Condenado a muerte por ver 'El Juego del Calamar': fue denunciado por sus propios padres
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¿Qué harías si te prohibiesen ver una serie? ¿Serías capaz de verla a escondidas? Imagínate que tu país es tan estricto que te prohibe ver contenido más allá del producto nacional y que, además, por si fuera poco, un miembro de tu familia va y te descubre. ¿Boquiabierto, verdad? No te sorprendas porque esto ocurre en una parte del mundo, justamente en Corea del Norte.
Desde hace 76 años, los habitantes de este país oriental tienen que seguir las directrices que se han impuesto desde finales de los años 40 por el mandato de la dinastía Kim. Primero fue el líder supremo de la República y creador de la ideología juche, Kim Il-sung. Tras 45 años al frente del país, murió a causa de un ataque del corazón y llegó el turno de su hijo, Kim Jong-il, mayormente conocido como el Gran Dirigente. La historia se volvió a repetir en 2011. Desde entonces, el nieto del fundador de Corea del Norte, Kim Jong-Un, tomó el poder.
Desde que nacen hasta que mueren, los 26 millones de norcoreanos deben lealtad a la familia Kim. A pesar de que se ven imágenes muy distintas, los habitantes tienen que espiar a sus vecinos. Los trabajadores de las fábricas se delatan, los dependientes están muy atentos de los clientes y, es más, incluso los matrimonios pueden denunciarse mutuamente a los cuerpos de seguridad. El régimen está inspirado en la Unión Soviética y lo llevan a tal extremo que en las fotografías oficiales todos tienen que sonreír.
"Hay unidades que forman un máximo de cinco familias y que se dedican a espiarse unas a otras. Luego también existen unas unidades vecinales de 60 familias donde hay un jefe que gestiona los núcleos familiares y tiene que saber en todo momento lo que sucede en cada casa. Es una especie de sistema de vigilancia que lleva vigente desde hace 76 años", ha comentado el fundador de Daily NK, medio de comunicación especializado en Corea del Norte, Lee Kwang Baek, en el documaster La dinastía Kim, una cuestión de familia, que puedes ver completamente gratis en RTVE Play. En resumen, todo el mundo se ve obligado a criticar a todos sus vecinos y ponerlos en peligro.
El juego del calamar, sentenciado en Corea del Norte
Las directrices de Corea del Norte no se quedan ahí. En el país, a los habitantes les es imposible expresar una opinión que no sea la voluntad del partido, el Partido del Trabajo de Corea. Asimismo, si se expresa algo en contra o se realiza una actividad prohibida, los propios compañeros, vecinos e inclusos los familiares tienen la posibilidad de denunciarlo.
En este país, unos padres denunciaron a las autoridades a su propio hijo adolescente por intentar ver una de las series que más arrasó en el mundo, El juego del calamar. Esta producción de Hwang Dong-hyuk que recibió varios reconocimientos como un Globo de Oro y tres Emmy, entre otros, cuenta la historia de cientos de jugadores con problemas económicos que aceptan una extraña invitación para competir en juegos infantiles, pero, dentro, les espera un premio tentador y desafíos letales.
Al ser una serie externa al país y sobre todo de origen surcoreano, está prohibida verla en el país. Por ello, al dar el chivatazo, la familia provocó la condena a muerte de su hijo. Con la denuncia de su hijo, los padres esperaban evitar su propia condena. "Cuando se impone un castigo a alguien en Corea del Norte, la familia también sufre el castigo. Si un pelotón de fusilamiento mata al hijo de una familia por haber cometido un delito contra el país, se va a señalar también a sus padres, a sus hermanos y también hasta sus amigos y se les va a sancionar", ha explicado el exdiplomático de Corea del Norte, desertor a Corea del Sur en 2016 y miembro conservador de la Asamblea Nacional por Seúl, Tae Yong-Ho, en el documental.