Estos son los pasos para afrontar una crisis de pareja
- Las crisis: cada una tiene su parte negativa y positiva
- ¿Cuál es el principal causante para Eduardo Torres?
En Mente abierta nos adentramos en el mundo del amor y, más concretamente, en las crisis de pareja. ¿Qué son? ¿Por qué se producen? ¿Cómo se solucionan? Para encontrar las respuestas acudimos al psicólogo Eduardo Torres.
El laberinto de las emociones muchas veces arrastra las parejas a crisis que hacen tambalear los cimientos de esa unión. ¿Es el principio del fin? ¿O es una oportunidad para fortalecer dicha relación?
¿A qué nos referimos cuando hablamos de crisis de pareja?
Evidentemente estas crisis de pareja son problemas o diferencias que "rompen con lo establecido" entre sus miembros y que amenazan "ese statu quo". Esa es la parte negativa de las crisis mientras que la positiva es que podemos verlo como "una oportunidad para adecuar la institución pareja". Edu lo resume en tal solo una frase: "Una crisis implica que algo no funciona".
Analizar la relación y la crisis
Lo primero que debemos analizar es el tipo de relación y el tipo de crisis. Puede variar mucho si hablamos de una relación muy reciente, un noviazgo ya asentado o, por ejemplo, un matrimonio con hijos que ya forma una familia. Las crisis evolutivas o normativas son aquellas consideradas normales, en cierta forma, ya que se producen a medida que una pareja se desarrolla y evoluciona. Algunas causas podrían ser, por ejemplo, irse a vivir juntos o la decisión de tener un hijo.
Por otro lado están las crisis inesperadas, como define el psiquiatra americano Pittman, que tienen un impacto muy severo. "Hablamos de, por ejemplo, parejas que pierden un hijo, parejas que no pueden quedarse embarazados o que pierden un trabajo. Es un auténtico desafío para la pareja que tienen que enfrentar juntos porque amenaza su viabilidad", explica Edu.
Nuestro invitado concluye explicando que las crisis son parte del ciclo vital de las parejas y, en cierta manera, son necesarias para crecer. De hecho, para él, no tener crisis es una crisis en sí misma: "las parejas que no hacen crisis, que evitan el conflicto, no le dan la oportunidad de poner en el laboratorio compartido a la pareja para hablar sobre ella y construir algo adaptado. Para mí es una crisis de las más difíciles".
¿Qué puede causar las crisis y qué podemos hacer para evitarlo?
Hay muchos factores y hechos que pueden desembocar en una crisis: monotonía, sexo, hijos, edad, infidelidad, diálogo...
"La pareja es un jardín que hay que cuidar", pero se debe cuidar a ambos lados. Edu Torres también nos habla de que la relaciones de pareja han cambiado y "ya no están supeditadas a máximas como que es para toda la vida". Las relaciones actuales son más líquidas, más superfluas pero también hace que se acepten las crisis con la posibilidad de renegociar lo pactado entre los miembros.
Edu tiene claro el principal causante de las crisis: los hijos. "No hay un atentado mayor a la institución pareja porque es dejar de ser pareja y empezar a ser una institución familiar", explica. Esto no quiere decir que sea malo pero en esa crisis la pareja queda muy resentida. La infidelidad es para muchos la madre de las crisis pero Torres explica que, cuando sucede, es porque la relación está muy afectada pero aún así comenta que la gente no creería el buen pronóstico que tiene en la terapia de pareja. Por último, nos deja una reflexión: "¿La infidelidad genera una crisis o la crisis genera una infidelidad?".
Para evitar caer en una crisis recurrente y en un relación tóxica debemos estar pendientes de nuestra relación y remar en el mismo sentido. El diálogo y la comunicación deben ser un pilar fundamental en las relaciones, además, se debe aceptar y afrontar cada crisis para superarla y que la relación se afiance con el tiempo y la superación de retos. Por último, algo que siempre puede ser beneficioso es la terapia de pareja. Para cuidar una relación lo que hay que hacer es "tener ganas de cuidarla".