Quieres saber si eres una persona ecoísta? Compruébalo con estas 10 pruebas
- El ecoísmo es la capacidad de anteponer los sentimientos y necesidades de los demás a los propios
- La psicóloga Patricia Ramírez te ayuda en 'Para Todos La 2' a reconocer si eres ecoísta y como puedes remediarlo
El ecoísmo es el antónimo del narcisismo. Representa a aquellas personas capaces de hacerse eco de los sentimientos y necesidades de los demás, incluso a costa de ellos mismos. Para los ecoístas, el resto están siempre por delante de ellos: muestran más atención al placer de otras personas que a las propias, evitan el conflicto, desean agradar y les cuesta poner límites.
Al contrario que los narcisistas, a la persona ecoísta no le gusta llamar la atención, ni ser el centro ni el protagonista de nada. Así como el narcisismo es un problema y en su extremo un trastorno, el ecoísmo puede causar perjuicios a la salud, tanto físicamente como mentalmente. A diferencia del narciso, que hace sufrir a los demás y no siente ningún prejuicio, el ecoísta acaba angustiándose a sí mismo. ¿Cómo puedes saber si eres una persona ecoísta, que no egoísta? La psicóloga Patricia Ramírez lo explica en 'Para Todos La 2'.
1. Evitas los elogios
No reconoces los elogios que los otros te hacen. Les tienes miedo o piensas que no son ciertos. No sientes que tengas nada especial que ofrecer a los demás y por ello priorizas al resto porque tienen más valor que tú.
2. Acallas tu voz
Acallas tu voz porque tienes miedo de mirar hacia dentro, hacia ti mismo. Has aprendido y te has acostumbrado a mirar hacia fuera, a empatizar con tu entorno y con tu gente. Sin embargo, si tú te sientes mal, no estás por ti, sigues igualmente estando pendiente de los demás.
3. Reprimes tus emociones
Reprimes tus emociones, tus sentimientos y tus pensamientos con tal de no contradecir a los demás, es decir, para que los otros estén contentos y no se sientan incómodos. Y esa limitación que tú te pones no te permitirá vivir la vida plenamente.
4. No llamas la atención
No te gusta ser protagonista ni llamar la atención en los encuentros sociales, ya sea en la escuela, en el trabajo, en una fiesta entre amigos o en una reunión familiar. No quieres incordiar ni molestar a nadie.
5. Priorizas las necesidades de los demás
Si las necesidades de los demás están por delante de las tuyas, es posible que seas ecoísta. Sueles negar lo que necesitas o le restas importancia porque tienes miedo de dedicarte tiempo y atención a ti mismo pensando que podría molestar a otros.
6. Te muestras más agradable con el resto
Te muestras agradable de más con todo el mundo porque quieres satisfacerles. Eres servicial, generoso, afable y amable con ellos, en ocasiones demasiado. Quieres causarles buena impresión y que se sientan siempre muy a gusto cuando estén contigo.
7. Buscas amor y aprobación
Buscas amor y aprobación de los demás a toda costa. Igual que en el punto anterior, el objetivo es gustar a los demás para que percibas que se sienten bien y que les haces sentir bien cuando están contigo.
8. Das más de lo que recibes
Si das más de lo que recibes, eres claramente una persona ecoísta. Te preocupas de ofrecer todo lo que puedes a los demás, les dedicas todo tu tiempo y energía, pero... ¿Quién cuida de ti? ¿Te queda tiempo para cuidar de ti mismo? Si no lo haces, ¿quién lo va a hacer? Ellos no, al menos, no de igual forma, porque sus necesidades ya están perfectamente cubiertas por ti.
9. Tienes poca autoestima
El ecoísmo suele ir correlacionando con una baja autoestima. No soportas las críticas porque te generan sentimiento de culpa y de rechazo sobre ti mismo. Por ello evitas exponerte y prefieres establecerte en una zona cómoda e invisible.
10. Atraes a las personas narcisistas
Los narcisistas ven en ti la persona perfecta para acaparar el protagonismo de cualquier tipo de relación. Además, tú sueles sentirte cómodo a la sombra de alguien que le gusta ser el centro de atención, que busca que todos complazcan sus necesidades y que le alaben constantemente lo grandiosa persona que es.
Si después de esta prueba de reconocimiento consideras que eres una persona ecoísta, no confundas la bondad y ser buena persona con el ecoísmo. Esta forma de comportamiento puede pasarle factura a tu salud física y mental. Igualmente, afecta negativamente a la calidad de las relaciones personales porque es imposible ser uno mismo cuando lo que uno trata es de agradar constantemente, anteponiendo los intereses de los demás por encima de los propios.
Si deseas salir de la sombra, empieza a cuidar y trabajar tu autoestima, a encontrar tu valor, a ver el placer en reconocer todas las cualidades maravillosas que tienes. Entiende que ser tú mismo y conocer tus talentos no implica ser egoísta, no acallas a nadie, solamente te muestras tú. Encontrar tu lugar en el mundo no te hará ser menos empático y generoso, y siendo tú mismo vivirás una vida más honesta y serena.