviembre
  • ‘Metrópolis’ recorre la trayectoria del artista japonés en un programa monográfico que se emite la noche del lunes 21 de octubre en La 2

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El mundo melancólico y crítico de Yoshitomo Nara en 'Metrópolis'
Retrato Yoshitomo Nara (Ryoichi Kawajiri, 2019)

Yoshitomo Nara (Hirosaki, 1959) es uno de los artistas más célebres de su generación. Los personajes de Nara, sus figuras y animales, son un reflejo de él mismo. Recuerdos de su infancia, experiencias vitales, su conocimiento de la música, el arte y la sociedad, tanto en Japón como en el extranjero, constituyen la fuente de su creatividad. Sus características figuras infantiles, de cabeza grande y ojos desafiantes o melancólicos, con el paso del tiempo transmiten serenidad y reflexión.

'Metrópolis' nos sumerge en el universo del artista japonés Yoshitomo Nara partiendo de la exposición que le ha dedicado el Museo Guggenheim de Bilbao. Junto a la comisaria, Lucía Agirre, y el artista, que concedió al programa una entrevista exclusiva, Metrópolis analiza las distintas temáticas de su trabajo, explorando la singular iconografía que se repite en su obra, acompañada por la música elegida por el artista.

Barcos en una niña (Yoshitomo Nara,1992) Museo Guggenheim Bilbao

Barcos en una niña (Yoshitomo Nara,1992) Museo Guggenheim Bilbao

Aunque Yoshitomo Nara se considera principalmente un pintor, también recurre a otros medios, como el dibujo, la escultura y la instalación. Son cuatro décadas de trabajo, compiladas en una muestra fascinante, que además de en su obra artística, se detiene en su pasión por la música y en sus preocupaciones sociales.

Una muestra temática que se adentra en su pensamiento

La retrospectiva no está organizada cronológicamente y en el programa se ha respetado esta cuidada ordenación trazada por el artista. Más allá lo lineal, Yoshitomo Nara ha preferido revelar sus claves personales y emocionales y su razón de ser como artista, así como las ideas que le interesan y resultan fundamentales en su proceso creativo. Las formas que se repiten como la casa de tejado rojo, los brotes, el charco, la caja, el barco azul y el bosque, revelan la continuidad de pensamiento que ha mantenido a lo largo de toda su carrera y ponen de relieve su evolución estilística.

En el charco más profundo (Yoshitomo Nara,1995) Museo Guggenheim Bilbao

En el charco más profundo (Yoshitomo Nara,1995) Museo Guggenheim Bilbao

El Museo Guggenheim Bilbao le ha dedicado la primera gran exposición individual que se celebra en un destacado museo europeo. Posteriormente viajará al Museo Frieder Burda, Baden-Baden y a la Hayward Gallery- Southbank Centre, Londres.

Los personajes de Nara (figuras, animales y seres híbridos) constituyen una representación plástica de sus emociones y pensamientos más íntimos, y muestran la profundidad de su humanismo. Su inspiración brota de los recuerdos de infancia, su conocimiento de la música y la literatura, la historia del arte japonés y europeo y los estimulantes encuentros, llenos de empatía, que ha mantenido con personas y culturas en sus viajes por Japón y el extranjero.

Su formación entre Japón y Alemania

Nacido en 1959 en las afueras de Hirosaki, en el norte de Japón, Nara estudió pintura en la Universidad de Bellas Artes de Aichi, pero a finales de la década de 1980 se trasladó a Alemania para asistir a la prestigiosa Kunstakademie de Düsseldorf. Permaneció en Alemania doce años, durante los cuales concibió su singular lenguaje pictórico. En el año 2000 regresó a Japón, donde sigue viviendo y trabajando en la actualidad.

Pequeño pensador en silencio (Yoshitomo Nara, 2016) Museo Guggenheim Bilbao

Pequeño pensador en silencio (Yoshitomo Nara, 2016) Museo Guggenheim Bilbao

Su arte guarda una relación directa con sus propias experiencias vitales, con un énfasis en los recuerdos de su infancia en Japón, sobre todo en la sensación de soledad, que también experimentó durante su estancia en el extranjero, al no hablar el idioma alemán.

 Pasión por la música y compromiso social

El artista japonés siempre ha sentido pasión por la música folk, rock y punk underground. Sus gustos parten de la música que escuchaba de niño: canciones folks de cantautores estadounidenses como Bob Dylan, con su mensaje antibelicista durante la guerra de Vietnam y su apoyo al movimiento por los derechos civiles; los sonidos melancólicos del blues; y el folk independiente procedente de Inglaterra e Irlanda.

Noche en vela (Yoshitomo Nara,1997). Museo Guggenheim Bilbao

Noche en vela (Yoshitomo Nara,1997). Museo Guggenheim Bilbao

Al no entender las letras en otros idiomas, Nara percibía los sonidos a nivel sensorial y las combinaba con lo que deducía de las imágenes de la portada del álbum.

Pacifista y ecologista, a través de la música, Yoshitomo Nara conectó con el respeto por la humanidad, la comunidad y la sensación de libertad. Su obra examina los conceptos de hogar, naturaleza, medioambiente y las interrelaciones entre estos ámbitos.

Reaccionar a la catástrofe

El 11 de marzo de 2011, Japón sufrió una concatenación de catástrofes: el gran terremoto de Japón oriental, el consiguiente tsunami y el accidente nuclear de la central de Fukushima Daiichi. Ante la magnitud de este dolor, Nara se vio obligado a replantearse su papel como artista y decidió dirigir su atención a la región de Tohoku, donde se había criado. Allí tuvo ocasión de comprobar que las zonas rurales salieron mucho peor paradas que las grandes ciudades como Tokio, y puso en marcha proyectos artísticos locales.

Lágrimas de medianoche (Yoshitomo Nara, 2023). Museo Guggenheim Bilbao

Lágrimas de medianoche (Yoshitomo Nara, 2023). Museo Guggenheim Bilbao

Por otra parte, el lenguaje pictórico de Nara reflejó ese cambio en su cosmovisión. Los niños se vuelven etéreos, pintados con toques de diferentes colores, un marcado contraste con las sólidas áreas de color que vimos en obras anteriores. Y las bocas, antes curvadas hacia arriba, ahora permanecen horizontales y cerradas, mientras los ojos se bañan en lágrimas y transmiten una profunda emoción.