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Objetivo Igualdad

Anna Surinyach, fotógrafa documental: "Donde viví más machismo fue en España"

  • Surinyach es editora gráfica de la revista 5W y está especializada en información internacional

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Kalo Kebe, madre de Maimouna Fati, fallecida en el mar en 2022
Kalo Kebe, madre de Maimouna Fati, fallecida en el mar en 2022. Foto: Anna Surinyach

*Objetivo Igualdad, los domingos a las 14:40 h en el Canal 24 horas y siempre disponible en RTVE Play

La foto de una foto de personas con nombres y apellidos en el fondo del mar. Al lado, una madre, un hermano, una hermana o un padre con la mirada de la desesperanza y del cansancio de quien no sabe nada de su ser querido, muerto en el mar. Es el eje de "Mar de luto", uno de los últimos trabajos en la revista 5W de la fotógrafa documental Anna Surinyach (Barcelona, 1985). Su manera de ver y vivir la fotografía protagonizan el Retrato 100x100 feminista de esta semana de Objetivo igualdad.

Retrato 100x100 feminista: Anna Surinyach, fotógrafa

PREGUNTA: Estabas destinada a ser estudiante de medicina, pero te decantaste por periodismo. ¿Por qué ese cambio?

RESPUESTA: Cuando iba a entrar en la universidad, mi primera opción fue Medicina. Mis padres son médicos, me habían llevado muchas veces al hospital, me interesaba la medicina. Sin embargo, cuando quedaban 48 horas para que cerrasen las inscripciones en la universidad, dije 'no quiero este estilo de vida, no quiero ir a un hospital, quiero viajar'. Decidí estudiar periodismo, no tanto por vocación, sino por el modo de vida que te permite esta profesión. Más tarde, se convirtió en un compromiso por contar las cosas de la mejor manera posible.

No he olvidado la lección de Juan Carlos Tomasi: 'Nunca levantes la cámara sin mirar a nadie a los ojos'

P: ¿Cómo fueron tus comienzos en Médicos Sin Fronteras?

R: Recuerdo mucho el primer viaje que hice a una crisis nutricional, en Etiopía. Fui incapaz de sacar la cámara. Estuve una semana colapsada porque no estaba preparada para ver eso. La primera vez que levanto la cámara, cuando ya llevaba cinco días o seis allí, de repente noto que una mano me tira la cámara para abajo y me giro. Es Juan Carlos Tomasi, fotógrafo que viajaba conmigo, y me dice 'nunca más en la vida vuelvas a hacer esto. Has levantado la cámara sin mirar a nadie a los ojos'.

Anna Surinyach fotografiando con la ONG Médicos Sin Fronteras

Anna Surinyach fotografiando con la ONG Médicos Sin Fronteras. Foto: Anna Surinyach

Y tenía razón, yo estaba tan preocupada de ser capaz de levantar la cámara, que me olvidé de que lo que fotografiábamos eran personas a las cuales se les estaban muriendo sus hijas, sus hijos. No me he olvidado nunca.

P: ¿Cómo se trabaja siendo fotógrafa en zonas de conflicto? ¿Has sufrido machismo?

R: Donde he vivido más machismo ha sido en España, con colegas de la profesión, no trabajando en situaciones de conflicto. El hecho de ser mujer te condiciona, pero muchas veces en positivo.

Fotografío a mujeres para entender la totalidad de la sociedad

Estuve en Afganistán con Agus Morales, que conocía muchísimo el país. Sin embargo, yo, como mujer occidental, tenía acceso al mundo de los hombres y al de las mujeres. Pude entrar en las maternidades y fotografiar partos, cosa que para Agus era impensable. Lo hice así, no por hablar de mujeres, sino para entender la sociedad.

Ellas forman parte de las historias que yo cuento: de los movimientos de población, de la población que vive en un campo de refugiados, se suben a las pateras. Contamos la totalidad de las sociedades que intentamos fotografiar, y eso pasa por la realidad de las mujeres.

P: ¿Alguna mujer de las que has fotografiado te ha marcado especialmente?

R: Hay una historia que me marcó mucho. Fue en 2015, era uno de los primeros rescates que yo fotografiaba. Una chica, Fátima, de Somalia, me dijo: '¿Eres periodista? ¿Puedo hablar contigo?'. Empezó a contarme su historia porque estaba harta de ver cómo las periodistas europeas infantilizábamos a las mujeres como ella. Dijo: "Habláis de nosotras como si no fuéramos conscientes de lo que nos va a pasar".

Fátima, la somalí que enseñó a la fotógrafa Anna Surinyach a dejar de infantilizar a las migrantes.

Fátima, la somalí que enseñó a la fotógrafa Anna Surinyach a dejar de infantilizar a las migrantes. Foto: Anna Surinyach

Me contó que su padre murió en la guerra y que su madre y sus hermanas pequeñas seguían en Somalia. Embarcarse era la única manera de salir de Somalia, y se fue sin decir nada a nadie, y sin pagar por el viaje. Sabía que tenía que devolver la deuda al volver a Europa. Podemos imaginar cómo tenía que devolver la deuda. Lo que estaba exigiendo era que hablásemos de ellas como personas que toman decisiones y que dejásemos de hablar con compasión de ellas.

P: ¿Cómo ves la igualdad en el fotoperiodismo hoy en día?

R: Creo la industria está haciendo esfuerzos para que se visibilice mucho más el trabajo de las mujeres, y se está logrando. Hay una iniciativa buenísima, Women photograph, que cada tres meses publica el porcentaje de mujeres que han publicado en portadas de los grandes medios. Hacen esfuerzos para que la mirada se diversifique.

Hay una asignatura pendiente: el mundo tiene que estar contado por mujeres de los países de origen que fotografiamos

Pero hay otra asignatura pendiente. El mundo no tiene que estar contado sólo por mujeres blancas, sino por mujeres de los países de origen que fotografiamos. Uno de los mejores relatos de la guerra siria lo ha hecho una fotógrafa que se llama Carole Alfarah. El relato más honesto de Filipinas lo ha hecho Hannah Reyes Morales. Hay que incluir a mujeres y diversificar las miradas, salir de esta mirada a la sociedad occidental.